Objetivos. Describir los hábitos alimentarios actuales, cambios a lo largo del ciclo vital y valoración de los motivos de cambio.
Diseño. Transversal.
Participantes. Mil treinta y siete mujeres residentes en Alcobendas (CAM), nacidas entre 1933 y 1953 y de nivel socioeconómico medio-bajo. Todas las mujeres que participan en el programa de salud de la mujer del Ayuntamiento de Alcobendas.
Resultados. Un 21,9% de las mujeres sigue algún tipo de dieta especial; de éstas el 53,74% lo hace por enfermedad y el 28,63 para adelgazar. Se observan diferencias estadísticamente significativas en el tipo de dieta según la edad (ji-cuadrado=11,52; df=3; p=0,009); las menores de 55 años lo hacen para adelgazar, mientras las mayores de 55 siguen dietas relacionadas con enfermedades (colesterol, sin sal y diabetes). Un 48,78% de las mujeres de la muestra han cambiado su forma de alimentarse debido a distintos motivos: por migración de su pueblo a Madrid, al casarse, por hábitos alimentarios de los hijos, por enfermedad, por menopausia, porque engordan, etc.
Conclusiones. El cambio en los hábitos alimentarios sigue la misma evolución observada en el resto de los países industrializados: disminución en el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono complejos, aumento del consumo de alimentos ricos en proteínas animales, incremento del consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono simples. Este modelo de modificación en los hábitos alimentarios se asocia a la migración de medio rural a urbano y al matrimonio, en definitiva a un aumento del poder adquisitivo. Se observa, sin embargo, una disminución del consumo de proteínas e hidratos de carbono simples asociada a la edad y a enfermedades relacionadas con la nutrición.
Objective. To describe present day dietary habits, and how and why they may have changed over the lifetimes.
Design. Cross-sectional.
Participants. 1037 lower middle-class women, resident in Alcobendas (Autonomous Community of Madrid, Spain), and born between 1933 and 1953. All the women participating in a Women Health Program organized by the Alcobendas Municipality.
Results. 21.9% of the women followed some special type of diet, of whom 53.74% did so because of illness and 28.63% did so in order to slim. The type of diet adopted differed significantly according to age (*2=11.52, d.f.=3, p=0.009). Women under 55 years of age chose their diets fundamentally in order to slim, while the over-55s followed special diets (e.g., low cholesterol, salt-free, and diabetic) for reasons of health. 48.78% of the women in the sample had changed their dietary habits for distinct reasons: migration, marriage, illness, menopause, weight gain, etc.
Conclusions. The change in dietary habits has followed the pattern observed in other industrialized countries, including Spain. Within this general pattern there has also be a trend towards a decrease in the consumption of proteins and simple carbohydrates associated with age and nutrition-related diseases.
Introducción
La alimentación en España ha experimentado grandes cambios en los últimos 50 años. A partir de la guerra civil surgieron graves problemas de carencias nutricionales1 que fueron desapareciendo posteriormente debido a una mejora en las condiciones de vida. En los últimos años se están produciendo cambios muy rápidos en la alimentación española debido fundamentalmente a tres circunstancias: mayor disponibilidad de alimentos en el mercado, cambios en la demanda ocasionados por la influencia de los medios de comunicación y aumento de la información sobre la relación dieta-salud2,3. Esta evolución, muy similar a la ocurrida en otros paÃses industrializados, se caracteriza por un aumento en el consumo de proteÃnas y grasas de origen animal, disminución del consumo de hidratos de carbono complejos e incremento del de azúcares simples. Todo esto, unido a una disminución de la actividad fÃsica, que también se está produciendo en los paÃses occidentales4,5, lleva asociados una serie de problemas nutricionales «por exceso» reflejados en numerosos estudios epidemiológicos que han puesto de manifiesto la relación existente entre dieta y enfermedades crónicas de gran prevalencia en nuestro medio, tales como las enfermedades cardiovasculares o algunos tipos de cáncer6-10.
Los objetivos de este trabajo son la descripción de los hábitos alimentarios actuales y su posible modificación a lo largo del ciclo vital y la valoración de los motivos de cambio en estos hábitos en caso de haberse producido, en una muestra de mujeres residentes en Alcobendas (CAM), nacidas entre 1933 y 1953 y de nivel socioeconómico medio-bajo.
Material y métodos
El estudio se encuadra dentro del convenio existente entre la Universidad Autónoma de Madrid, el Hospital Cantoblanco de Madrid y el Ayuntamiento de Alcobendas.
La muestra está constituida por 1.037 mujeres de 45-65 años y residentes en Alcobendas que participan en una campaña de prevención ginecológica organizada por la ConcejalÃa de Salud del Ayuntamiento de dicha localidad. Se trata de una muestra tÃpica de la periferia de Madrid con un porcentaje elevado de emigrantes rurales (el 70,4% de estas mujeres es de origen rural), un 83,6% tiene estudios primarios incompletos o ningún estudio y en cuanto a su profesión el 63,34% es ama de casa y un 33,1 obreras no cualificadas, en su mayorÃa empleadas del hogar.
Con motivo de la visita por parte de las mujeres al Hospital Cantoblanco para la revisión ginecológica, el equipo de la Unidad de AntropologÃa de la UAM recoge información sobre hábitos alimentarios y consumo de nutrientes mediante una encuesta de frecuencia de alimentos (FFQ) y una encuesta nutricional de recuerdo de 24 horas. Otras variables, antropométricas, socioeconómicas, sobre hábitos y estilos de vida, historia menstrual y reproductora y enfermedades percibidas y diagnosticadas son asimismo recogidas y sus resultados están siendo publicados actualmente.
La encuesta analizada en este artÃculo es la de frecuencia de consumo de alimentos. Se trata de una encuesta con respuestas cerradas sobre un total de 13 alimentos, en la que también se recoge información acerca del consumo de vitaminas y minerales, la realización de algún tipo de dieta especial y, en caso de que haya modificado su forma de alimentarse, se pregunta el motivo y la edad a la que se produjo dicho cambio.
Todos los análisis se han llevado a cabo por grupos de edad, ya que se ha constatado que afecta a los hábitos alimentarios. Se han considerado 4 grupos de edad: ¾49, 50-54, 55-59 y ¾60 años.
Resultados
Frecuencia de consumo de alimentos
La tabla 1 recoge las repuestas más frecuentes en cuanto al consumo de cada uno de los alimentos y el número medio de veces que se consume el alimento al dÃa, con una reseña sobre diferencias por grupo de edad.
Un 21,9% de las mujeres (n=227) sigue algún tipo de dieta especial; de éstas el 53,74% lo hace por enfermedad y el 28,63 para adelgazar. Se observan diferencias estadÃsticamente significativas en el tipo de dieta según la edad (*2=11,52; df=3; p=0.009); las menores de 55 años lo hacen fundamentalmente para adelgazar, mientras las mayores de 55 siguen dietas relacionadas con enfermedades (colesterol, sin sal y diabetes) (fig. 2).
Cambio en la alimentación
Un 48,78% de las mujeres de la muestra han cambiado su forma de alimentarse, es decir, comen actualmente de forma diferente debido a distintos motivos tal y como se muestra en la figura 3. Los motivos alegados son: migración de su pueblo a Madrid, casarse, hábitos alimentarios de los hijos, enfermedad, menopausia, porque engordan y otros motivos.
Los dos motivos más frecuentes de cambio son contraer matrimonio (26,38%) y enfermedad (20,63%); un 12,89 corresponde a cambio por migración del campo a la ciudad, que en la mayorÃa de los casos coincide con el matrimonio.
Las mayores de 60 años son las que más han alterado su alimentación por cambio de residencia y enfermedad; las de 50-54, debido a la menopausia y a que engordan (fig. 4).
El modo en que han cambiado su alimentación depende en gran medida del motivo de cambio, observándose diferentes comportamientos. AsÃ, las que han modificado el consumo de pan por cambio de residencia, enfermedad, menopausia y ganancia en peso lo comen menos frecuentemente ahora que antes. Lo mismo ocurre con las patatas y las legumbres, excepto en las que cambian su alimentación debido a la menopausia, que siguen consumiendo legumbres con la misma frecuencia.
El consumo de carne aumenta por migración del campo a la ciudad y tras contraer matrimonio, disminuyendo por enfermedad, menopausia y ganancia de peso.
El consumo de pescado aumenta con el matrimonio y migración y disminuye por enfermedad y peso.
La frecuencia de consumo de leche aumenta con el matrimonio y los hijos y disminuye por ganancia de peso. El consumo de lácteos sigue el mismo patrón y además aumenta con el cambio de residencia.
El consumo de pasteles y dulces aumenta con el cambio de residencia, matrimonio e hijos y disminuye por enfermedad, menopausia y ganancia de peso.
La edad media de modificación en los hábitos alimentarios depende del motivo de cambio, como puede verse en la tabla 2, y es superior en las que lo alteran por enfermedad y menopausia que en las que cambiaron por migración o matrimonio.
Discusión
La estimación de las raciones diarias de cada alimento muestra ligeras diferencias con los resultados obtenidos en la encuesta realizada por la ConsejerÃa de Salud para el total de la Comunidad de Madrid11. El número de raciones de lácteos (leche, yogur, queso) consumidas diariamente por las mujeres de nuestra muestra es de una media de 2,92, similar al encontrado para la CAM, que es de 2,8 en las mujeres. El consumo de fruta, en cambio, es de 2,32 raciones diarias en nuestra muestra frente a 1,7 en la CAM. Un 68% de nuestra muestra consume al menos 2 raciones de verduras y hortalizas diariamente frente al 21% encontrado para la CAM. Estas diferencias pueden ser debidas en parte a cuestiones metodológicas y de composición de la muestra. En general los resultados coinciden con los de otros estudios2, con un consumo elevado de frutas, hortalizas y pescado y moderado de cereales, carne y derivados lácteos que corresponden al modelo de dieta mediterránea.
El cambio en los hábitos alimentarios sigue la misma evolución observada en el resto de los paÃses industrializados4,5 y en España2. Puede resumirse como:
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1. Disminución en el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono complejos (pan, patatas y legumbres), no observándose diferencias apreciables por grupos de edad.
2. Aumento del consumo de alimentos ricos en proteÃnas animales. El consumo de carne se ha incrementado sobre todo en las mayores de 60 años; un 32% dice comer ahora más carne que de jóvenes. El consumo de pescado también ha aumentado pero igualado por edades.
3. Disminución del consumo de huevos.
4. El consumo de leche ha aumentado (n=196), o se ha mantenido (n=210); se ha incrementado sobre todo en las mayores de 60 años (30%). Los productos lácteos también se consumen más (n=270) en todas las edades.
5. Aumento del consumo de frutas y verduras de forma similar en todos los grupos de edad.
6. Disminución del consumo de pasteles y dulces, sobre todo a partir de los 50 años.
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Este modelo global de cambio en los hábitos alimentarios se asocia a la migración de medio rural a urbano y al matrimonio, en definitiva a un aumento del poder adquisitivo. Debe matizarse, sin embargo, una tendencia dentro de este modelo en la que se observa una disminución del consumo de proteÃnas e hidratos de carbono simples asociada a enfermedades relacionadas con la nutrición y a la edad.
Agradecimientos
Nos gustarÃa agradecer el constante apoyo institucional recibido por parte del Hospital Cantoblanco, asà como el trabajo desinteresado de los servicios de extracción de sangre, ginecologÃa y laboratorio. Agradecer muy especialmente la ayuda de Paloma Arribas. Asimismo el apoyo recibido por parte de la ConcejalÃa de Salud del Ayuntamiento de Alcobendas.
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