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Vol. 22. Núm. 1.
Páginas 27-32 (junio 1998)
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Diferencias entre conocimientos y actitudes frente al sida en población adolescente
Differences between knowledge and attitudes to AIDS in adolescents
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VR. Cabedo Garcíaa, MA. Goterris Pintoa
a Centro de Salud Barranquet. Castellón.
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Objetivos. Relacionar los conocimientos referentes al sida con la preocupación y el miedo generados ante situaciones de la vida cotidiana en las que un seropositivo o enfermo de sida puedan estar implicados y a través de las cuales no puede transmitirse el virus. Conocer el nivel de discriminación frente a portadores o enfermos.

Diseño. Estudio de observación transversal básicamente descriptivo.

Emplazamiento. Centros educativos de la ciudad de Castellón.

Sujetos. 628 adolescentes obtenidos mediante muestreo por conglomerado polietápico.

Mediciones y resultados. Utilización de un cuestionario de autocumplimentación. Análisis descriptivo de los ítems referentes a conductas por las que no se transmite el virus y en las que se valoran los conocimientos, la preocupación y el miedo generados. Análisis de los ítems referentes a actitudes de discriminación. Aunque detectamos una falta de conocimientos, es mayor la preocupación y el miedo generados ante cada situación. Observamos actitudes de discriminación en más de un 75% de los encuestados.

Conclusiones. Detectamos importantes discordancias entre los conocimientos acerca de las vías de no transmisión, la ansiedad y el miedo generados. Tal vez las campañas preventivas hayan aportado conocimientos sobre las vías de contagio, pero es evidente que no han ayudado a modificar las actitudes discriminatorias frente a los enfermos.

Palabras clave:
Sida
Adolescentes
Conocimientos y actitudes

Objectives. To relate knowledge about AIDS to the worry and fear caused by normal everyday situations, in which someone seropositive or with AIDS is involved, but when the virus cannot be transmitted. To find the discrimination that exists towards HIV carriers and people with AIDS.

Design. A basically descriptive crossover observation study.

Setting. Educational centres in the city of Castellón.

Participants. 628 adolescents found by multi-stage conglomerate sampling.

Measurements and results. A self-filled questionnaire was used. The items involving behaviour through which the virus was not transmitted, and for which the knowledge, worry and fear generated were evaluated, were described analytically. Items concerning discriminatory attitudes were analysed. Although we detected a lack of knowledge, the worry and fear generated by each situation was greater. In over 75% of those polled we observed discriminatory attitudes.

Conclusions. We detected important divergences between knowledge about paths of non-transmission, and the anxiety and fear generated. Perhaps the preventive campaigns have contributed knowledge about the paths of contagion, but it is clear that they have not helped to modify discriminatory attitudes towards people with HIV or AIDS.

Keywords:
AIDS
Adolescents
Knowledge and attitudes
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Introducción

El sida constituye en la actualidad uno de los grandes problemas de salud de ámbito mundial. Según estimaciones de la OMS1, los primeros 10 años de epidemia concluyeron con alrededor de un millón de casos y al menos 10 millones de personas infectadas en el mundo.

Tras la aparición de la epidemia, se produjo un intenso y coordinado esfuerzo investigador que llevó al descubrimiento del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) como causante de la enfermedad2, pero al mismo tiempo aparecía un «virus social» que desencadenó en la población ansiedad y angustia individuales3-5, y en el contexto social producía estigmatización, discriminación y presionaba a las autoridades para adoptar medidas coercitivas frente a portadores y enfermos6-9.

Durante todo este tiempo se han realizado múltiples trabajos dirigidos a medir el impacto social del sida, pero la mayoría de ellos iban dirigidos a poblaciones específicas como personal sanitario, colectivos marginados, etc.10-12.

En nuestro país se han realizado campañas informativas de prevención del sida tanto de ámbito nacional como autonómico, dirigidas sobre todo a los jóvenes que, quizás por sus especiales características, son más susceptibles a las prácticas de riesgo de infectarse por la enfermedad.

Nuestro estudio, basado en un cuestionario utilizado por Villaret et al13, pretende valorar los conocimientos que tienen nuestros adolescentes sobre las posibilidades de transmisión de la enfermedad, así como la preocupación y el temor generados frente a ella. También analizamos en este trabajo las actitudes de discriminación potencial y sus distintos niveles.

Material y método

Utilizamos un cuestionario de autocumplimentación previamente validado; para ello, después de traducir y adaptar el cuestionario, realizamos preencuestas al personal sanitario y no sanitario del centro y a un grupo seleccionado al azar entre la población adscrita al centro de salud; después se procedió a su validación, evaluando fundamentalmente la fiabilidad interobservador e intraobservador mediante la técnica test-retest.

Para la obtención de la muestra mediante muestreo por conglomerados polietápico14, se eligieron 2 institutos de la ciudad, uno de formación profesional (FP) ­el único de la ciudad­ y otro de BUP ­el correspondiente por zona al centro­. Se escogieron al azar 2 aulas por nivel en cada instituto, de modo que en el centro de BUP se agrupaban tanto alumnos de ética como de religión, así como de ciencias y letras, y en el de FP tanto de la rama sanitaria como de la administrativa.

De un total de alumnos de 833 ­493 de FP y 340 de BUP­ se pasó la encuesta a 628 ­339 de FP y 289 de BUP­, muestra significativa para un error alfa de 0,05 y un nivel de precisión de 0,04. La pérdida de individuos fue mayor en el instituto de FP, por el menor control de asistencia a clase en este centro, pero en ambos casos fue debida fundamentalmente a la proximidad de los exámenes de junio. Acudimos al centro en la fecha acordada con dirección sin conocimiento por parte del alumnado que acudía a sus clases como cada día; una vez los alumnos se encontraban en el interior de las aulas, se les informó que se les iba a pasar un cuestionario sobre el sida, dejando para el final todo tipo de preguntas que surgieran en torno al tema.

De los 69 ítems que constituyen la totalidad del cuestionario, en primer lugar realizamos un análisis descriptivo de los que hacen referencia a situaciones de la vida cotidiana en las que un seropositivo o enfermo de sida podían estar implicados (beber en un mismo vaso, bañarse en una piscina pública, utilizar un aseo público y dar un beso en la boca a una nueva pareja). De las preguntas analizadas, 4 hacían referencia a los conocimientos sobre la existencia de posibilidad de contagio por estas vías de «no transmisión», 4 interrogaban sobre la preocupación o ansiedad que se genera ante estas conductas y otras 4 medían indirectamente el miedo a través del consejo que se daría a una tercera persona frente a las anteriores situaciones (anexo 1). Con toda la información obtenida anteriormente comparamos en cada situación los conocimientos teóricos acerca de la posibilidad de contagio (siendo K el porcentaje de encuestados que considera posible la transmisión del virus a través de la conducta analizada en cada momento), la preocupación (siendo P el porcentaje de individuos a los que les preocupa el realizar la conducta por la posibilidad de contagio) y el miedo (siendo M el porcentaje que teme el realizar la conducta por miedo al contagio). Posteriormente relacionamos mediante la técnica ji-cuadrado los resultados anteriores con las variables sexo, religión, grupos de edad y pertenecer al centro de BUP o FP.

En segundo lugar, analizamos los 4 ítems referentes a actitudes de discriminación frente a la enfermedad del sida (anexo 2). Posteriormente elaboramos un índice sintético de discriminación potencial; para ello asignamos distintas puntuaciones para cada pregunta según el grado de discriminación que implicaban (desde 1 punto ­menor discriminación­ hasta 4 puntos ­mayor discriminación­) (anexo 2). A continuación sumamos las distintas puntuaciones obtenidas y las clasificamos en 3 niveles:

 

­ Nivel bajo de discriminación: obtención de 0 a 1 punto.

­ Nivel medio de discriminación: de 2 a 3 puntos.

­ Nivel alto de discriminación: más de 3 puntos.

 

Relacionamos este índice de discriminación potencial, mediante la técnica ji-cuadrado, con otras variables obtenidas en el cuestionario: edad; sexo; religión: católico practicante, otros (católico no practicante, de otra religión, agnóstico o ateo); centro educativo: BUP o FP; pertenecer a la rama sanitaria o no (incluiría a los alumnos de BUP y al resto de ramas de FP), y conocer o no a un enfermo de sida o a un seropositivo.

Para el análisis estadístico utilizamos el paquete SPSSPC+15.

Resultados

De los 628 adolescentes encuestados, 419 (66,9%) eran mujeres y 207 (33,1%) varones. La edad media fue de 16,74 años, con una desviación típica de 2 años (rango, 14-29). Pertenecían al centro de FP 339 (54%) adolescentes y 289 (46%) al instituto de BUP; 175 (30,1%) de los jóvenes encuestados decían conocer a alguna persona seropositiva o enferma de sida; 268 (46,7%) asistieron a alguna charla sobre temas de salud durante el último año; la gran mayoría (91,4%) conocían las campañas preventivas realizadas; 175 (30,1%) se declaraban católicos practicantes (CP), y el resto 406 (69,9%) se definían como católicos no practicantes, de otra religión, agnósticos o ateos (no practicantes).

Al analizar los ítems en los que se hace referencia a las distintas situaciones de la vida cotidiana en las que un seropositivo o un enfermo de sida pueden estar implicados, observamos que un 9,8% cree que la enfermedad puede transmitirse bebiendo de un mismo vaso, a un 27,0% le causa preocupación el tener que hacerlo y un 35,2% siente miedo ante esta situación, por lo que aconseja el rechazo de esta conducta (fig. 1). Aunque sólo un 3,8% piensa que puede haber contagio por bañarse en una piscina pública y al 4,2% le preocupa, un 41,5% rechaza esta conducta por el miedo que les genera (fig. 2). El 23,3% cree que a través de un aseo público podría ser transmitida la enfermedad, al 37,9% le preocupa el tener que usarlo y un 51,6% siente miedo (fig. 3). Un 15,8% piensa que podrían ser contagiados al dar un beso en la boca a una nueva pareja, al 16,4% le preocuparía la situación y el 50,1% rechazaría la situación por el miedo generado (fig. 4).

En el análisis bivariable mediante la técnica ji-cuadrado, encontramos diferencias significativas al analizar la religión con el beber en un mismo vaso que una persona desconocida: un 13,71% de los CP cree que el beber en un vaso es una de las vías de transmisión del virus frente a un 6,65% del grupo de no practicantes (p<0,05); a un 34,29% de los CP le preocupa el tener que hacerlo frente a un 20,94% (p<0,01), y un 43,43% de CP teme hacerlo por miedo al contagio frente a un 28,82% (p<0,05) (fig. 5); y, en cuanto a bañarse en una piscina pública, un 45,7% de los CP teme bañarse por miedo al contagio frente al 29,6% del grupo de no practicantes que teme hacerlo (p<0,05) (fig. 6). También encontramos diferencias significativas al relacionar el sexo con el besar en la boca a una nueva pareja: las mujeres sienten mayor preocupación (17,91%) que los varones (9,18%) (p<0,05) (fig. 7), y con utilizar un WC público con mayor preocupación en las mujeres (43,21%) que en los varones (24,15%) (p<0,01) (fig. 8).

En el análisis descriptivo de los 4 ítems referentes a las actitudes de discriminación frente a personas seropositivas o enfermas de sida, observamos que un 71,7% estaría de acuerdo en realizar la prueba del sida a toda la población para conocer a los portadores, un 72,6% realizaría la prueba a todos los enfermos hospitalizados, un 26,4% a todas las personas que comenzaran a trabajar en un nuevo empleo y un 10,4% sería partidario de aislar a todos los enfermos de sida del resto de la población.

Al elaborar el índice sintético de discriminación potencial (tabla 1) observamos que el 20,7% de los encuestados presenta una actitud de discriminación baja (0-1 punto), un 42,8% una actitud media (2-3 puntos) y el 29,3% una actitud de discriminación alta.

Al relacionar el índice obtenido con el resto de variables (sexo, edad, religión, centro educativo) mediante la técnica ji-cuadrado, no obtuvimos diferencias estadísticamente significativas (p<0,05).

Discusión

Observamos importantes discordancias entre los conocimientos teóricos, la preocupación y el miedo generado ante las distintas situaciones analizadas en las que el virus del sida no se puede transmitir. Aunque detectamos falta de conocimientos frente a determinadas situaciones (creencia de posibilidad de contagio en un aseo público en un 23,3%, a través de un beso en la boca en un 15,9%...), destacan el aumento de preocupación y de miedo generados frente a cada situación en concreto, a pesar de que se sepa que la posibilidad de contagio no existe; por ejemplo, un 9,8% cree que puede contagiarse por beber en un mismo vaso que un desconocido, pero al 26,9% le preocupa el tener que hacerlo por la posibilidad de contagio y un 35,2% aconsejaría a un amigo que no lo hiciera; es decir, teme la situación. Esta discordancia coincide con la idea en general de que todo aquello sobre lo que se tiene mayor conocimiento y mayor información produce menos angustia y desconfianza, y viceversa.

Observamos diferencias entre sexos: en el grupo de mujeres se refleja un nivel más bajo de conocimientos sobre la transmisión (un mayor número de mujeres considera posible el contagio del virus a través de vías de «no transmisión») y mayor preocupación y miedo ante la posibilidad de contagio, siendo estas diferencias significativas en el caso de utilizar un WC público (p<0,01) y dar un beso en la boca a una nueva pareja (p<0,05); quizá esta diferencia sea debida a una mayor sensibilidad de las mujeres con respecto a los temas sociales y/o a la diferencia educacional que aún existe en nuestros días. También encontramos diferencias respecto a la religión; en general observamos menor conocimiento y superior preocupación y miedo en el grupo de católicos practicantes (siendo significativo en relación al beber en un mismo vaso que un desconocido [p<0,05] y al bañarse en una piscina pública [p<0,05], lo cual podría ser debido a la importante repercusión moral de la educación católica).

También observamos, a través del índice sintético de discriminación potencial, una importante predisposición discriminatoria en más del 75% de la población adolescente encuestada (índice discriminatorio medio y alto).

Todo lo anterior induce a pensar que tal vez estemos incidiendo excesivamente en los mecanismos por los que se transmite el virus, y hayamos olvidado desdramatizar situaciones en las cuales el contagio resulta imposible y que generan una preocupación y ansiedad excesivas, potenciando con ello actitudes discriminatorias ante seropositivos o enfermos.

Deberíamos plantearnos la utilidad de las campañas preventivas en el modo en que se vienen realizando; quizás han aportado conocimientos sobre los mecanismos de transmisión de la enfermedad, pero han obviado la vertiente psicosocial que la acompaña.

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