Se define hipotiroidismo subclínico (HS) como la situación de elevación de las concentraciones de TSH con cifras normales de hormonas tiroideas1 en pacientes asintomáticos.
La prevalencia del HS varía en función de la edad, el sexo y el valor de TSH que se utilice en su definición. En diferentes estudios internacionales actuales se señala de una prevalencia del 4-8% en población general y del 9-16% en la población mayor de 60 años. Es más prevalente en mujeres, el doble que en varones, y en el grupo de mayores de 60 años la prevalencia llega al 16%1-5.
Objetivos. Conocer la situación actual del hipotiroidismo HS en nuestro ámbito. Conocer la prevalencia del HS en nuestro medio y los motivos del profesional para solicitar la función tiroidea.
Diseño. Estudio transversal, descriptivo.
Ámbito de estudio. Un total de 11 consultas de atención primaria en un centro de antención primaria (CAP) urbano con una población adscrita mayor de 14 años de 26.476 personas.
Método. Revisión de las analíticas generadas, con determinación de tirotropina (TSH)-tiroxina libre (T4l), entre enero y diciembre de 2001, y revisión de las historias clínicas (HC).
Participantes. Pacientes > 14 años en los que se detecta una TSH alta y T4l normal. Se excluye a los pacientes sin historia clínica activa en ese período.
Variables principales. Edad y sexo, etiología, motivos que han generado la determinación, médico que hace el diagnóstico y el seguimiento.
Resultados. Se analiza 141 sujetos en situación de HS, 122 mujeres (86,5%) y 19 varones con una edad media de 53,9 ± 18,1 años. Las etiologías más frecuentes son tiroiditis autoinmune (54%), enfermedad de Graves tratada e infradosificación del tratamiento con tiroxina. En un 57,4% los anticuerpos antitiroideos son positivos. La prevalencia en nuestro estudio es de 6,94% y la prevalencia en > 65 años es del 8,25%. El diagnóstico es realizado en un 68,8% por el médico de familia y el seguimiento en un 36,9%. El motivo de estudio más frecuente es la astenia, seguido de síntomas depresivos (tabla 1).
Discusión. Extraer la muestra a partir de las analíticas en situación de HS supone un sesgo de selección, puesto que incluimos a pacientes en situación transitoria de HS provenientes de una alteración tiroidea distinta, y así se ha destacado en el estudio. No obstante, la muestra se considera representativa de la población demandante de atención primaria, con predominio de las mujeres y la edad media de la vida.
Los resultados de nuestro trabajo aportan datos sobre un perfil de pacientes con HS similar al encontrado en la bibliografía en cuanto al predominio de mujeres y las etiologías principales encontradas: tiroiditis autoimmune e infradosificación de tratamiento sustitutivo1-5, pero no es así con respecto a la variable edad. En la revisión bibliográfica se resalta el predominio del HS en la población > 65 años; en nuestro trabajo, este subgrupo representa sólo un 31,2% de la muestra. La mayoría de las investigaciones que ofrecen cifras de prevalencia provienen de la población general o estudian a dicho subgrupo directamente, pero este dato nos hace pensar en otras posibilidades: los motivos no son los mismos en los pacientes mayores de 65 años, no se expresan igual o no los buscamos de la misma forma en la consulta. La prevalencia del 6,94%, así como la del subgrupo > 65 años del 8,25%, son similares a las encontradas en otros trabajos de ámbitos similares5-7. Aunque haya la limitación de tratarse de una revisión de HC (sin registros específicos) y de que no aparezca el motivo de solicitud de la función tiroidea en un 25% de los casos, el análisis de los motivos nos hace pensar que los médicos de atención primaria estamos alerta ante la búsqueda de la hipofunción tiroidea frente a síntomas tan inespecíficos como la astenia o el desánimo inespecífico, síntomas por otro lado tan frecuentes en la consulta de AP. Debería haber más estudios que confirmaran esta forma de proceder, así como estudios que pongan de manifiesto si hay signos o síntomas predictivos de HS, tanto en la población adulta como en la senil.
Conclusiones. Nuestro trabajo aporta datos del HS en la población demandante de atención primaria con «motivos» para determinar la función tiroidea, por lo que la extrapolación de los resultados en la población general debería realizarse con prudencia.