Objetivo. Determinar las necesidades sentidas en formación continuada (FC) por los profesionales de atención primaria (AP), en la Región de Murcia.
Diseño. Estudio descriptivo transversal mediante encuesta postal, autocumplimentada y anónima.
Emplazamiento. Nivel de atención primaria .
Participantes. La totalidad de los profesionales sanitarios (médicos, enfermeros y pediatras) de AP de la Región de Murcia (n = 1.052).
Mediciones y resultados principales. Se recibieron un 37,93% de encuestas (n = 399): 39,14% para médicos, el 35,02% para enfermeros y el 43,5% para pediatras. De los profesionales que responden a nuestra encuesta, el 94,7% consideran que precisan FC y el 80,5% creen que ha de ser obligatoria. La principal fuente de aprendizaje son las revistas, aunque valoran más útiles los cursos. Las limitaciones para realizar FC son: incompatidad con el horario laboral, falta de financiación (sustituciones) y falta de tiempo para asistir a los cursos. Médicos, enfermeros y pediatras coinciden en que son áreas prioritarias para recibir FC la «organización del equipo de AP», la «protocolización y programación» y la «garantía de calidad».
Conclusiones. El profesional de AP que responde a nuestra encuesta considera que precisa formación continuada, que ésta ha de ser obligatoria, que los cursos impartidos por la Administración son útiles y las limitaciones para realizar FC son el tiempo y la financiación.
Objective. To determine the on-going training (OT) needs expressed by Primary Care professionals in the Murcia region.
Description. A descriptive, crossover study using a postal questionnaire, filled in anonymously by the subjects themselves.
Setting. Primary Care.
Participants. All the PC health professionals (doctors, nurses, paediatricians) in the Murcia region (n = 1052).
Measurements and main results. 37.93% of the questionnaires were returned (n = 399): 39.14% of doctors, 35.02% of nurses and 43.5% of paediatricians. 94.7% of respondents thought that OT was necessary; and 80.5% thought it should be compulsory. The main learning source was journals, although courses were considered more useful. Limitations on OT were: incompatibility with working hours, lack of financing (for cover) and lack of time to attend courses. Doctors, nurses and paediatricians agreed that the priority OT areas were: "organising the PC team," "recording procedures and programming" and "guaranteed quality".
Conclusions. The PC professional who replied to our questionnaire considers that he/she needs on-going training, that this should be compulsory, that courses set up by the administration are useful and that time and financing are the limitations on OT.
Introducción
La formación de los profesionales sanitarios de atención primaria (AP) se inicia con la educación pregrado y tiene que actualizarse y renovarse mediante la formación continuada (FC).
La FC es la única vía para mantener la competencia profesional y garantizar su adaptación a nuevas situaciones, tecnología y conocimientos. Permite corregir insuficiencias formativas y favorece la utilización correcta de los servicios sanitarios1.
Dentro de las necesidades educativas en FC distinguiremos, por una parte, las específicas de grupos o individuos concretos y por otra, las necesidades educativas globales de una profesión2. Para identificar estas necesidades, se han propuesto diferentes métodos3-6, sobresaliendo los que utilizan cuestionarios postales.
El objetivo de este estudio es determinar las necesidades en FC, sentidas por los profesionales sanitarios que trabajan en AP en la Región de Murcia , así como las fuentes de aprendizaje más utilizadas en FC y las «barreras» que obstaculiza la formación.
Este estudio forma parte de un estudio más amplio7 realizado por el equipo investigador.
Material y método
Es un estudio descriptivo transversal. La población de estudio fueron todos los profesionales médicos, enfermeros y pediatras, de la Región de Murcia, que trabajan en AP (1.052). Estos datos fueron proporcionados por las gerencias de atención primaria, a finales de 1991.
Se utilizó un cuestionario autocumplimentado elaborado por el equipo investigador. Dicho cuestionario constaba de tres partes:
1. Datos de afiliación: lugar de trabajo (área de salud), centro de trabajo (ambulatorio/consultorio o centro de salud o servicio de urgencias), tipo de profesional (médico general, médico de familia, ATS o DUE o pediatra), situación laboral (propietario o interino), años de ejercicio profesional, edad y sexo.
2. Cuestionario para conocer los métodos utilizados por los profesionales para hacer FC y las barreras para su realización.
3. Encuesta específica para cada subgrupo profesional sobre sus necesidades en FC. Su cumplimentación era doble. Por un lado, el profesional indicaba el grado de utilidad del ítem (escala de 1 a 3: útil e indispensable, útil y no indispensable, no útil) y por el otro, su nivel de conocimientos (escala de 1 a 4: desde «conocimientos suficientes» a «necesito ampliar lo antes posible»).
El cuestionario, tras un pilotaje previo, fue enviado por correo para su cumplimentación de forma anónima. Se acompañó de una carta explicativa y de un sobre franqueado y se envió una carta recordatorio a los 15 días de la primera. Las variables del estudio fueron analizadas con estadística descriptiva. Se estudió la asociación entre las variables cualitativas mediante la prueba de la ji al cuadrado.
Resultados
El número de respuestas válidas fue de 399 (37,93%), oscilando entre 43,5% para los pediatras y 35,02% para enfermería. No encontramos diferencias significativas en cuanto a profesión y centro de trabajo, entre los que respondieron y los que no respondieron.
Características socioprofesionales. La edad media es de 40,2 años (DE = 10,7). El personal de enfermería que responde a la encuesta es el más joven, con una media de edad de 38,3 (DE = 10,8), y los pediatras los mayores, con un media de edad de 42,8 (DE =1 0,1). El 75% son varones: 81% médicos, 72,3% pediatras y 64,5% enfermería.
El 63,9% de las encuestas postales corresponden a profesionales con un puesto de trabajo en propiedad, y el 86% llevan más de 5 años de ejercicio profesional.
El lugar de trabajo es el centro de salud en el 40,4%, el consultorio en el 27,3%, el ambulatorio en el 20,8%, el servicio de urgencias en el 10,8% y no responde el 0,8%.
Los médicos que responden son médicos generales el 36,5%, APD el 28,5% y médicos de familia el 18%.
Fuentes de aprendizaje. Se describen en la tabla 1.
El análisis de la «utilidad» de las fuentes de aprendizaje se describe en la tabla 2.
El 94,6% del total de los profesionales «están de acuerdo» en que los cursos y reuniones son un buen instrumento de aprendizaje. Un 94,7% creen necesitar FC y el 85,4% consideran que la calidad de la atención al paciente depende de la calidad de los conocimientos que tengan los profesionales. Un 80,5% creen que la FC debe ser obligatoria. Existen diferencias significativas (p = 0,003), entre el grado de acuerdo y desacuerdo entre profesionales y la afirmación «cualquier método es válido para aprender». Enfermería se manifiesta «en desacuerdo» en un porcentaje mayor que los médicos.
Barreras para realizar FC. Para la globalidad de los profesionales, en primer lugar aparecen los «horarios incompatibles curso-trabajo», en segundo lugar la falta de financiación y la escasez de tiempo para asistir a cursos en tercer lugar.
Necesidades de FC. Los resultados se analizaron teniendo en cuenta sólo aquellas áreas marcadas como «áreas de utilidad (útil e indispensable) en su trabajo profesional» y cuyos conocimientos era necesario aumentar («necesito ampliar conocimientos lo antes posible» o «creo que tengo los conocimientos imprescindibles y necesito profundizar»). Los resultados se pueden revisar en la tabla 3, observándose que existen tres áreas comunes en los tres subgrupos: organización del equipo de AP, protocolización y programación, y evaluación (garantía de calidad).
Discusión
En nuestro estudio, como en la mayoría de estudios que utilizan una encuesta postal8,9, nos encontramos con el problema de las «no respuestas». Sólo nos fue posible analizar y rechazar diferencias en cuanto a la profesión y lugar de trabajo y aunque estos son aspectos importantes, no podemos descartar la existencia de otras discrepancias que puedan afectar a la generalización de los resultados. En todo caso, los resultados son representativos de los profesionales sanitarios de AP de la Región de Murcia con interés por el tema de la FC.
Un alto porcentaje de encuestados «creen necesitar FC» y piensan que existe una relación directa entre calidad de la atención al paciente y calidad de conocimientos del profesional. Esto coincide con lo publicado en otros estudios9.
En cuanto a las barreras que el profesional considera esenciales a la hora de hacer FC, son similares a las encontradas en otros estudios9,10.
Los encuestados médicos que han respondido consideran como fuentes de aprendizaje los cursos impartidos por la administración, las revistas y libros, congresos y discusión de casos con el segundo nivel. En el estudio de Carrasco y Escanero9 la modalidad de FC considerada más adecuada es el perfeccionamiento en centros acreditados, las sesiones con profesionales de otros centros y los cursos monográficos. Pensamos que estas diferencias son debidas a la distinta metodología y denominación empleada en los estudios.
En nuestro estudio, la discusión de casos con el segundo nivel, para algunos autores un método muy útil11, es considerado por los médicos como útil mientras enfermería lo considera menos útil.
A la hora de revisar las áreas de conocimientos en las que el profesional sanitario de nuestra Región cree necesitar FC, destacan las consideradas como «no clínicas». La razón puede ser el diseño del cuestionario y/o la necesidad personal de adquisición de conocimientos. En el estudio de Carrasco y Escanero, los médicos de la Región de Murcia tienen necesidad profesional de formarse en patología cardiovascular, urgencias y salud del anciano, y tienen curiosidad por formarse en métodos diagnósticos, salud medioambiental, problemas neurológicos, epidemiología y estadísticas. Las áreas de curiosidad son más coincidentes con las de nuestro estudio, pero en el estudio del Ministerio las respuestas de la Región de Murcia son sólo 34, por tanto los datos han de ser tomados con mucha prudencia.
Pensamos que este tipo de estudios son útiles para aproximarse a las necesidades de FC globales de una profesión pero serían necesarios otros estudios quizás de tipo cualitativo para determinar las necesidades individuales o de grupos reducidos12. Serían éstas las que garantizarían el éxito de un programa de FC.
Concluimos que el estudio de necesidades sentidas en formación es una tarea necesaria y complementaria para desarrollar un plan de FC, existiendo diferencias y similitudes entre los distintos profesionales de AP, en las necesidades de FC en nuestro medio.
Agradecimiento
A los médicos/as, pediatras y enfermeros/as de atención primaria de Murcia que han tenido la generosidad de regalarnos unos minutos de su tiempo.
A la Dra. Concepción Violán Fors. Su fuerza e ilusión hicieron posible el inicio de este estudio.