Introducción
La fractura de cadera es una de las patologías medicoquirúrgicas con mayor incidencia en la población adulta1. En España su incidencia oscila alrededor de 115 fracturas en varones y 250 en mujeres por cada 100.000 sujetos mayores de 45 años2. Estas cifras se manifiestan de forma especial a partir de los 65 años, siendo mucho más importantes en el sexo femenino. La edad de la población que presenta esta patología hace que las consecuencias tanto de morbilidad como de mortalidad sean muy importantes. Otra consecuencia de esta patología es la gran sobrecarga asistencial que generan en los servicios hospitalarios de traumatología.
En noviembre de 1995 la Unidad de Hospitalización a Domicilio del Hospital Juan Canalejo de La Coruña inició un programa de seguimiento domiciliario en pacientes intervenidos quirúrgicamente por patología traumatológica (fracturas de cadera, coxartrosis, gonartrosis)3,4, con el objetivo principal de disminuir la estancia media de estos pacientes en hospitalización convencional5.
Entre las actividades básicas del programa destacan: vigilancia de la herida quirúrgica, prevención de úlceras por presión, prevención de enfermedad tromboembólica mediante heparinas de bajo peso molecular, iniciar la recuperación funcional del paciente6 y control de enfermedades coexistentes.
Material y método
La Unidad de Hospitalización a Domicilio del Hospital Juan Canalejo, en funcionamiento desde hace 10 años, está constituida por 3 médicos de familia que realizan labor asistencial y por 5 enfermeras. Nuestra área de cobertura es la ciudad de La Coruña y los municipios limítrofes, lo que supone aproximadamente unos 300.000 habitantes.
El único criterio que tuvimos en cuenta para incluir a los pacientes en nuestro programa fue que contaran con un buen apoyo familiar, característica importante, ya que sería difícil poner en marcha una hospitalización a domicilio sin la colaboración familiar. En concreto, en este tipo de pacientes, se adiestró a la familia en la administración de heparinas de bajo peso molecular; en aquellos casos en que la familia no asumía esto, es nuestro personal de enfermería el que realiza dicha práctica.
Previamente al alta hospitalaria, la familia es informada sobre las características del programa y, si no existe ningún inconveniente, el paciente es trasladado a su domicilio, siendo visitado al día siguiente por su médico y la enfermera correspondiente.
Hemos realizado un estudio descriptivo longitudinal, mediante la revisión retrospectiva de las historias clínicas de los pacientes con patología traumatológica intervenidos quirúrgicamente (fracturas de cadera, coxartrosis, gonartrosis) en los seis primeros meses de funcionamiento del programa.
Se valoraron los siguientes datos: número de pacientes atendidos, edad, días de estancia en hospitalización convencional, días de seguimiento domiciliario por parte de nuestra unidad, número de visitas domiciliarias médicas y de enfermería que precisaron.
La estancia media en hospitalización convencional de los pacientes incluidos en nuestro programa fue comparada con la que generaron el año anterior en el servicio de traumatología el mismo tipo de patologías.
Resultados
El número total de pacientes atendidos en los seis primeros meses de funcionamiento del programa fue de 70, siendo 34 las fracturas de cadera, con una edad media de 73,97 años; 24 los pacientes con coxartrosis, con edad media de 59 años, y 12 los que presentaban gonartrosis, con edad media de 70 años (tabla 1).
Los pacientes con fractura de cadera precisaron una media de 13 días de seguimiento domiciliario, las coxartrosis, 9,2 días, y las gonartrosis, 14,50 días.
Los pacientes con fractura de cadera precisaron una media de 2,91 visitas médicas y 5,85 de enfermería; los pacientes intervenidos por coxartrosis, 2,33 visitas médicas y 4,75 de enfermería; los pacientes intervenidos por gonartrosis, 2,91 visitas médicas y 7 de enfermería.
La estancia media en hospitalización convencional (tabla 2) de los pacientes de nuestro programa con fractura de cadera fue de 11,9 días, con una desviación estándar de 12,40, un máximo de estancia hospitalaria de 67 días y un mínimo de 4. La estancia media de este tipo de patología en traumatología en 1995 fue de 15,93 días, con una desviación estándar de 15,24.
La estancia media de los pacientes de nuestro programa intervenidos quirúrgicamente por coxartrosis fue de 8,5 días, con una desviación estándar de 4,28, un máximo de estancia hospitalaria de 27 días y un mínimo de 5. La estancia media de esta patología en 1995 fue de 14,92 días, con una desviación estándar de 6,18.
La estancia media de los pacientes intervenidos por gonartrosis fue de 9,6 días, con una desviación estándar de 4,58 con un máximo de 23 días y un mínimo de 5, siendo la estancia media en 1995 de 13,3 días, con una desviación estándar de 5,2.
Discusión
De los resultados que se han expuesto anteriormente, se concluye que es posible disminuir la estancia media en hospitalización convencional de este tipo de pacientes, sin que su seguimiento domiciliario genere sobrecarga asistencial del personal médico y de enfermería de nuestra unidad.
Podemos afirmar que la calidad de vida de los pacientes que hemos atendido en nuestro programa mejora de forma importante, ya que disminuye la morbilidad que la estancia hospitalaria genera y el paciente permanece en contacto con su entorno habitual durante su convalecencia precoz.
Uno de los objetivos de este artículo es demostrar cómo una buena coordinación entre la atención primaria y la especializada puede contribuir de forma importante a reducir la estancia hospitalaria de los pacientes, sin que por ello se pueda sobrecargar excesivamente el personal de atención primaria.
Las unidades de hospitalización a domicilio no pretenden ser un sustituto de la atención domiciliaria de los equipos de atención primaria, sino tan sólo un medio de enlace con la atención especializada, estando destinada su actividad a aquellos pacientes que precisan cuidados frecuentes y/o especiales.