Introducción.
El hidrocloruro de amfebutamona o bupropión es un antidepresivo del grupo de las aminocetonas, no relacionado con los tricíclicos ni con los demás antidepresivos, que presenta como principal problema un mayor riesgo de producir convulsiones que el resto de antidepresivos1. En algunos países estaba comercializado desde los años ochenta con esta indicación y recientemente en nuestro país, como en otros, se ha comercializado como agente no nicotínico indicado en la ayuda de la deshabituación al tabaco.
No es bien conocido el mecanismo por el que aumenta la capacidad de abstinencia al tabaco. Inhibe de forma más débil que los tricíclicos la captación de noradrenalina, serotonina y dopamina, sin inhibir la monoaminooxidasa, pero su acción sobre el sistema dopaminérgico requiere de dosis mayores que las utilizadas para el efecto antidepresivo2.
Para la ayuda en la deshabituación al tabaco, se recomienda emplearlo durante 7-9 semanas, iniciando el tratamiento con una dosis de 150 mg/día durante los primeros 3 días y posteriormente continuar con 300 mg/día repartidos en 2 tomas espaciadas al menos 8 horas entre ambas. El paciente debe dejar de fumar en la segunda semana de tratamiento y se aconseja interrumpirlo si no se observa efecto alguno a las 7 semanas3.
Caso clínico. Varón de 44 años fumador desde hace 20 años, con un consumo actual de 20 cigarrillos/día, sin otros antecedentes de interés. Inició tratamiento con bupropión con la pauta anteriormente descrita, sin asociación de compuestos nicotínicos ni otra medicación concomitante. Durante la primera semana de tratamiento continuó fumando y sólo refería cierto nerviosismo, relacionado con un pequeño descenso del consumo de tabaco. El décimo día de tratamiento, estando previamente bien, presentó de forma brusca sudación profusa (sobre todo en manos y frente) y acusado temblor intencional en manos que le impedía coordinar movimientos como beber de un vaso. Esta situación discinética se mantiene de forma evidente durante al menos 30 minutos, generando gran ansiedad al paciente. Al mismo tiempo, presentaba temblor de reposo en ambas piernas, más evidente al levantarse e intentar caminar, lo que le obligó a aumentar la base de sustentación y a sujetarse en una barandilla para bajar las escaleras con seguridad. El cuadro se prolongó durante 60-90 minutos cediendo progresivamente, y se repitió con menor intensidad en tres ocasiones más en el mismo día. Inicialmente no atribuyó sus síntomas al medicamento y continuó tomándolo 2 días más, repitiéndose los síntomas en 2 o 3 ocasiones más. Ante la sospecha de una posible reacción adversa debida al bupropión, se suspendió la medicación el día 12 de tratamiento, sin que hasta el momento actual haya vuelto a presentar ningún nuevo episodio de temblor.
Discusión y conclusiones. Entre las reacciones adversas más frecuentes (> 1/100) producidas por bupropión destacan: cefalea, insomnio, temblor leve, rinitis, sequedad de boca y ansiedad4. Existen reacciones adversas menos frecuentes pero más graves, como son las convulsiones (1/1.000) y reacciones anafilácticas (1-3/1.000). Una vez comercializado, existen informes espontáneos asociados a la toma de bupropión de casos aislados de eritema multiforme, síndrome de Stevens-Johnson y shock anafiláctico.
La administración de fármacos que inducen el citocromo P450 (carbamacepina, fenobarbital, fenitoína) disminuye las concentraciones plasmáticas y la efectividad clínica del bupropión. La cimetidina y el ritonavir disminuyen la biotransformación del bupropión y aumentan el riesgo de reacciones adversas. La asociación de bupropión con alcohol también incrementa el riesgo de reacciones adversas, ya que no sólo reduce el umbral convulsivo, sino que aumenta la semivida de hidroxipropión, por eso el paciente deberá abstenerse de ingerir alcohol durante el tratamiento5.
En el caso del paciente descrito, el bupropión parece ser la causa responsable de la sintomatología, puesto que al suspenderse la medicación desapareció el temblor, no tomaba ningún otro fármaco y no ingirió alcohol. Creemos oportuno permanecer atentos ante los posibles efectos secundarios de fármacos de reciente comercialización y/o nueva indicación, como es el caso del bupropión.