Sres. Directores: En los últimos años se está produciendo un cambio demográfico, con una rectangularización de la pirámide poblacional, a expensas de los estratos de más edad (>65 años) en los países desarrollados.
Hay actualmente en el mundo 390 millones de personas mayores de 60 años y se estima que se alcanzará la cifra de 1.000 millones alrededor del año 20001. En nuestro ámbito de estudio, según el último censo, hay 1.200 ancianos del sexo masculino y 1.647 del femenino, y como habitualmente los ancianos presentan una problemática multidimensional2-4, una de las unidades asistenciales (con 1.970 pacientes, 313 de ellos mayores de años) ha querido efectuar un estudio de los factores de riesgo asociados a deterioro cognitivo en estas personas, aplicando el Test de Estadificación Riesgo de Deterioro Cognitivo de Hughes y la Encuesta de Deterioro Woodside Health de Glasgow (tabla 1) en una muestra de 100 personas seleccionadas al azar por el método estadístico aleatorio simple, detectándose un grado de deterioro importante en aproximadamente dos tercios de la población estudiada. Respecto a la estadificación de riesgo de deterioro, también dos tercios de la población se halla en estadios avanzados, que van desde la pérdida de memoria a la demencia grave. Un 50% está en el estadio de riesgo de demencia.
Los resultados del Test de Woodside Health de Glasgow han sido que, a pesar de no encontrar ningún factor de riesgo en un 35%, en el 23% había uno, 2 en el 16%, 3 en el 15%, 4 en el 4%, 5 en el 4%, 6 en el 1%, 8 en el 2% y ningún caso de más de 8, sobre un total de 10 factores de riesgo.
En el estudio Test de Estadificación de Hughes, se ha detectado que un 17% se encuentran en el estadio 0 de independencia total para cualquier tipo de actividad social, el 36% en el 0,5 es decir con pérdida de memoria propia de la edad, un 31% en el estadio 1 de demencia leve, el 9% en el 2 o de demencia moderada y un 7% en el 3 de demencia grave.
Evidenciándose, por tanto, que un 50% de casos de demencia en el total de esta población según el Test de Estadificación de Hughes, y según el Test de Woodside de Glasgow, el 50% presenta 3 o más factores de riesgo de deterioro cognitivo.
Atendiendo a la alta prevalencia de deterioro cognitivo detectada en los ancianos estudiados, con un método tan rápido y sencillo como son los tests geriátricos, recomendamos su utilización en la práctica asistencial diaria, como un instrumento eficaz para diagnosticar este tipo de patologías, que en algunos casos podrían estar infravaloradas dada la edad avanzada de los pacientes. No se han hallado diferencias debidas al sexo en la muestra estudiada.
El paciente anciano requiere una atención multidisciplinaria5,6 mucho más asequible, efectiva y económica si se efectúa desde el ámbito de la asistencia primaria. El uso de estos tests (por parte de médicos, enfermeras o diplomadas sociales) tiene una repercusión positiva e inmediata en la calidad de la asistencia y, por tanto, secundariamente, en su propia calidad de vida.