metricas
covid
Buscar en
Atención Primaria
Toda la web
Inicio Atención Primaria El voluntariado y la reorientación de los servicios de salud
Información de la revista
Vol. 22. Núm. 7.
Páginas 450-456 (octubre 1998)
Compartir
Compartir
Más opciones de artículo
Vol. 22. Núm. 7.
Páginas 450-456 (octubre 1998)
Acceso a texto completo
El voluntariado y la reorientación de los servicios de salud
Volunteering and health services reorientation
Visitas
8874
A. Tomás Sanchoa, L. Kennedyb, C. Colomer Revueltac
a Department of Public Health. University of Liverpool. Proyecto SUPER: European Food and Shopping Research Programme.
b Department of Public Health. University of Liverpool.
c Instituto Valenciano de Estudios en Salud Pública.
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Resumen
Texto completo
Bibliografía
Estadísticas

Objetivo. Conocer las funciones que se han atribuido al voluntariado en diferentes contextos y los aspectos prácticos de su actividad y seguimiento.

Diseño. Se ha revisado la bibliografía existente al respecto en las bases MEDLINE (1991-1995), ERIC (1982-1995) y ERIC INTERNATIONAL (1965-1995). Para contextualizar la realidad española se ha revisado el IME (hasta 1997) y las revistas españolas de MEDLINE (de 1995 hasta la actualidad).

Resultados. La mayor parte de los artículos se refieren a experiencias llevadas a cabo en países en desarrollo o en Estados Unidos y el Reino Unido. Las actividades desarrolladas son amplias y variadas, y se aprecian diferencias entre los países en desarrollo (extensión y/o sustitución de los servicios de atención primaria a zonas donde no existen recursos profesionales) y los desarrollados (complemento del sistema formal para disminuir la distancia social con algunos sectores de la población y facilitar la prevención de enfermedades y promoción de la salud). Se identifican como factores relevantes para su calidad la selección, formación, seguimiento, apoyo y evaluación de los voluntarios. Los resultados en salud de la población y en calidad de los servicios parecen ser positivos.

Por otro lado, pocos datos nos ayudan a reconocer la situación española, lo que proporciona más interés para aprender de la experiencia de otros países.

Conclusiones. Se plantean determinados retos en cuanto a los beneficios y dificultades de la actividad voluntaria en el campo de la salud. Los cambios sociales y de organización sanitaria dan cada vez más sentido a la presencia del voluntariado en el entorno sanitario, pero cabe plantear aspectos como su organización, la coordinación con los servicios sociosanitarios y la relación con la participación comunitaria.

Palabras clave:
Voluntariado
Servicios sanitarios
Participación comunitaria

Volunteers are increasingly viewed as health agents. This seems to be linked to the reorientation towards primary health care and the current reforms in the health services. Seen as a way of breaking down social and cultural barriers between the formal health care system and the client community it also claims to cut the cost of services.

Objective. To know the roles of volunteers in promoting health and the practical aspects of implementation and evaluation.

Desing. This paper is based on a review of published and sentinel papers from the bibliographic databases, MEDLINE (1991-1995), ERIC (1982-1995) and ERIC INTERNATIONAL (1965-1995). We have also reviewed the IME (until 1997) and the Spanish journals in MEDLINE to know the Spanish context (from 1995-98).

Results. The practical experiences from developing countries, the USA and the UK were reviewed within the framework of health promotion. A wide variety of experiences exist. There is a striking difference between activities in these countries, depending of the health service provision. In developing countries the aim is to bring primary health care services to areas with few professional resources. In developed countries, however, experiences have developed in response to failings in the formal health care system, to facilitate illness prevention and health promotion. The settings are different but the process is the same, factors fundamental to performance have therefore been identified in: recruitment, training, monitoring, continuing support and evaluation. The impact on health improvements and the quality of services in boths systems, developed and developing countries, seems to be positive.

We haven't found too much details from the Spanish experience, then, it emphasizes the need to know abroad experiences.

Conclusions. Finally, the benefits and constraints derived from this type of voluntary action in the health field have been raised.

Some specific social changes and health care system reforms contribute to establish volunteering in the health system, but we have to remark organization, coordination and community participation.  

Keywords:
Volunteering
Health services
Community participation
Texto completo

Introducción

Las primeras referencias al voluntariado surgen a principios de siglo en Gran Bretaña1, en relación al trabajo filantrópico realizado por organizaciones voluntarias o benéficas. Cuando se desarrolla el Estado del bienestar y, en su marco, el National Health Service (NHS), los gobiernos locales pasaron a encargarse de actividades previamente asumidas por el sector voluntario, que pierden importancia hasta que en la década de los sesenta se recupera el interés por su papel, que se plantea entonces como un trabajo que ayuda a cubrir las deficiencias de los servicios públicos, aportando además un trato personal y un enfoque comunitario y participativo. Se crean, entonces, organizaciones específicas y el propio NHS desarrolla un programa de integración de voluntarios en los hospitales. Con la publicación en 1969 del Aves Report (The Voluntary Worker in the Social Services), se da sentido al voluntariado como «una opción en la que personas de cualquier edad o experiencia podían ser capaces de contribuir a la comunidad1...», promoviendo el «voluntariado» como un complemento a la provisión de servicios profesionales. Este planteamiento se potenciará con la crisis económica de los setenta, que el NHS aborda, en parte, reforzando aún más el papel de los voluntarios para atender la demanda de los servicios de salud2,3.

En la actualidad, los voluntarios como agentes de salud aparecen cada vez con mayor frecuencia en las reformas de los servicios sanitarios que se están discutiendo en la mayoría de los países. Este interés creciente parece obedecer a razones que se resumirían en dos planteamientos. Por un lado el que ve en el voluntariado la manera más efectiva de disminuir la distancia social entre los usuarios y los servicios de salud, de hacer llegar éstos a determinados grupos de población que por sus características sociales, culturales, económicas, étnicas, tienen dificultades de acceso a los mismos. Se trataría, por tanto, de planteamientos con objetivos de equidad y efectividad, dentro de la consideración del derecho de la comunidad a participar en la resolución de sus problemas de salud. Por otro lado se encuentran los argumentos economicistas, cuyo interés se centra fundamentalmente en la disminución de los costes de la asistencia sanitaria, especialmente de determinados cuidados a pacientes crónicos o terminales. El voluntariado en estos casos es una solución que sustituiría con menos coste la respuesta profesional4.

Dado el interés y desarrollo actual del tema, y la escasa experiencia práctica en nuestro país sobre cómo poner en marcha y mantener estas iniciativas, hemos considerado conveniente realizar una revisión de la literatura, que actualice los conocimientos publicados al respecto.

Material y métodos

Esta revisión está basada en los artículos identificados en 3 bases de datos: MEDLINE (M) (1991-1995); ERIC* (E) (1982-1995) y ERIC INTERNATIONAL (bases de datos temáticas del campo educativo) (1965-1995) en sus 3 índices: British Education Index, Australian Education Index, y Canadian Education Index.

Posteriormente se amplió a partir de las referencias que aquellos artículos contenían, procediéndose a una selección manual usando como guía la presencia en el título de alguna de las palabras clave. La palabra clave para la selección de la literatura fue «health promotion» en el caso de MEDLINE y «health» en el caso de ERIC y ERIC INTERNATIONAL. La delimitación definitiva del campo de búsqueda se realizo con las palabras «volunteers, health aiders, health lay, health educator, health volunteer y community health worker».

Sobre los 112 artículos obtenidos, se llevo a cabo una primera selección basada en el contenido de los resúmenes y teniendo en cuenta el concepto de voluntariado expuesto en la Charter for Volunteers, que lo definió como «el trabajo desarrollado fuera de la familia inmediata, no remunerado directamente y elegido libremente»5. Dos personas del equipo (una británica y otra española) revisaron independientemente los resúmenes, incluyéndose como válidos sólo aquellos aceptados por ambos.

Se seleccionaron finalmente para su revisión detallada 48 artículos, procedentes de 35 revistas diferentes. De ellos, 25 se obtuvieron del MEDLINE, 7 de ERIC o ERIC INTERNATIONAL y 16 de la revisión manual. Todos los artículos revisados estaban escritos en inglés, excepto uno en castellano.

Se leyeron los artículos con el objetivo de extraer la información referente a: roles asignados al voluntariado; aspectos prácticos de su puesta en marcha y mantenimiento; formas de seguimiento y evaluación, y resultados obtenidos en términos de ganancia en salud y calidad de los servicios. La consideración de la calidad científica de los artículos no ha sido objeto de este estudio.

Resultados

Como puede observarse en la tabla 1, la mayoría de los artículos recogidos se refieren a países en desarrollo, principalmente de Asia, o a países de cultura anglosajona (Estados Unidos o Reino Unido).

Roles asignados al voluntariado

La definición de los roles y tareas del voluntariado incluye una gama casi ilimitada de posibilidades, que se refieren a actividades tanto curativoasistenciales como preventivas y de promoción de salud. En muchos casos las tareas desempeñadas por el voluntariado no se limitan a uno solo de los ámbitos, sino que coexisten varias diferentes en un mismo programa.

El voluntariado se considera la piedra angular para el desarrollo de la «atención primaria»6-11, en los países en desarrollo, donde mejora su provisión y cobertura a un coste menor que otras formas de organización de los servicios12,13. En ellos los voluntarios llevan a cabo actividades básicas de salud14-16 de atención individual (administrar vacunas15,17, monitorizar el estado nutricional de los niños y distribuir suplementos nutricionales10, prevenir y atender las diarreas y deshidrataciones18, diagnosticar y tratar la malaria y prestar cuidados pre y posnatales19 y primeros auxilios17), así como de higiene ambiental y de alimentos18,20,21.

En los países desarrollados las prácticas que se recogen en los artículos revisados están relacionadas con actividades de promoción de salud, actuando los voluntarios como consejeros o educadores de otros miembros de sus comunidades en temas como la sexualidad en adolescentes o el consumo de drogas22,23; la ayuda mutua24 y el apoyo social25-27; así como en la prevención de enfermedades, especialmente cáncer y cardiovasculares, mediante el apoyo para reducir los factores de riesgo28, o el acercamiento de los programas existentes de detección precoz a población no cubierta por los mismos29-32.

El voluntariado constituye también un mecanismo para proporcionar a la comunidad mayor control sobre su salud, identificando sus necesidades y desarrollando soluciones. La propia acción de formar a miembros de la comunidad como agentes de salud30,31,33,34, y la dinámica que esto crea en su interior, es en sí misma una estrategia de desarrollo comunitario, además de que potencian grupos y redes sociales que actúan como difusoras y refuerzan los mensajes de salud. Los voluntarios que proceden de las comunidades en las que actúan pueden comunicarse con sus miembros más fácilmente e influir en sus actitudes, creencias y comportamientos, ayudándoles a tomar decisiones relativas a la salud34-36.

Aspectos prácticos de su puesta en marcha y mantenimiento

Selección de las personas voluntarias. Es aconsejable seleccionar al personal voluntario una vez se ha establecido el plan para su integración, ya que determinadas cuestiones especificas (incentivos, duración del compromiso, responsabilidades y roles, necesidades) conviene discutirlas con los interesados30.

Se recoge extensamente en la literatura la conveniencia de que los voluntarios procedan de la comunidad o población en la que se vaya a llevar a cabo el programa7,24,29,30,32,35,37,38, pues el hecho de compartir idioma, creencias religiosas y características sociales y étnicas mejora el compromiso de las personas y la continuidad y efectividad de las acciones9,38,39.

Otros criterios a tener en cuenta son experiencia previa, habilidades para la comunicación y las relaciones interpersonales, conocimiento de la comunidad y compromiso con las tareas a desarrollar34. En ocasiones los criterios vendrán determinados por la Administración o los profesionales, y en estos casos se suelen primar aspectos como educación, edad, residencia10,19,36, mientras que cuando son fijados por la comunidad habitualmente se pretende que los seleccionados reflejen su diversidad social y cultural35 o la influencia que tienen entre sus iguales30. La decisión final de la selección puede estar en manos de los representantes de la comunidad6,9,13,17,40,41, de los profesionales8,14 o de ambos18.

Respecto a la relevancia de los criterios de selección, en algunas de las publicaciones se hace referencia a que el sexo, la edad, la educación o la religión no están asociados a la calidad de la practica del voluntariado6,36. Por el contrario, la madurez e interés de las personas, su actitud responsable y habilidades de comunicación y su integración y credibilidad en la comunidad son factores decisivos para su impacto6,17,27,30.

 

Formación del voluntariado. Una formación, inicial y continuada, de ca lidad, se considera necesaria, cuan do no imprescindible, para el desarrollo de su trabajo, y sin ella peli gra la calidad de las actuaciones8,11,12,15,19,33,39,42,43 y el compromiso de los voluntarios17,37.

Las decisiones sobre el currículo deberían estar basadas en las necesidades del programa, de la comunidad y de los voluntarios9,30,34,36. Será conveniente que la formación se lleve a cabo, en la medida de lo posible, en la comunidad en la que se va a actuar9,11,18,44,45 porque esto facilita el trabajo posterior y mejora la motivación40, además de reducir los costes.

Se requiere que los métodos de enseñanza sean variados, prefiriéndose el uso de la educación informal, participativa y no tradicional (rol-playing, debates, demostraciones, trabajo de campo) por ser más efectiva y apropiada10,17,21. Las sesiones de formación han de ser flexibles para adaptarse a las necesidades de los voluntarios y tener en cuenta sus diferentes niveles de aprendizaje y el de las personas a las que se van a dirigir30.

Formas de seguimiento y evaluación

Supervisión del trabajo voluntario. Una vez los voluntarios hayan iniciado sus actividades, la supervisión es un factor decisivo en su acción y motivación8,11,12,16,19,43, por lo que se deben desarrollar mecanismos para establecer los objetivos de trabajo con ellos y asegurar que reciben información regularmente9. Esto es tan importante que se recomienda, incluso, evitar la implicación de voluntariado que después no pueda ser apoyado adecuadamente12.

Los supervisores han de prestar mayor atención al proceso y a los problemas que se presenten9,10 que al contenido de las actividades de los voluntarios dentro de la comunidad; deben facilitar su relación con ella, más que monitorizarlos. Dadas las dificultades para llevar a cabo la supervisión, se pueden realizar de forma grupal o promover el feedback entre ellos9.

La satisfacción del voluntariado con su trabajo es un factor que afecta al tiempo de permanencia en el mismo40, y teniendo en cuenta que el abandono de sus tareas crea alteraciones frecuentes en los servicios y esfuerzos de selección y formación15, es uno de los temas clave en el seguimiento. El mantenimiento de la motivación y la satisfacción del voluntariado están relacionados con factores individuales como la necesidad de desarrollo personal, la intención de adquirir capacidades y habilidades personales, la búsqueda de recompensas o el deseo de ayudar a otros9,17,27. Por ello se recomienda el uso de pequeñas recompensas que puedan estimular su actividad8,10,15,24 y garantizar la viabilidad del proyecto7,17.

El voluntariado actúa como el principal vinculo entre la comunidad y el sistema de salud11,13,46,47, y esto es importante pues legitima y da credibilidad al voluntario8, pero conseguir esto no siempre es fácil, y se recomienda aprovechar las oportunidades que ofrecen la existencia de organizaciones comunitarias y el contacto frecuente con ellas17.

 

Evaluación de la actividad voluntaria. La evaluación de este tipo de acciones suele ser participativa, implicando en ella a la comunidad (miembros, líderes, familias, madres)9,11,13,14,16,33,36,43,45 y a los propios voluntarios6,11,13,16,17,35,43, así como al personal de salud6,14,26,36. Para recoger la información necesaria pa ra la valoración del trabajo de los voluntarios se han utilizado en la mayoría de los casos entrevistas a los propios voluntarios11,13,17,19,26,48, a representantes de la comunidad11,13,16,19,28,33,43,45,48 o al personal sanitario26. También se han empleado otro tipo de técnicas, como la observación de grupos o los juegos de roles estructurados30,35.

Los principales desafíos en este apartado son las dificultades de evaluar proyectos con objetivos de «empowerment»39 y en los que los beneficios derivados de la implicación del voluntariado son indirectos y a largo plazo12, existiendo escasa experiencia en investigación evaluativa sobre equidad, coste y participación13.

Resultados obtenidos en términos de ganancia en salud y calidad de los servicios

Los artículos que describen proyectos de desarrollo de voluntariado presentan una serie de conclusiones sobre su potencial rol y los factores relevantes para su integración en los proyectos de salud de manera efectiva. En general, adjudican a la actuación del voluntariado un significativo impacto en la salud de la poblacion7,13,15,16, con disminución de la morbilidad y mortalidad18,44 y de factores de riesgo28,29 en el establecimiento y consolidación de programas preventivos10,15,29,31,44,49 y en la consecución de objetivos de desarrollo comunitario, participación ciudadana y empowerment13,35,39.

Algunos señalan, sin embargo, que aunque en el voluntariado aumentó la cobertura y equidad del servicio a un coste menor, no se consiguió un impacto demostrable en la salud de la población o en la calidad de los servicios12; o no fueron capaces de movilizar a la comunidad para las tareas de salud pública propuestas14. La evidencia, en cualquier caso, sugiere que en general el potencial del voluntariado no ha sido desarrollado todavía en su totalidad12.

Discusión

Según los resultados de la revisión realizada, parece que el voluntariado tiene unas funciones importantes en los servicios de salud, especialmente en relación con la mejora en la equidad, calidad y coste de los mismos. Si nos referimos en concreto a sus posibilidades en un futuro próximo en los países desarrollados, habría que tener en cuenta que la existencia de servicios sanitarios de amplia cobertura, y de personal de salud profesionalizado, limita el campo de acción del voluntariado a parcelas determinadas, aunque no por ello con menor impacto en la salud. Parece, según la bibliografía analizada, que este recurso de salud sería de utilidad, sobre todo, para paliar algunos de los problemas nuevos que sufren en la actualidad las sociedades llamadas desarrolladas. Nos referimos al deterioro de las redes sociales de apoyo, por el proceso de urbanización y migración, y a la integración de grupos de población socialmente desfavorecidos o con necesidades especiales. Así pues, las funciones del voluntariado serían fundamentalmente de promoción de la salud, de mejora de la accesibilidad y de complemento de la labor asistencial preventiva a inmigrantes, minorías étnicas y grupos socialmente desfavorecidos, y de facilitar el desarrollo de los autocuidados y la ayuda mutua. Actúan como un puente entre el sistema formal de prestación de servicios y el sistema comunitario de apoyo social informal, y en el caso de que éste no exista, pueden facilitar su establecimiento.

En la revisión de la literatura realizada no se han encontrado referencias de experiencias de voluntariado en salud llevadas a cabo en España, ni publicadas en las revistas españolas incluidas en MEDLINE. Se ha completado la revisión, para contextualizar los resultados en la realidad española, con una búsqueda hasta el primer trimestre de 1998 en MEDLINE (limitándola a las revistas españolas) y de los tres últimos años en el IME. En la primera se ha obtenido únicamente un artículo50, mientras que en el IME se han encontrado 17, que se refieren al voluntariado, según la definición operativa5. En general, las experiencias recogidas en revistas de servicios sociales no tratan de experiencias en actividades de salud, aunque incluyen aspectos organizativos y de motivación del voluntariado que pueden ser de utilidad por su aplicación más general51,52.

Pensamos que nuestros resultados no suponen que no existan experiencias de voluntariado en salud en nuestro país, sino más bien que al trabajar con publicaciones en revistas científicas estamos contemplando únicamente la «punta del iceberg» de la realidad existente. Probablemente, las habilidades para la publicación científica de las personas que desarrollan esas actividades y las políticas editoriales de las revistas a las que nos referimos suponen una barrera a la publicación de experiencias prácticas en este y otros aspectos de atención a la salud. De hecho, en otro tipo de fuentes como comunidad, la publicación periódica del Programa de Actividades Comunitarias en Atención Primaria, se recogen algunas experiencias con voluntariado53.

Se podría pensar también que la estrategia de búsqueda utilizada no sea la más correcta, y que se deberían haber usado otras palabras clave, como por ejemplo participación comunitaria, dada la interrelación entre los dos términos, como comentaremos posteriormente. El hecho de que la estrategia haya funcionado para la literatura anglosajona, y nuestra experiencia en un trabajo previo de revisión de las publicaciones sobre participación comunitaria en la revista ATENCIÓN PRIMARIA54, en la que únicamente se detectó una con voluntariado55, descarta en gran medida esa hipótesis.

Como decíamos, una de las mayores dificultades para este estudio ha sido la decisión sobre la definición operativa de voluntariado. La elegida, «el trabajo desarrollado fuera de la familia inmediata, no remunerado directamente y elegido libremente»5, excluye a las personas que realizan cuidados a miembros de su familia, a las que establecen una relación laboral remunerada por la prestación o las que no lo eligen libremente (por ejemplo, los objetores de conciencia en su prestación social sustitutoria). Es, por lo tanto, una definición restrictiva, pero que además de tener la ventaja de su delimitación clara del campo, coincide en sus aspectos fundamentales con autores como Marco Marchioni56 y Ariel Jerez57, que han estudiado y trabajado el tema en nuestro entorno.

Hay que puntualizar que los voluntarios no son los únicos que desde el sector de cuidados no profesionales pueden realizar esas funciones. El voluntariado se diferencia de otras personas que trabajan en este sector (health aiders, lay health advisors, health educators, community health workers) en que no reciben remuneración directa por el trabajo llevado a cabo. De hecho, en la revisión realizada, hemos podido comprobar que trabajos semejantes han sido abordados indistintamente por voluntarios o por personas contratadas (no profesionales), incluso con el mismo perfil social.

El concepto de voluntariado ha evolucionado con el tiempo, persistiendo en la actualidad planteamientos muy distintos, desde la filantropía individual más clásica o «altruismo pietista caritativo» a la acción colectiva solidaria, cooperativa y políticamente consciente57,58.

También existen diferentes clasificaciones del voluntariado atendiendo a las formas de organización. Según Colozzi59, hay que distinguir entre servicio voluntario individual (trabajadores voluntarios) y servicios de voluntariado (prestados por organizaciones o grupos de voluntariado). Dentro de estos últimos, y en lo que se refiere exclusivamente al sector sociosanitario, según este mismo autor se pueden encontrar: «grupos de servicios» caring organizations»), llamados así cuando se prestan servicios a personas que no pertenecen al grupo y que tienen una necesidad específica; «grupos de autoayuda» self-help») cuando los miembros del grupo comparten un problema o necesidad en común; «grupos de presión», los que sensibilizan a la opinión pública, promueven iniciativas políticas y defienden los derechos de los afectados o la población general.

Por último, dentro de la discusión conceptual, quisiéramos referirnos brevemente a la relación entre voluntariado y participación comunitaria. Según se recomienda7,24,29,30,32,35,37,38,55, es conveniente que las personas que trabajen como voluntarias procedan de la propia comunidad donde se va a desarrollar la actividad. Esto facilita la adaptación de la acción a la misma y la relación entre los servicios de salud y la comunidad. Pero además es una manera de que la comunidad participe y se responsabilice socialmente en la solución de sus problemas56. Estos planteamientos son, probablemente, útiles para disminuir las desigualdades en salud determinadas por factores sociales, a las que, hasta ahora, el sector sanitario no ha sabido dar una respuesta adecuada. Así como para promover la participación real de la comunidad, de los usuarios, en la planificación y gestión de los servicios de salud, adaptándolos a sus necesidades.

Si en España no se ha desarrollado más el voluntariado en salud hasta el momento, probablemente haya sido por la existencia de redes sociales familiares y del entorno próximo (amigos, vecinos), que han prestado cuidados a las personas que los precisaban, haciendo innecesario el trabajo voluntario. Sin embargo, los cambios sociales actuales, que nos asemejan cada vez más a estilos de vida de otros países europeos (vida urbana, movilidad geográfica, falta de tiempo libre, perdida de las redes sociales próximas, restricciones en las prestaciones de los servicios de salud, aumento de la esperanza de vida y las discapacidades) hace prever un desarrollo creciente del voluntariado.

Por ello es importante aprender de las experiencias existentes bien en el campo de la salud en otros países, bien en este y otros sectores en España. En cualquier caso, la planificación del trabajo de los voluntarios debe realizarse de manera cuidadosa, valorando su necesidad y pertinencia, y disponiendo los recursos necesarios para que el trabajo que realicen sea eficaz y de calidad, y esto supone una selección, formación y seguimiento adecuados de los mismos. Las expectativas poco realistas, la improvisación o adjudicación de tareas a personas o entidades sin experiencia práctica, la consideración de estos cuidados como caridad o la falta de evaluación de los mismos, podría llevar a la frustración de los voluntarios, la confusión de los usuarios y la negligencia en su atención, y a la perdida de credibilidad de los servicios. Habrá que tener en cuenta, por lo tanto, que los beneficios económicos tal vez no estén tan claros o no se perciban a corto plazo, sino que más bien será necesario invertir recursos en la formación y apoyo de los voluntarios si se quiere que tengan un impacto en la salud de la población y en la calidad y coste de los servicios.

El voluntariado puede ser un complemento adecuado a los servicios de salud, especialmente en atención primaria, en el sentido de que pueden aportar aquellos cuidados que superan las posibilidades y funciones de los profesionales sanitarios (acompañamiento, ayuda doméstica y otros). La coordinación entre unos y otros es necesaria para que el servicio se preste adecuadamente y tanto los que lo reciben como las personas voluntarias y las profesionales se sientan satisfechos60, 61.

La Ley del Voluntariado62 proporciona el marco adecuado para su desarrollo, y será función de los responsables de los servicios y programas desarrollarlo teniendo en cuenta los aspectos organizativos, entre los que es fundamental la coordinación con los servicios sanitarios, y los aspectos de selección, formación y motivación del voluntariado58.

La situación actual de interés por la reforma de los servicios sanitarios presenta una oportunidad para el desarrollo del voluntariado, pero queda todavía un largo camino por andar en este tema, existen importantes interrogantes sobre dónde y cómo se podrían potencian sus beneficios, sobre su integración en los servicios sanitarios de manera que colaboren con otros profesionales para mejorar las prestaciones y no para sustituirlas, sobre financiación y sostenibilidad de sus actuaciones. Para recorrerlo será necesario llevarlo a la práctica, acumular y comunicar las experiencias que se produzcan y potenciar la investigación relevante al respecto.

Agradecimientos

A Carlos Álvarez-Dardet y a Jaime Latour por los comentarios críticos del trabajo presentado. Al equipo SUPER (Maria Koelen, John Ashton, Gwen Boonekamp et al) por haber hecho posible el desarrollo del proyecto. A todas aquellas personas que en Liverpool hicieron posible la superación de las dificultades.

 

Parcialmente financiado por el programa Human Capital and Mobility de la Unión Europea, dentro del marco del Proyecto «European Food And Shopping Research Programme».

Bibliografía
[32]
Eng E..
The Save our Sisters Project. A social network strategy for reaching rural black women..
Cancer, 72 (1993), pp. 1071-1077
[33]
Álvarez Larrauri S, Álvarez Larrauri C, Jufresa Carreras J..
Learning to prevent dehydration in distant Mexican communities and markets..
Soc Sci Med, 38(11) (1994), pp. 1499-1507
[34]
Black MM, Dubowitz H, Hutcheson J, Berenson Howard J, Starr RH Jr..
A randomized clinical trial of home intervention for children with failure to thrive..
Pediatrics, 95(6) (1995), pp. 807-814
[35]
Schlaff AL..
Boston's Codman Square Community partnership for health promotion..
Public Health Rep, 106(2) (1991), pp. 186-191
[36]
Mangelsdorf K..
The selection and training of primary health care workers in Ecuador: issues and alternatives for public policy..
Int J Health Serv, 18(3) (1988), pp. 471-493
[37]
Justice J..
The invisible worker: the role of the peon in Nepal's health services..
Soc Sci Med, 17(14) (1983), pp. 967-970
[38]
Bastien JW..
The making of a community health worker..
World Helth Forum, 11 (1990), pp. 368-372
[39]
Quigley P, Ebrahim GJ..
Women and community health workers promoting community health and development..
J Trop Pediatr, 40(2) (1994), pp. 66-71
[40]
Mayombana C, Jenkins J, Savigny D, Tayari S, Lubomba G, Burnier E et al..
Training of village health workers in Tanzania: a comparison of two approaches..
Trop Doct, 20 (1990), pp. 63-67
[41]
Kartikeyan S, Chaturvedi RM..
Community health volunteers: a waste of precious resources? [letter]..
World Health Forum, 12(3) (1991), pp. 341-342
[42]
Menon A..
Utilization of village health workers within a primary health care programme in Gambia..
J Trop Med Hyg, 94 (1991), pp. 268-271
[43]
Elder JP, Louis T, Sutisnaputra O, Sulaeiman NS, Ware L, Shaw W et al..
The use of diarrhoeal management counselling cards for community health volunteer training in Indonesia: the Health Com Project..
J Trop Med Hyg, 95(5) (1992), pp. 301-308
[44]
Ahmed UN, Zeitlin MF, Beiser AS, Super CM, Gershoff SN..
A longitudinal study of the impact of behavioural change intervention on cleanliness, diarrhoea morbidity and growth of children in rural Bangladesh..
Soc Sci Med, 37(2) (1993), pp. 159-171
[45]
Chamberlain A..
Learning from each other: inspiration and example from Nicaragua..
Community Dev J, 28(1) (1993), pp. 31-37
[46]
Das PK, Shukla KP, Ory FG..
An occupational health programme for adults and children in the carpet weaving industry, Mirzapur, India: a case study in the informal sector..
Soc Sci Med, 35(10) (1992), pp. 1293-1302
[47]
Stillman FA, Bone LR, Rand C, Levine DM, Becker DM..
Heart, body, and soul: a church-based smoking-cessation program for Urban African Americans..
Prev Med, 22(3) (1993), pp. 335-349
[48]
Singh B, Bharel SM, Amar S..
Training young volunteers in health promotion [letter]..
World Health Forum, 16(3) (1995), pp. 275-276
[49]
Kingsbury NM, Hall JC..
Provision of health education program for prescholers: a demonstration project using volunteers..
Early Child Dev and Care, 36 (1988), pp. 91-100
[50]
El voluntariado y los movimientos de autoayuda. An Esp Pediatr 1997; espec. 1 (Part 1): 105-107.
[51]
Doc Soc 1996; 104.
[52]
Botia-Villareal C, González-Sierra M, Taché-Sererols P, Viturtia-Candel F..
Una experiencia de participación en el campo del voluntariado social..
Rev Treb Soc, 134 (1994), pp. 100-103
[53]
Programa de Actividades Comunitarias en Atención Primaria..
Contactos: red de actividades comunitarias..
Comunidad, 0 (1997), pp. 10-26
[54]
Descripción de la participación comunitaria en la planificación de las actuaciones realizadas en la revista Atención Primaria en los años 1994-96. (Tesina) Valencia: Institut Valencià d'Estudis en Salut Pública, 1997.
[55]
Camara-Medina C, Pérez-García A, Quesada-Lupiánez P, Sánchez-Catalejo E..
Intervención con agentes comunitarios en programas de inmunizaciones en la comunidad gitana..
Aten Primaria, 13(8) (1994), pp. 415-418
[56]
La utopía posible. La intervención comunitaria en las nuevas condiciones sociales. Santa Cruz de Tenerife: Benchomo, 1994.
[57]
Introducción. En: Jerez A, coord. ¿Trabajo voluntario o participación? Elementos para una sociología del tercer sector. Madrid: Tecnos, 1997; 15-25.
[58]
¿Qué conduce a la solidaridad colectiva? Doc Soc 1996; 104: 69-80.
[59]
El papel del voluntariado en los servicios sociosanitarios. En: Pierpaolo D, ed. Manual de sociología de la salud. Madrid: Díaz de Santos, 1994; 233-255.
[60]
Burgos-Varo ML, Muñoz-Cobos F, Espinosa-Almendro JM, Salazar-Agullo JA..
Participación del voluntariado en un centro de salud..
Rev Treb Soc, 130 (1993), pp. 49-54
[61]
Colectivo de DTS de Sant Joan de Déu..
Servesis de Salut Mental. El voluntariado social en salud mental..
Rev Treb Soc, 128 (1992), pp. 94-102
[62]
Ley 6/96 del Voluntariado de 15 de enero de 1996.
Opciones de artículo
es en pt

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?

Você é um profissional de saúde habilitado a prescrever ou dispensar medicamentos

Quizás le interese:
10.1016/j.aprim.2024.103134
No mostrar más