Caso clínico. Dos varones de 14 años, sin antecedentes patológicos de interés, acudieron al servicio de urgencias por presentar náuseas, seguidas de vómitos intensos, sudación profusa y parestesias distales, tras haber «chupado», una hora antes, una rama de un árbol cuyo nombre desconocían.
En la exploración física se apreció en ambos pacientes taquicardia de 120 lat/min, piel pálida, sudorosa y vómitos biliosos, sin otros datos de interés.
Se realizó electrocardiograma que objetivó taquicardia sinusal, sin otros hallazgos patológicos. El estudio de laboratorio reveló hipopotasemia en ambos casos (3,1 y 2,8 mEq/l, respectivamente). El resto de la analítica (gasometría venosa, hemograma, bioquímica completa con coagulación) se encontraba dentro de valores normales.
A su llegada a urgencias, y ante la sospecha de intoxicación por ingesta de tóxico vegetal, fueron sometidos inicialmente a lavado gástrico con posterior administración de carbón activado, junto a sueroterapia con aporte de potasio en dieta absoluta y antieméticos intravenosos.
De acuerdo con las indicaciones de los pacientes, y tras acudir un miembro del equipo de urgencias entendido en botánica al lugar y visualizar la planta, se llegó a la conclusión de que se trataba de una Robinia pseudoacacia.
Se decidió el ingreso de ambos pacientes en planta para observación. Pasadas 72 h, se constató buena recuperación de su estado general, tolerancia a la alimentación oral y normalización de los parámetros analíticos, por lo que se decidió dar el alta hospitalaria.
Discusión y comentarios. La Robinia pseudoacacia o falsa acacia es un árbol de la familia de las leguminosas, de 4 a 20 m de altura, con ramas provistas de largas espinas afiladas. Las flores son blancas, en racimos colgantes, muy aromáticas y de sabor dulzón, comestibles y de efecto sedante. Su sabia sabe a regaliz, pero contiene un principio venenoso que produce síntomas análogos a la belladona. Su follaje sirve como forraje, aunque la corteza y los brotes jóvenes son venenosos, especialmente para los caballos. Es un árbol muy abundante en parques, jardines urbanos, carreteras o bosques. La intoxicación se produce fundamentalmente por ingesta de la corteza, que puede ser confundida por los niños como sustituto del regaliz. Se trata de toxoalbúminas, que en el caso de la falsa acacia es la robinina (fig. 1). La gravedad de la intoxicación depende del grado de masticación. Los primeros síntomas aparecen al poco tiempo de la ingesta y consisten en cuadro gastrointestinal, con náuseas, vómitos y diarreas. El cuadro puede acompañarse, en casos de ingesta importante, de signos de hiperexcitabilidad y aumento del tono simpático (ansiedad, taquicardia, irritabilidad, temblor, rigidez muscular, alucinaciones y convulsiones ocasionalmente). El tratamiento es sintomático, con utilización de benzodiacepinas o barbitúricos para controlar las crisis convulsivas.
Fig 1. Fórmula química de la robinina.
Dueñas Laita A. Intoxicaciones agudas en medicina de urgencia y cuidados critícos. Barcelona: Masson, 1999.
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