Sres. Directores: Desde la firma del Convenio Universidad-INSALUD, en la ciudad de Zaragoza se viene ofertando docencia de pregrado en 11 centros de salud urbanos. Desde el curso 1989-1990 cerca de 500 alumnos de sexto curso de medicina han tenido la oportunidad de aproximarse a las actividades que se realizan en atención primaria a través de los profesores asociados médicos durante un período de 3 semanas en horario de 10-13 horas, debiendo asistir a clases teóricas antes y después del período práctico. En Zaragoza estas rotaciones están organizadas por la Cátedra de Patología Médica del Departamento de Medicina y Psiquiatría del que dependen los profesores asociados.
En los cursos 1994-1995 y 1995-1996 se realizaron unas breve encuestas previa y final (totalmente anónimas) a una muestra aleatoria de 57 alumnos de prácticas. En la encuesta inicial se comprobó que un 42% de los alumnos tenían un concepto acertado de la atención primaria de salud (APS), entendiendo como tal atención integral, con dimensiones preventivas, asistenciales y rehabilitadoras dirigidas a individuos y a la comunidad. El 59% afirmaron conocer previamente las actividades de un centro de salud. El 58% manifestaron asistir vocacionalmente a tales prácticas. El 80% de los alumnos afirmaron tener un conocimiento insuficiente de los conceptos: programas, protocolos y educación para la salud aplicados a APS. El 98% de los alumnos manifestó que no se creían preparados en habilidades de práctica médica en el momento de la licenciatura. La encuesta realizada al final del período de rotación reveló que un 95% de los alumnos habían clarificado sus conceptos de atención primaria y trabajo en equipo. Un 74% de los mismos contestó que las horas de prácticas en el centro de salud eran escasas e insuficientes. Se pidió que valorasen del 0 al 10 una serie de elementos del centro de salud con las siguientes puntuaciones medias: acogida en el centro, 8,9; entrevista clínica a los pacientes, 8,2; uso de pruebas complementarias, 7,9; educación sanitaria, 8,5; sesiones clínicas, 7,5, y valoración del profesor asociado, 9,3.
Al final de la encuesta se requería mediante una pregunta abierta la valoración final del período de rotación. La mayor parte de los alumnos encuestados (76%) coincidieron en que la experiencia había sido muy positiva, pero que el período de rotación había sido muy corto. Un 15% comentaron que estas prácticas les ayudaban a comprender la importancia de la atención primaria y las diferencias con la medicina hospitalaria.
Las expectativas acerca de su capacidad para el ejercicio práctico no mejoraron significativamente después del período de rotación (93% al final versus el 98% inicial).
Se concluye que las prácticas clínicas en centros de salud durante el segundo ciclo de los estudios de medicina tienen un alto grado de aceptación entre los alumnos. La experiencia se considera parcialmente positiva por los alumnos (y profesores), pero se constata que es necesario un período de rotación de mayor duración con un horario de jornada completa durante al menos 3 semanas para que dichas prácticas tengan una mínima efectividad sobre las habilidades clínicas de los estudiantes de medicina, especialmente si se tiene en cuenta que el 60% de la actividad se desarrolla en APS.
