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Vol. 24. Núm. 8.
Páginas 495-496 (noviembre 1999)
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Disfunción sexual por dextrometorfano
Sexual dysfunction because of dextromethorphan
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A. Ràfolsa, JA. García Vicenteb, M. Farréc, M. Masc
a Unidad Docente de Medicina Familiar y Comunitaria. SAP Girona.
b Subdivisió d'Atenció Primària Girona, Barcelonès Nord i Maresme.
c Institut Municipal d'Investigació Mèdica. Universitat Autònoma de Barcelona.
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Sres. Directores: El dextrometorfano es un antitusígeno análogo de la codeína, que no presenta afinidad por los receptores opioides y está desprovisto de actividad analgésica y potencial de dependencia1. El dextrometorfano y su metabolito activo, dextrorfano, son antagonistas de los receptores del aminoácido excitador N-metil-D-aspartato (NMDA); por esta acción se están estudiando experimentalmente para el tratamiento de las distonías2 y como anticonvulsionantes1. En cuanto a sus efectos indeseables, se han descrito raramente alteraciones del sistema nervioso central como vértigo, somnolencia, excitación y confusión mental, así como trastornos gastrointestinales caso de náuseas, vómitos, gastralgias y estreñimiento. El caso que nos ocupa es el de un paciente que presentó un trastorno de aneyaculación sin orgasmo, posiblemente relacionado con la ingesta de dextrometorfano. Después de realizar una exhaustiva búsqueda bibliográfica (Medline Dialog OnDisk 1982-febrero 1999), no se han encontrado referencias bibliográficas sobre este tipo de trastorno asociado a la ingesta de dextrometorfano.

 

Paciente varón de 64 años que acude a la consulta por un problema de ausencia de eyaculación y orgasmo, con deseo sexual y erección conservada desde hace 5-7 días. Además, se acompaña de sensación de peso en hipogastrio y zona testicular, sin trastornos en la micción. Como consecuencia de un resfriado común de vías altas, en los 8-10 días previos había tomado un antitusígeno (dextrometorfano, 15 mg/8 h), además de su medicación habitual para la hipertensión arterial (enalapril, 20 mg/día). No había tomado ningún otro fármaco ni preparado de herbolario o casero. El paciente suspendió, por iniciativa propia, el tratamiento con dextrometorfano antes de acudir a la consulta, ya que unos meses antes presentó un cuadro similar también tras la ingesta de dextrometorfano debido a un resfriado común.

En la exploración física no se detectaron síntomas flogóticos en la zona perianal, testicular y peneana, y la palpación del hipogastrio fue anodina. El tacto rectal mostró una próstata sin alteraciones destacables. No se detectaron cambios en la esfera psicosocial que pudieran interferir en la actividad sexual. Revisada su historia clínica, se recogieron antecedentes patológicos de hipertensión arterial (de 11 años de evolución y controlada en los últimos 6 meses con enalapril, 20 mg/día), meniscectomía por artroscopia hace 3 años, gastritis crónica hace 2 años (actualmente asintomática sin precisar tratamiento) y obesidad. Se trata de un ex fumador desde 1972, sin hábito enólico actual, ni diabetes mellitus diagnosticada, ni simpatectomías, ni linfadecteomía retroperitoneal, ni manipulaciones urológicas previas. En la visita de control, tras 7 días de suspensión de dextrometorfano, el paciente refirió una normalización de su actividad sexual. El trastorno, que tuvo una duración de 10­12 días, se inició a los 3-5 días del tratamiento y desapareció a los 4-5 días de su suspensión. Se completó la exploración física inicial para descartar una posible afectación neurológica, en la cual no se encontró ninguna alteración significativa (tono anal y contracción voluntaria normal, sensibilidad táctil perianal escrotal y suprapúbica normales, reflejo bulbocavernoso ausente). Como se ha comentado anteriormente, 5 meses antes hubo un episodio similar, con molestias semejantes y recuperación completa al suspender el fármaco, motivo por lo que no consultó lo ocurrido. En este episodio previo había tomado la misma dosis de dextrometorfano, con igual tratamiento de base. El trastorno se había presentado a los 2-3 días de iniciar el antitusígeno, duró 4 días y cedió tras la retirada. La reacción adversa descrita ha sido notificada al Sistema Español de Farmacovigilancia.

 

La aneyaculación se define como la ausencia de emisión de semen por el meato uretral, con una erección normal y una estimulación sexual apropiada y suficientemente prolongada. Entre las causas potenciales de este trastorno pueden mencionarse las orgánicas y medicamentosas y las psicológicas3.

Entre los fármacos capaces de alterar la eyaculación destacan neurolépticos, antidepresivos, fármacos hipotensores, benzodiacepinas, algunos opiáceos (metadona, morfina, heroína o codeína) o ácido épsilon aminocaproico4. Las causas orgánicas responsables de aneyaculación son determinadas intervenciones quirúrgicas que afectan la musculatura del cuello vesical (resección del cuello vesical, resección transuretral de próstata y adenomectomía), lesiones por afectación de la inervación simpática (cirugía vascular de grandes vasos, simpatectomía lumbar, aneuriscectomía de aorta abdominal, linfadenectomía retroperitoneal) o lesiones mixtas con afectación muscular y nerviosa (prostatectomía radical y cistoprostatectomía radical). Capítulo aparte constituyen las neuropatías medulares (traumáticas o por patologías como la esclerosis en placas, esclerosis lateral amiotrófica, siringomielia o espina bífida) y periféricas (traumáticas o por neuropatía diabética). Por último, entre las causas orgánicas hay que destacar siempre el hipogonadismo y las malformaciones adquiridas o congénitas de las vías seminales (estenosis uretrales, agenesias epididimodeferencial, etc.). Ninguna de estas alteraciones se presentó en el paciente objeto de estudio.

En el caso que nos ocupa, y a pesar de la falta de evidencias bibliográficas que relacionen el cuadro descrito con la ingesta de dextrometorfano o una explicación fisiopatológica, hay diversos indicios a favor de su causalidad. Así, si consideramos el algoritmo de causalidad de reacciones adversas propuesto por Karch y Lasagna5, el caso que presentamos cumpliría los criterios de secuencia temporal plausible entre el inicio del tratamiento con dextrometorfano y la presentación de la sintomatología, la desaparición del cuadro tras la retirada del fármaco, ausencia de causas alternativas (en función de la anamnesis patológica y farmacológica) y su presentación por una reexposición no intencionada al fármaco. Por este motivo pensamos que debería considerarse la posibilidad de que el dextrometorfano fuera el causante del trastorno en la eyaculación descrito en este paciente.

Bibliografía
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Trube G, Netzer R..
Dextromethorphan: cellular effects reducing neuronal hyperactivity..
Epilepsia, 35(Supl5) (1994), pp. 62-67
[2]
Ritcher A, Loscher W..
Dextrorphan, but not dextromethorfan, exerts weak antidystonic effects in mutant dystonic hamsters..
Brain Res, 745 (1997), pp. 336-338
[3]
Disfunción de la erección y eyaculación: anatomía, fisiología, etiopatogenia y diagnóstico. En: Jiménez Cruz JF, Rioja Sanz LA, eds. Tratado de urología. Barcelona: JR Prous, 1993; 925-965.
[4]
Martínez Sánchez G, Pedrós C..
Ácido épsilon aminocaproico e inhibición de la eyaculación..
Aten Primaria, 22 (1998), pp. 133-134
[5]
Karch FE, Lasagna L..
Toward the operational identificacion of adverse drug reactions..
Clin Pharmacol Ther, 21 (1977), pp. 247-254
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