Introducción
Para evaluar la carga del cuidador utilizamos en atención primaria la Escala de sobrecarga del cuidador de Zarit (EZ)1, validada en nuestro medio2 y ampliamente utilizada no sólo en estudios de dependencia, sino también en otras poblaciones3,4. Consta de 22 preguntas con 5 posibles respuestas (nunca, rara vez, algunas veces, bastantes veces, casi siempre), que puntúan de 1 a 5, y con un rango de 22 a 110 en la puntuación total, y que establece los diferentes grados de sobrecarga en función de la puntuación obtenida: ausencia de sobrecarga (≤ 46), sobrecarga ligera (47-55) y sobrecarga intensa (≥ 56). El principal inconveniente para su utilización es el tamaño y, por tanto, el tiempo que se emplea en su uso.
El objetivo del presente trabajo es evaluar qué escala reducida de la EZ proporciona mejores resultados para determinar la sobrecarga del cuidador del paciente dependiente en atención primaria.
Métodos
El estudio se desarrolló durante un año, entre abril de 2004 y abril de 2005, en el municipio de Vilaboa (Pontevedra). La población de este municipio en 2004 era de 5.853 habitantes, de los cuales 834 (14,3%) tenían una edad ≥ 70 años; en 758 se disponía de historia clínica abierta en el centro de salud. Todos los pacientes permanecieron en sus domicilios durante el estudio.
Para definir al paciente dependiente (PD) utilizamos el Índice de Katz para actividades básicas de la vida diaria en su versión numérica propuesta por el autor5. Consta de 6 áreas (bañarse, vestirse, utilizar el retrete, continencia, movilidad y alimentación) y se considera como dependiente o independiente contabilizando un punto por cada área de dependencia.
Definimos como PD al que tiene una puntuación ≥ 2 en la versión numérica del Índice de Katz, y CP a la persona que se dedica a ayudar en las necesidades básicas e instrumentales de la vida diaria del PD la mayor parte del tiempo.
Son criterios de exclusión la ausencia de un CP definido, la presencia de más de un CP, el CP de más de un PD, la duración inferior a 3 meses de cuidados, la presencia de algún acontecimiento vital estresante en el último mes (ingresos hospitalarios, fallecimiento o ingreso hospitalario de algún conviviente) y la negativa a participar. Con estos criterios quedaron excluidos 18 casos y fallecieron 3 pacientes durante el período de recogida de datos, por lo que finalmente se obtuvo una población de 63 parejas cuidador-dependiente.
Administramos la EZ a los 63 cuidadores para obtener la puntuación total, además de las puntuaciones en la escala reducida en cuidados paliativos6, las propuestas por Bédard et al7 y la versión reducida de la EZ japonesa8, descritas en la tabla 1. Finalmente, calculamos la sensibilidad (S), la especificidad (E), el valor predictivo positivo (VPP) y el valor predictivo negativo (VPN) de las diferentes escalas, con el programa Epidat versión 3.0.
Resultados
El CP es una mujer (92,1%), hija del PD (52,4%), sin estudios o con estudios primarios incompletos (52,4%), ama de casa (54%), que recibe ayuda de otros familiares (54%), con experiencia como cuidador previamente (54%), que lleva 3 años de cuidados y con sobrecarga ligera (EZ = 53,79; intervalo de confianza [IC] del 95%, 50,55-57,04). El número de CP sin sobrecarga fue de 21 (33,3%), con sobrecarga ligera de 14 (22,2%) y con sobrecarga intensa de 28 (44,4%). En la tabla 2 se muestran los resultados de las distintas versiones reducidas utilizadas, mientras que en la figura 1 se representan las distintas curvas ROC.
FIGURA 1 Curvas ROC. 1: EZ versión de cuidados paliativos; 2: EZ de Bédard reducida; 3: EZ de Bédard screening; 4: EZ japonesa reducida.
Discusión
En atención primaria es fundamental detectar al CP con sobrecarga para intentar actuar sobre él. Por un lado, el propio CP es un paciente con una elevada morbilidad9 e incluso mortalidad10, por el hecho de cuidar. Pero, además, cuando se estudian las variables que determinan la institucionalización del PD, son las del CP las que tienen más peso3.
En este trabajo encontramos un arma breve para este propósito. La versión de la EZ de cuidados paliativos tiene una S y un VPN del 100%, lo que nos permite captar a todos los CP con sobrecarga únicamente con 7 preguntas. Tiene, además, una E y un VPP elevados, con lo que pocos CP sin sobrecarga serán clasificados como con sobrecarga. La versión de Bédard reducida y la japonesa proporcionan valores inadmisibles, mientras que la versión de Bédard para cribado tiene valores de S y VPN también del 100% con E y VPP algo inferiores.
En conclusión, en este trabajo se presenta la EZ reducida utilizada en cuidados paliativos como una buena herramienta para detectar la sobrecarga del cuidador en el ámbito de la atención primaria.
Lo conocido sobre el tema
• La sobrecarga produce en el cuidador consecuencias físicas, psíquicas y económicas, e incluso es un factor de riesgo de mortalidad.
• La Escala de Zarit es una escala de 22 preguntas diseñada para valorar la sobrecarga del cuidador, ampliamente utilizada en estudios de dependencia en atención primaria.
• Hay diferentes escalas que intentan reducir la Escala de Zarit para disminuir el tiempo que se tarda en completarla, en distintas poblaciones y generalmente en el ámbito hospitalario.
Qué aporta este estudio
• La escala reducida que mejor se comporta en cuidadores principales de pacientes dependientes en atención primaria es la Escala de Zarit Reducida de Cuidados Paliativos.
• Esta escala reducida nos permite identificar a todos los cuidadores con sobrecarga únicamente con 7 preguntas.
Correspondencia:
A.A. Regueiro Martínez.
Centro de Salud Vilanova de Arousa.
As Rodas, s/n. 36620 Pontevedra. España.
Correo electrónico: regueiro@cmpont.es
Manuscrito recibido el 14-4-2006.
Manuscrito aceptado para su publicación el 20-12-2006.