Introducción. El granuloma piógeno se considera como una forma polipoide de hemangioma capilar, de naturaleza neoplásica incierta1. Son nódulos exofíticos que aparecen en la piel y la mucosa oral, a menudo ulcerados. Un tercio de estas lesiones se desarrolla tras un traumatismo, creciendo con rapidez hasta alcanzar un tamaño máximo de 1-2 cm en pocas semanas. Histológicamente, los capilares proliferantes están separados por un edema extenso y un infiltado inflamatorio agudo y crónico con un gran parecido a un tejido de granulación exuberante. La mayoría no recurre tras su extirpación.
Casos clínicos. Caso 1. Varón de 48 años de edad, sin antecedentes personales de interés. Trabaja como soldador y acude a la consulta por presentar una lesión de aspecto granulomatoso, muy friable, sangrante, localizada en la cara interna del primer dedo de la mano izquierda, de semanas de evolución, no dolorosa. Se propone tratamiento de la lesión mediante electrocirugía, procediendo primero a la extirpación de la parte excrecente y posterior curetaje de la base. El informe anatomopatológico identificó la lesión como un hemangioma capilar. En posteriores revisiones la zona ha cicatrizado correctamente y no ha habido recidiva de la lesión.
Caso 2. Mujer de 80 años de edad, con antecedentes de fibrilación auricular, hipertensión, hiperlipemia, estenosis mitral, osteoporosis y artrosis generalizada, en tratamiento con Difosfen®, calcio, Ameride®, atenolol, digoxina y Sintrom®. Presentaba una lesión de aspecto granulomatoso, sangrante, en la región palmar del tercer dedo de la mano derecha, de varias semanas de evolución, sobre una callosidad producida por el uso de bastón para caminar. Se retira el Sintrom® con una pauta descendente de 3 días, sustituyéndolo por fraxiheparina s.c.2, se realiza una biopsia-extirpación de la lesión y se reinstaura el tratamiento anticoagulante. La anatomía patológica de la muestra enviada fue informada como hemangioma capilar. La región cicatrizó correctamente y, hasta el momento, no se han producido recidivas.
Discusión y conclusiones. La cirugía menor forma parte del programa docente de la especialidad en medicina de familia, pero su implantación en las unidades docentes es muy desigual. Es cierto que desde la inclusión de este servicio en la cartera de atención primaria se está produciendo un importante aumento de la actividad en cirugía menor, y es tema de publicaciones frecuentes en el ámbito de las revistas de atención primaria y en los congresos de la especialidad, pero la mayoría de los médicos de familia que la realizan lo hacen con voluntarismo, autoformación, aprendizaje con otros compañeros de equipo que conocen las diferentes técnicas y con un instrumental y dotación técnica (bisturí eléctrico, nitrógeno líquido, curetas, punch, etc.), en ocasiones apenas existente.
En nuestra área, concretamente en nuestro centro de salud y consultorios locales, se cuenta con todo tipo de instrumental y medios técnicos, pero en los inicios de la actividad quirúrgica disponíamos de escaso material, barras de argempal, histofreezer, etc., y no era impedimento para ser uno de los centros de mayor actividad quirúrgica. Las actuales dotaciones hacen más fácil la cirugía, pero no son requisito indispensable, y menos una justificación, para no realizarla si se carece de ella.
El granuloma piógeno es una lesión que se observa con cierta frecuencia en las consultas de atención primaria, y que precisa un tratamiento fácilmente abordable en nuestro medio. La técnica quirúrgica más recomendada es la extirpación mediante electrocirugía3, pues los resultados clínicos son excelentes. También se contempla la posibilidad de tratamiento mediante crioterapia4, aunque no siempre los pacientes responden bien.
La alternativa es la derivación del paciente a consulta de cirugía, con el retraso consiguiente, la evolución de la lesión, las frecuentes hemorragias, la incertidumbre del paciente y, en muchos casos, con la atención del paciente en el hospital de referencia con carácter de urgencia para realizar el tratamiento. Consideramos que esta alternativa debe quedar reservada para los casos en los que no se conoce la técnica, no hay compañeros que la puedan realizar, o no se disponga de un servicio de patología que reciba la muestra.
La cirugía menor en atención primaria debe ser una habilidad exigible a todos los médicos de familia y, por tanto, un objetivo de las Direcciones, la dotación del material y la formación específicos para implantar este servicio en la totalidad de los centros de nuestro Sistema Nacional de Salud.