Es fácil encontrar el término “hiperfrecuentación” en artículos referentes a la utilización de los servicios de salud de atención primaria (AP) y se nombra, también a menudo, como un problema actual que influye en la calidad de la asistencia (quizás como comodín a la hora de justificar ciertos “desajustes” en el sistema). Pero, ¿sabemos cuál es el verdadero significado de “hiperfrecuentación”? O, planteado de otra manera, ¿qué significado tiene para aquellos profesionales que a diario se encuentran con ésta? Al revisar estudios que plantean dicho término, los criterios para su definición son múltiples1, lo que no permite arrojar luz a nuestras preguntas. Por esto, nos planteamos conocer de primera mano, al preguntar a los protagonistas, profesionales de AP, cómo definirían ellos este concepto.
Para esto, diseñamos un estudio cualitativo, de análisis del discurso2 mediante entrevistas semiestructuradas y con muestreo intencional, en función de las variables que podían condicionar el discurso: área de salud (para intentar recoger posibles diferencias por población atendida), profesión (medicina o enfermería, por las diferentes funciones del trabajo), sexo (por posibles diferencias en varones y mujeres) y número de años trabajados. La población del estudio está constituida por 12 médicos/as y 6 enfermeros/as de las áreas de salud 1, 3, 7, 8, 9 y 10 de AP de la Comunidad de Madrid (se incluyó un médico, una médica y un/a enfermero/a de cada área).
Tras dicho análisis el resultado que pretendemos destacar (común en todos los participantes) es que los profesionales no “etiquetan” a un paciente como hiperfrecuentador en función del número de visitas (como en la mayoría de los estudios que citan el término), sino en función de la calidad de dichas visitas, es decir, por los problemas que se abordan en las mismas (tabla 1). En la mayoría de las ocasiones son pacientes que acuden a AP para intentar resolver problemas de tipo psicosocial, que según los profesionales escapan del ámbito de AP. Esto produce desgaste tanto en el profesional3 como en el paciente, ya que el criterio de calidad de este último es que al acudir a la consulta solucionen su problema4.
Percepción de los profesionales de atención primaria sobre características relacionadas con la hiperfrecuentación
“… (lo que) hace que muchísima gente venga a las consultas, bueno, en los pacientes mayores es la soledad, vienen a vernos, pero vienen porque están solos y nosotros los recibimos, y somos los únicos, vamos a ver, los únicos que seguro les vemos.” (Medicina, mujer) |
“… personas mal adaptadas, con trastornos de adaptación al estrés realmente, su familia, su trabajo, pues que bueno, pues sufren cualquier mínima adversidad y ya o el estrés, la ansiedad o la depresión…” (Medicina, varón) |
“… están llamando la atención, no saben qué pasa en su vida, no saben qué les está pasando, y vienen, vienen a que tú…, vienen a decirte una chorrada, que no es verdaderamente lo que les pasa…” (Enfermería, mujer) |
“… (el hiperfrecuentador venía) principalmente, demandando otra cosa, o demandaba mucho, o demandaba mal o venía muchas veces y tenía otro problema no resuelto, o familiar, o a lo mejor es de difícil resolución, que era difícil resolver por nuestra parte, pero que eso le hacía que estuviese aquí muchas veces, con muchos problemas físicos, con muchas cefaleas, con somatizaciones y, a lo mejor, tenía otro problema social detrás.” (Enfermería, varón) |
Para manejar el problema de la “hiperfrecuentación” de una manera efectiva hay que comprender qué determinantes de salud (eminentemente sociales) lo producen y agilizar la coordinación con los recursos psicosociales correspondientes para que las consultas de AP sean un lugar de resolución de problemas y de encuentros de calidad entre los profesionales y los pacientes satisfactorios para ambos.
FinanciaciónEste trabajo ha recibido una subvención de investigación del Instituto de Salud Carlos III (Proyecto de Investigación FIS Multicéntrico: 06/1122).