Introducción. Las lesiones de la piel son una de las consultas más frecuentes en atención primaria. Hay lesiones raras en las que la anamnesis nos puede encaminar hacia un diagnóstico.
Caso clínico. Mujer de 38 años sin antecedentes de interés que presentó, como manifestación inicial de su enfermedad, dos lesiones maculares, eritematosas, en la zona pectoral, de 4 * 4 cm de diámetro, bilaterales y en espejo. Eran descamativas y negativas con luz de Wood. Tres semanas después del primer brote aparecieron en el tronco lesiones de color gris-violáceo (fig. 1) no pruriginosas, no descamativas, de vitropresión negativa. El dermografismo era positivo.
Figura 1. Máculas grises/violáceas en la dermatitis cenicienta.
En la anamnesis sólo llamaba la atención que trabajaba en una cooperativa agraria y su marido era agricultor.
Ante la sospecha, por la anamnesis, de que pudiera ser una dermatitis cenicienta, realizamos una biopsia de una de las lesiones. En la anatomía patológica obtuvimos: células aisladas de citoplasma vacuolado en la capa basal epidérmica más infiltrado perivascular de células mononucleadas y melanófagos en la dermis.
Con esta anatomía y las características clínicas de la paciente diagnosticamos el cuadro de eritema discrómico perstans o dermatitis cenicienta.
Discusión y conclusiones. El eritema discrómico perstans (EDP) es una enfermedad infrecuente caracterizada clínicamente por la aparición de máculas asintomáticas de color gris ceniza o azulado1. Gradualmente pueden llegar a confluir cubriendo amplias zonas. La mitad superior del tronco, el cuello y las extremidades son las áreas que con más frecuencia resultan afectadas2. El prurito es inexistente.
Se postulan dos causas posibles: una inmunológica y otra asociada al contacto con nitrato de amonio.
Histopatológicamente, las microvesículas y la degeneración hidrópica de la basal son los acontecimientos primeros de la EDP. La presencia de melanosomas en la epidermis y la dermis, dando lugar a una hiperpigmentación azulada y difusa, y un infiltrado linfohistiocitario y de macrófagos cargados de melanina en la dermis, son las características de las fases más avanzadas.
Hay que diferenciarlo de otras dermatosis con hiperpigmentación difusa (enfermedad de Addison, hemocromatosis, etc.) y del liquen plano3 (en su fase terminal hiperpigmentada), con el que puede compartir el mecanismo etiopatogénico.
Es una enfermedad crónica y con tendencia a extenderse por zonas sanas. No hay tratamiento eficaz, salvo que se localice un elemento que puede ser causante y se aparte al paciente de ese foco, como ha sido el caso con los nitratos de amonio que se utilizan para fumigar.