Objetivos. Conocer el estado vacunal frente a la gripe y su distribución por sexos, edad y categoría profesional.
Pacientes y método. Estudio observacional descriptivo, transversal y multicéntrico realizado mediante una encuesta anónima autocumplimentada en junio de 2002, en los 7 centros sanitarios del área 19 de la Comunidad Valenciana, a un total de 291 profesionales.
Para un intervalo de confianza (IC) del 95% y una precisión del 5%, asumiendo la cobertura vacunal antigripal del 30%1, corrigiendo para poblaciones finitas y asumiendo un porcentaje de pérdidas del 29,3%2, la muestra necesaria es de 217 pacientes. Previa depuración de los posibles errores de trascripción, se realiza el análisis estadístico. Prueba: *2; medida de asociación: odds ratio (OR); programas informáticos: Excel y SPSS.
Resultados. El 75,6% del personal (220/291) cumplimenta la encuesta. La edad media es de 41,79 años (rango, 24 a 65 años). Un 27,3% (60/220) de los encuestados estaba vacunado, mientras que el 72,7% (160/220) no lo estaba.
Entre los varones está vacunado el 35,6% (31/87) y entre las mujeres el 21,3% (28/131); (p = 0,025; OR = 1,98; IC del 95%, 1,04-3,79).
Se han estudiado 12 categorías profesionales (p = 0,025). Los resultados de las 6 con mayor número de integrantes se exponen en la figura 1. Señalaremos que entre los fisioterapeutas, trabajadores sociales, técnico especialistas en radiodiagnóstico, matronas e higienistas dentales no hay ningún vacunado. Al analizar la vacunación sólo de médicos y enfermeros, la cobertura total aumenta de un 27,3 a un 34,7% (p = 0,0003; ORAB-CDE = 4,14; IC del 95%, 1,74-10,17).
FIGURA 1. Porcentaje de vacunados en los distintos grupos de profesionales.
A continuación se describen los grupos de edad junto con la cobertura de la vacuna. Menores de 30 años, 17,6%; entre 30 y 40 años, 22,2%; entre 40 y 50 años, 28,7%, y mayores de 50, 32,1% (p = 0,081; OR = 1,54; IC del 95%, 0,78-3,07).
Discusión y conclusiones. No se ha encontrado ningún artículo que recoja la cobertura antigripal de todas las categorías profesionales de atención primaria en un área de salud completa. Asimismo, al ser anónima la encuesta, además de no existir obligación institucional de vacunarse, se incrementa la validez de los resultados.
Los resultados muestran una alta participación en la encuesta y una baja cobertura vacunal, tal y como ocurre en otros trabajos consultados1,3-6, en los que incluso se describe cierta resistencia del personal a la vacunación.
La probabilidad de estar vacunado frente a la gripe siendo varón es un 98% mayor que siendo mujer.
La cobertura de la vacuna entre los profesionales sanitarios es mayor que entre el resto de los profesionales; la probabilidad de que el grupo formado por médicos y enfermeros esté vacunado frente a la gripe es un 314% mayor que la del grupo formado por el resto de los profesionales. A la hora de realizar intervenciones con el fin de aumentar la cobertura de la vacuna, hay que tener en cuenta las categorías con un porcentaje nulo de vacunados y valorar la utilidad de la educación sanitaria en estos grupos.
Como en el trabajo de Elorza et al4, el porcentaje de vacunados aumenta con la edad. Es probable que si se aumentara la muestra, el resultado fuese significativo, ya que para este parámetro las respuestas se reducen a 211. Esta relación entre el aumento de la vacunación y la edad posiblemente se deba a una mayor sensibilización hacia las medidas preventivas al acercarse a la edad del grupo de riesgo de mayores de 65 años, a una mayor presencia de enfermedades crónicas que haría a estos pacientes más susceptibles para la vacunación, y al peso de la experiencia en el propio criterio personal sobre vacunarse.
Es evidente que la cobertura actual entre los profesionales debe ser incrementada, dada su importancia para evitar la transmisión del virus a los pacientes y proteger a los propios profesionales. Conociendo los diferentes factores que pueden influir en la falta de vacunación, las estrategias a seguir para aumentar la cobertura tendrían una mayor probabilidad de éxito.