of incentives, lack of training, no motivation. Conclusions. The research activity of our doctors is similar to that found in other studies. Attitude to research is no better than "acceptable." The main hindrances stated were: case-load and lack of time.
Introducción
La investigación en atención primaria (AP) se contempla como una de las funciones básicas que deben desarrollar los equipos de AP1, junto con las actividades asistenciales y docentes. Es necesaria para la credibilidad y el desarrollo de la medicina de familia como disciplina2, y aporta a los servicios de salud calidad, efectividad y eficiencia en la atención, al apoyar la asistencia en una base científica3-5.
Así, la investigación interesa a los pacientes (mejora la calidad asistencial, disminuye la variabilidad en la práctica clínica y mejora el principio de equidad en la atención sanitaria), a los propios profesionales asistenciales (mejora la formación, consolida la actividad profesional, aumenta la motivación y la satisfacción profesional) y a los gestores y planificadores3,5.
Hay múltiples razones por las que conviene desarrollar la investigación en el ámbito de la AP, entre las que podemos destacar la conveniencia de obtener los datos de la misma población a la que se van a aplicar los resultados. En AP se mantiene contacto con las personas a lo largo de su vida y se detectan las enfermedades más prevalentes y en estadios más precoces, lo que favorece el conocimiento de su historia natural. Asimismo, al ser posible el acceso a la población, se puede estudiar los agentes causales o las prácticas de riesgo de algunas de las enfermedades, además de la influencia de los factores psicosociales y familiares en el estado de salud4-8.
En España no hay una importante tradición ni experiencia investigadora en AP9. Sin embargo, en los últimos años se observa una tendencia al cambio con un crecimiento sostenido10. Así, según la base MEDLINE, durante el período 1990-1997, la producción de publicaciones científicas originales referidas a la AP (considerada así cuando el primer autor procede de este ámbito) ha pasado de 88 a 154 documentos11. Aun así, en el análisis bibliométrico del Fondo de Investigación Sanitaria del período 1994-2000, la presencia de la AP era pequeña: sólo el 0,4% del total de documentos citables dentro del epígrafe «centros sanitarios» proviene de centros de AP12. Además, la investigación en AP tiene todavía una escasa presencia en los proyectos financiados por la industria farmacéutica13.
Esta situación no es exclusiva de España, sino que también se observa en otros países europeos14-16.
Para diseñar estrategias destinadas a fomentar la investigación, resulta conveniente conocer el estado actual de la actividad investigadora en nuestro ámbito, la actitud hacia la investigación, los factores facilitadores y los obstáculos encontrados2.
Los objetivos de nuestro estudio son: a) conocer de forma cuantitativa la actividad investigadora de los médicos que trabajan en el Área 7 de AP en los últimos 5 años y analizar los factores asociados; b) describir la actitud hacia la investigación de nuestros médicos, y c) valorar las dificultades encontradas para el desarrollo de la investigación.
Material y métodos
Se ha realizado un estudio descriptivo transversal en el que la población de estudio estaba formada por todos los médicos de AP del Área 7 de Madrid. Se trata de un área con una población adscrita de aproximadamente 500.000 habitantes, de ámbito exclusivamente urbano. El estudio se ha realizado durante los meses de junio y julio de 2003.
La información se recogió mediante un cuestionario anónimo autoadministrado que fue enviado por correo interno a cada médico en 2 ocasiones, separadas 15 días, para aumentar la captación, junto con una carta que indicaba el objetivo del estudio y el procedimiento; los cuestionarios fueron reenviados a la Unidad de Formación e Investigación una vez cumplimentados.
El cuestionario (material adicional en Internet) constaba de variables sociodemográficas (edad y sexo), datos profesionales, formación en metodología de investigación y actividad investigadora. Para conocer la actitud hacia la investigación se incluyeron las preguntas de un cuestionario previamente validado2 que consta de 20 cuestiones cerradas, 18 con una escala tipo Likert de 5 puntos, valoradas de 0 a 4, y 2 dicotómicas evaluadas entre 0 y 4 puntos. La puntuación global obtenida en cada cuestionario se calcula a partir de la suma aritmética de la puntación de cada ítem. La puntuación oscila entre 0 y 80 puntos. Cuanto mayor es la puntuación mejor es la actitud hacia la investigación.
Se añadió una pregunta con 6 dificultades para realizar actividades investigadoras reseñadas en otros trabajos5,6,8,16-19 en la que los encuestados debían asignar un valor entre 1 (menor dificultad) y 5 (mayor dificultad).
El procesamiento y análisis de los datos se realizó mediante el programa SPSS versión 10. Se calcularon las medias ± desviaciones estándar (DE) en el caso de las variables cuantitativas y frecuencias absolutas y relativas para las cualitativas. En el análisis bivariado se emplearon el test de la *2 para la comparación de proporciones y el de la t de Student y ANOVA para la comparación de medias. En el análisis multivariado se utilizó el análisis de regresión logística con el método forward stepwise; la variable dependiente fue haber publicado en los últimos 5 años y en el modelo se introdujeron las variables con significación estadística en el análisis bivariable.
Resultados
Se recibió un total de 174 cuestionarios de los 352 enviados (49,4% de respuestas). El 65,9% de las encuestas fue respondido por mujeres, con una edad media de 43,2 ± 7,3 años. El 55,5% era especialista en medicina familiar y comunitaria (MFyC), de los cuales el 79,1% había obtenido la especialidad vía MIR. El número medio de años de ejercicio profesional fue de 15,4 ± 7,9 años. Un 18,3% estaba en posesión del título de doctor. El 84,7% trabajaba en un equipo de atención primaria (EAP), el 12,4% formaba parte del modelo tradicional y el 2,9% ejercía su actividad en el servicio de urgencias en AP. El 36,2% de los encuestados pertenecía a un centro de salud docente y el 21,4% era tutor de residentes. En cuanto a la presión asistencial, el 45,8% atendía a 31-40 pacientes al día, el 29,2% a 41-50 y el 12,5% a más de 50. El 64,9% había recibido al menos un curso sobre metodología de la investigación.
En relación con la actividad científica realizada por los encuestados, 86 (49,4%) habían publicado un trabajo científico en los últimos 5 años. En la tabla 1 se recoge la distribución de los trabajos publicados.
El 38% había presentado comunicaciones a congresos y el 29,2% había participado en ensayos clínicos. El 63,2% había estado o estaba implicado en un trabajo de investigación, aunque sólo el 24,9% lo estaba en el momento del estudio.
En el análisis bivariado se observan diferencias estadísticamente significativas entre el hecho de haber publicado y ser varón, ser especialista en MFyC, poseer título de doctor, tener ¾ 15 años de experiencia profesional, ejercer en un centro de salud docente, ser tutor de residentes y haber realizado un curso de metodología de la investigación (tabla 2). En el análisis multivariado, las variables asociadas al hecho de publicar son: ser especialista en MFyC (odds ratio [OR] = 4,1; intervalo de confianza [IC] del 95%, 1,8-11,4), haber presentado la tesis doctoral (OR = 7,0; IC del 95%, 1,5-32,7) y haber realizado algún curso de metodología de la investigación (OR = 3,4; IC del 95%, 1,1-9,4).
Se calculó la actitud hacia la investigación en los 156 cuestionarios que respondieron a todas las preguntas (53,5 ± 10,6; rango, 10-76). En la tabla 3 se presenta la puntuación media obtenida según las variables estudiadas.
Las dificultades para la investigación a las que otorga un mayor valor son, en orden decreciente, la presión asistencial, la escasez de tiempo, las deficiencias estructurales, la ausencia de líneas de investigación multicéntricas, la falta de incentivación y preparación y la ausencia de motivación (tabla 4).
Discusión
El porcentaje de respuesta, aunque bajo, es similar al obtenido en otros trabajos publicados que utilizaron la misma metodología8,15-16. Al comparar a los que respondieron al cuestionario con la totalidad de la población de estudio según las variables sexo, edad, trabajar en un EAP o en el modelo tradicional, encontramos que los que contestaron eran más jóvenes y un mayor porcentaje trabaja en un EAP. Creemos que este hecho, junto con el observado en otros estudios relativo a una mayor respuesta entre los profesionales que han publicado8,13,15, puede conducir a una sobrestimación de la actividad investigadora y de la actitud hacia la investigación de nuestros profesionales. Una de las limitaciones de nuestro estudio ha sido que éste se ha basado en la autodeclaración de la producción científica, método utilizado en otros estudios15,16,18,20 que afecta especialmente a la cuantificación de los trabajos, pero no tanto al estudio de los factores asociados al hecho de publicar.
En nuestro estudio, el porcentaje de encuestados con al menos una publicación en los últimos 5 años fue del 49,4%. En algunos estudios se han encontrado cifras similares15,18, aunque en otros, el porcentaje se situaba entre el 4 y el 11%16,20,21. Con respecto a las comunicaciones a congresos, la cifra de encuestados que había presentado alguna es menor que la de otro estudio17; en cuanto a las personas implicadas en la investigación, en el momento del estudio eran el 24,9%, cifra baja pero superior a la encontrada en otros trabajos14,20.
En nuestro estudio, los factores asociados al hecho de haber publicado en los últimos 5 años fueron: ser especialista en MFyC, haber presentado la tesis doctoral y haber realizado algún curso de metodología de la investigación. Estos factores coinciden con los encontrados en otros estudios8,15. Cabe destacar que trabajar en un centro docente se encuentra como factor asociado en otros trabajos8,16. En nuestro estudio, en el análisis bivariado actúa como variable asociada, pero no en el análisis multivariado. Quizá porque trabajar en un centro docente está relacionado con ser especialista, haber presentado la tesis o haber realizado algún curso de metodología de la investigación, variables asociadas al hecho de haber publicado.
La puntuación global media de la actitud hacia la investigación (53,5 ± 10,6) es semejante a la obtenida en el único trabajo que ha utilizado el mismo cuestionario2 (52,0 ± 9,1). En este estudio, el cuestionario sólo fue distribuido entre médicos que trabajaban en centros docentes. Si comparamos este resultado con el obtenido en nuestro estudio, seleccionando a los médicos que trabajan en centros docentes, obtenemos una puntuación de 56,5 ± 9,6, que se distancia algo más. Por otro lado, al tener el cuestionario un rango de puntuación de 0 a 80, la cifra de nuestro estudio nos parece aceptable.
Al valorar las dificultades encontradas para investigar, la mayor puntuación recae sobre la presión asistencial y la escasez de tiempo, seguidas de las deficiencias estructurales y la ausencia de líneas de investigación. La falta de tiempo y la presión asistencial son dificultades que ya han sido identificadas en otros estudios8,15-17. Sin embargo, entre los trabajos que priorizan estas dificultades encontramos como obstáculos principales la falta de recursos para financiar las investigaciones17 y de personal de apoyo para recoger los datos16.
Este trabajo nos presenta una actividad investigadora entre los médicos semejante a la de otros ámbitos o incluso mayor, y una aceptable actitud hacia la investigación . Por otro lado, las dificultades identificadas nos ayudarán a establecer áreas de mejora a la hora de planificar la investigación en nuestra área. Sería conveniente, además, completar este trabajo con estudios que utilicen técnicas cualitativas, con el fin de profundizar en las opiniones de los profesionales hacia la investigación.