Sres. Directores: Las actividades docentes en los centros de salud deben ser parte integral y diaria del trabajo, pero muchas veces se limitan a simples reuniones organizativas o a reuniones «dependientes-de-laboratorios»; con el paso del tiempo se abandonan, por tedio y cansancio. Conviene, por ello, introducir variedad y atractivo en las actividades de formación continuada en el centro de salud. En la tabla 1 se recogen las que realizamos en nuestro centro, que se han descrito en un texto reciente1. Pero, desde que se remitió para su evaluación dicho artículo hasta su publicación (desde finales de 1996 hasta mediados de 1998), se han producido algunos cambios en el equipo de atención primaria (EAP) de la c/ General Moscardó de Madrid, en lo que respecta a docencia. Entre ellos:
1. Las actividades docentes se han mantenido e incrementado en variedad pese a los traslados y nuevas adjudicaciones de plazas, lo que demuestra que son actividades bien aceptadas por los profesionales.
2. Se están desarrollando nuevas actividades, que se incluyen en la tabla 1:
Sesiones de problemas éticos en la práctica clínica, una por trimestre, en las que se elige un tema, por ejemplo la confidencialidad, sobre el que se prepara un material teórico al que se dedican los diez primeros minutos para pasar inmediatamente a presentar, por cupos (médico y enfermera), casos y situaciones en los que ha habido ese problema, sobre los que se comenta y discute, adoptando decisiones prácticas (en el ejemplo, entre otras, llevar siempre las historias clínicas familiares directamente del archivo al profesional).
Sesiones de seguimiento de pacientes (¿qué pasó con... ?), una por trimestre, en las que se formaliza la información que se comenta y recibe acerca de ese caso/situación de otro cupo que atendió un profesional en una guardia, un domicilio o durante la ausencia del titular; el día anterior a la sesión se le pasa a cada profesional el nombre y número de la historia del/os paciente/s y en la sesión se comenta el devenir clínico y social del caso (por ejemplo, el paciente terminal que se atendió en una guardia y en el que hubo problemas con la familia, o el paciente con sospecha de infarto de miocardio y un electrocardiograma dudoso que se envió a urgencias). La cuestión de fondo es que los pacientes y situaciones de los que queremos saber más suelen ser «interesantes» y proporcionan ejemplos concretos para aumentar la calidad de la atención; si el caso se discute en el pasillo, sólo entre los profesionales directamente afectados, se pierde la oportunidad docente para los demás.
Sesiones sobre mortalidad, una por semestre, en las que se comentan los pacientes que han muerto en los 6 meses anteriores, por cupos; cada médico y enfermera comentan sus casos con énfasis en los problemas concretos respecto a la calidad técnica y humana de la atención, el control del dolor si lo hubo , las relaciones con la familia, la sobrecarga de trabajo en lo físico y en lo psíquico para los profesionales, las relaciones con los especialistas, el uso del servicio de urgencias hospitalarias, los errores si los hubo, etc.; el objetivo es reflexionar, aprender y mejorar la atención de los pacientes antes de su muerte.
Sesiones sobre derivación entre estamentos, una por trimestre, en las que se comentan casos, por parejas de profesionales de cada cupo, en el que el paciente fue derivado del médico a la enfermera y viceversa; el objetivo es mejorar y analizar los criterios de derivación interestamentos, valorar la oportunidad y organización práctica de las derivaciones y ampliar el campo de colaboración entre la consulta médica y la de enfermería.
3. Seguimos siendo un centro de salud no docente para el posgrado (residentes de medicina de familia), pero somos centro docente acreditado para docencia de alumnos de enfermería (Escuela Universitaria de Puerta de Hierro) y de medicina (Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid).