Objetivo. Evaluar el seguimiento de un programa de salud bucodental en una población escolar, realizando las actividades descritas en el R.D. 63/19951, en un centro de atención primaria durante 4 años (1988-2001).
Diseño. Estudio epidemiológico, transversal o de prevalencia2, útil para enfermedades crónicas como la caries3, usado como instrumento de medida del diseño antes-después4.
Emplazamiento. Centro de atención primaria de Guitiriz (Lugo).
Participantes. Población escolar de 6 a 13 años (primero de EGB a segundo de ESO) de los Ayuntamientos de Guitiriz, Begonte, Rábade, Outeiro de Rei y Friol (Lugo).
Mediciones principales. Siguiendo las recomendaciones de la OMS5,6, utilizamos los siguientes índices (tabla 1):
Índices de enfermedad: prevalencia de caries y cod a los 6 años, prevalencia de caries y CAOD a los 12.
Índices de actividad: irI a los 6 años e IR a los 12.
Las variables se evaluaron mediante exploración anual de los escolares en sus respectivos centros.
Resultados. Se describen en la tabla 1. A los 6 años, la prevalencia disminuye del 56,41% en 1988 al 47,83% en 2001; sin embargo, aumenta el número de piezas cariadas del 1,79% en 1998 al 1,92% en 2001 y baja el nivel de tratamiento del 20% en 1998 al 16% en 2001. Este grupo etario no recibió los efectos del programa. Sin embargo, a los 12 años, la prevalencia disminuye desde el 41,85% en 1998 al 27,99% en 2001; también el número de piezas cariadas se reduce desde el 1,61% en 1998 hasta el 1,36% en 2001 y el nivel de tratamiento aumenta desde el 46% en 1998 hasta 63% en 2001.
Conclusiones. 1. Los centros escolares son la piedra angular para la implantación de los programas de salud bucodental, ya que las revisiones anuales aumentan la captación y el acceso a los tratamientos preventivos y restauradores, se identifica a los grupos de riesgo para aplicarles las medidas oportunas y se podrá alcanzar prácticamente a la totalidad de la población escolar.
2. Los programas de salud bucodental reducen la prevalencia de las enfermedades, pero su instauración se limita a los mayores de 6 años, como se observa por la elevada presencia de enfermedad a esta edad y el descenso de la enfermedad a los 12 años.
3. La posibilidad de realizar programas asistenciales orales con un coste asequible en estas poblaciones es perfectamente viable, considerándose fundamental una correcta dotación de recursos humanos.