La llegada de la pandemia1 de gripe A (H1N1)2 iniciada en México3 a nuestro entorno, el tratamiento mediático de esta y las noticias sobre las muertes relacionadas4,5 han generado una gran alarma social, que ha derivado en una avalancha de pacientes a nuestros centros de asistencia y hospitales, en ocasiones con motivo poco justificado.
Sin embargo, una reciente encuesta6 a nivel estatal sobre una muestra de 1.500 personas (Fundación Josep Laporte y Universidad Autónoma de Barcelona) evidenció que aunque un 73% de la población estaba preocupada por contraer la gripe A, solo había modificado sus hábitos de vida un 13% después del impacto de las campañas mediáticas.
El objetivo de este estudio era el de demostrar que en una población rural como la de Sant Feliu de Codines, con 6.000 habitantes, el impacto mediático de la gripe A no había logrado desplazar la conducta educacional social de «dar la mano» al despedirse.
Se observó el acto de «dar la mano» al despedirse en las personas atendidas en una consulta del centro de atención primaria, del 1/10/2009 al 18/11/2009, y se registró cada visita como un episodio individual (un mismo paciente pudo generar varios episodios en visitas sucesivas).
En la sala de espera se colocaron en lugar visible carteles informativos sobre la gripe estacional y la gripe A.
Tras atender el motivo de consulta y antes de finalizar la visita, se plantearon al paciente 3 cuestiones para introducir el tema gripal:
- 1.
¿Se vacuna de manera periódica para la gripe estacional? Si no lo hace, y es grupo de riesgo: ¿por qué motivo?
- 2.
¿Ha oído hablar de la gripe A, conoce las campañas institucionales (radio, TV, prensa) y las medidas higiénicas recomendadas para evitar transmisiones y contagios?
- 3.
Con la información que tiene, ¿se vacunaría ahora para la gripe A?
Fueron atendidos 767 pacientes (rango de edad: 15 a 98 años; media: 58,89), que generaron 1.136 episodios (entre 1 y 7 por paciente; media: 1,48).
El motivo de consulta fue de clínica catarral o gripal en 165 pacientes (14,52%).
El 66,73% de las visitas finalizó estrechando la mano por parte de los pacientes, mayoritariamente en los grupos de más edad (79% de los pacientes entre 60–75 años; 83,2% de los pacientes mayores de 75 años) (fig. 1).
El 97,39% de los pacientes (747) dijo estar al día sobre las noticias relacionadas con la gripe A y mayoritariamente opinaron que se había dado un tratamiento excesivamente alarmista al tema de la pandemia. Reconocieron que accederían a vacunarse 92 pacientes (11,99%), predominantemente en los grupos de más edad.
Fue llamativo el número de pacientes (244 de 410; el 59,51%) que, si bien estaban incluidos en grupos de riesgo definidos, no desearon vacunación para la gripe estacional. Se observó una baja concienciación de gripe como enfermedad prevenible mediante vacuna. «Nunca he pasado ninguna» o «la gripe hay que pasarla» fueron algunos de los argumentos.
El impacto mediático en relación con las noticias sobre la gripe A no parece haber influido sobre ciertas conductas sociales en la población rural que nos ocupa. Posiblemente, el alejamiento de grandes núcleos urbanos ha contribuido a minimizar el temor al contagio. Esto coincide con las conclusiones del informe J. Laporte6.
El ítem estudiado (dar la mano después de una visita médica) se cumple mayoritariamente, y son los pacientes de más edad los que más episodios registraron, hecho que refleja una conducta social asociada a una educación generacional.
De este estudio se desprende, también, que los pacientes de esta población desconfían de la vacunación, tanto de la gripe estacional como de la gripe A, por diversos motivos, aunque reconocen estar bien informados de las recomendaciones y la evolución de la pandemia.
Centro de Atención Primaria (CAP) de Sant Feliu de Codines, Área Básica de Salud (ABS) de Caldes de Montbuí, Vallès Oriental, Barcelona