Sres. Directores: Entre los efectos secundarios de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) se han comunicado la aparición de síntomas como temblor, nerviosismo, sensación de mareo, sudación, etc., que si resultan coincidentes pueden remedar una crisis hipoglucémica1.
Presentamos el caso de una mujer de 43 años de edad, con antecedentes familiares de diabetes mellitus no insulinodependiente (madre), que padece de distimia en tratamiento con 20 mg de fluoxetina en dosis única matutina y con bromazepam a dosis de 1,5 mg 2 veces al día, tratamiento que sigue de forma irregular con períodos de abandono de medicación. Consultó por presentar episodios repetidos de temblor, sensación de mareo y de hambre que aparecían a las 2 o 3 horas de la toma de fluoxetina y refería que cedían con la ingesta de alimentos. La exploración física era normal, con un IMC de 24, tensión arterial de 110/80, frecuencia cardíaca de 96 latidos/min, siendo, además, el hemograma y bioquímica general (glucosa, urea, colesterol, triglicéridos y ácido úrico) normales, así como también el ECG. Debido a la sospecha clínica de hipoglucemia, coincidiendo con uno de dichos episodios, se realizó una determinación de glucemia capilar (aproximadamente 3 horas después de desayunar) que fue de 68 mg/dl. Se llevó a cabo en 2 ocasiones curva de sobrecarga oral de glucosa en sangre venosa con resultados normales (glucemia basal de 110 mg/dl y a las 2 horas de 79 mg/dl). Tras la retirada de fluoxetina desaparecieron dichos episodios.
Revisada la literatura de los últimos 5 años sobre el tema, se describen entre los efectos secundarios de la fluoxetina la aparición de temblor (7,9%), nerviosismo (9,4%) y mareos (5,7%), así como una comunicación de asociación de varios síntomas (temblor, sudación, mareos y aturdimiento) en una paciente diabética insulinodependiente en tratamiento con 20 mg de fluoxetina, que se ingresó con sospecha clínica de hipoglucemia, descartándose ésta analíticamente2.
También se ha descrito la disminución de la glucemia basal en diabéticos obesos no insulinodependientes de hasta un 30% a los 3 y a los 6 meses de iniciar el tratamiento con fluoxetina a dosis de 60 mg/día, que no persistía al continuar el tratamiento3.
En un estudio a doble ciego cruzado con placebo y fluoxetina a dosis de 60 mg/día, realizado en pacientes obesos diabéticos no insulinodependientes y no diabéticos, con el objetivo de comprobar el efecto de dicho fármaco sobre la acción de la insulina, se demostró que la fluoxetina aumentaba la acción de la insulina periféricamente en los obesos diabéticos y disminuía la producción hepática basal de glucosa en los obesos no diabéticos. Al realizar el análisis multivariable en ambos grupos se comprobó que la fluoxetina aumentaba la acción periférica y hepática de la insulina en los pacientes obesos insulinorresistentes, fueran o no diabéticos4.
En resumen, y en relación con nuestro caso, no pudo demostrarse analíticamente la sospecha clínica de hipoglucemia; tampoco tenemos criterios clínicos ni analíticos que hagan sospechar insulinorresistencia en esta paciente. Por tanto, puede tratarse de una coincidencia de síntomas similares a los de una hipoglucemia como efecto secundario del fármaco. Tanto el temblor como la sensación de mareo pueden ser síntomas que remeden a los de una hipoglucemia por efecto secundario de la fluoxetina, pues aun tratándose de ISRS pueden tener una leve acción de bloqueo sobre la recaptación de otros neurotransmisores1. Dada la frecuente utilización de ISRS, en diabéticos y no diabéticos, creemos que el interés de esta comunicación radica en advertir de la posible confusión de los efectos secundarios del fármaco con una hipoglucemia. También es cierto que en nuestro caso se presentó, además, sensación de hambre junto con otros síntomas que cedieron tras ingesta y al suprimir el tratamiento, por lo que tampoco descartamos que se tratase de una hipoglucemia, aunque no hayamos podido demostrarlo analíticamente.