La felicidad y el sufrimiento están en la mente
BUDA
El concepto demindfulness
Mindfulness (que podría traducirse del inglés como «estar atento») es la acepción inglesa del término pali Pati. El pali es el lenguaje en el que se transmitieron las enseñanzas budistas y mindfulness constituye uno de sus conceptos nucleares. Una de las descripciones de mindfulness más usadas es la del monje budista Ticht Nat Hanh que la define como «mantener viva la propia conciencia focalizada en la realidad presente»1. Este concepto, extraño a la mayoría de los occidentales, puede entenderse al analizar nuestras actividades diarias (tabla 1).
«Estar atento» implicaría que uno se concentra en la tarea que está realizando en ese momento, sin que la mente divague sobre el futuro o el pasado, y sin sensación de apego o rechazo. Esta aproximación produce al individuo energía, claridad de mente y alegría2. Además, «estar atento» es una cualidad que puede desarrollarse mediante un entrenamiento adecuado, e incluye, simultáneamente y en cada momento de atención, todas las cualidades que se resumen en la tabla 2.
Mindfulnessy su relación con la psicología
El psicoanálisis fue la primera escuela de psicología que mantuvo cierta relación con el budismo, pero fue Erich Fromm quien lo introdujo en Occidente con su libro Budismo zen y psicoanálisis3. La práctica habitual del zen por parte de un cierto número de psicoterapeutas se inicia a finales de la década de 1960, coincidiendo con la aparición del movimiento hippy. En 1977, la Asociación Americana de Psiquiatría recomienda examinar la eficacia clínica de la meditación. El hito más importante para el desarrollo de este tipo de terapias fue la fundación, en 1979, del Center for Mindfulness, en la Universidad de Massachussets, por parte de Jon-Kabat-Zinn, quien escribió la obra pionera sobre la «Mindfulness-based stress reduction», que podríamos traducir como «meditación de reducción del estrés basada en el estar atento» o MREBEA4. Poco tiempo después, y también sobre la base del budismo, surgirían la psicoterapia dialéctica-conductual de Marsha Linehan5, uno de los tratamientos de elección para los trastornos de personalidad, y la terapia de aceptación y compromiso6.
Cuando hablamos de «estar atento» en psicoterapia una de las definiciones del término más útiles es: «(1) Tomar conciencia... (2)... del momento presente... (3)... con aceptación»7. Cada uno de estos tres elementos puede aparecer sin los otros. Por ejemplo, uno puede tomar conciencia con aceptación del momento pasado, quedándose enganchado a una experiencia satisfactoria de nuestra vida, pero inutilizándole para vivir el momento presente. O uno puede estar atento al presente pero sin aceptación, deseando que se acabe rápido (p. ej., en el caso de una extracción dental). El hecho más habitual para los occidentales, sin embargo, es estar en el momento presente con aceptación, pero con escasa atención, con elevado riesgo de equivocarnos en lo que hacemos, mientras pensamos en el pasado o el futuro.
El constructo «estar atento» puede ser medido mediante la escala Mindful Attention Awareness Scale (MAAS)2, un cuestionario autocumplimentado de 15 ítems, que se responde con una escala Likert que oscila entre 1 (casi siempre) y 6 (casi nunca), y que evalúa los dominios cognitivo, emocional, físico, interpersonal y general. Existen otros cuestionarios para medir el «estar atento» como la Toronto Mindfulness Scale8 o la Kentucky Inventory of Mindfulness Skills9, pero no han sido tan empleados. Se ha demostrado que un elevado nivel de atención se correlaciona con neuroticismo y alexitimia bajos, escasos niveles de ansiedad, depresión y somatización, elevada inteligencia emocional, así como baja hostilidad, impulsividad y vulnerabilidad a la aparición de enfermedades psiquiátricas2,8,9. Desde el punto de vista neurobiológico, «estar atento» parece incrementar la regulación cortical prefrontal del afecto mediante la modificación del etiquetado de los estímulos emocionalmente negativos, lo que disminuiría el afecto negativo en los individuos que han desarrollado esta cualidad y mejoraría su salud psicológica en general10. La MREBEA intenta adaptarse a cada individuo, aunque incluye una serie de elementos básicos que se resumen en la tabla 3.
Los beneficios que pueden obtenerse de esta práctica son los siguientes:
Para el profesional de la salud
Los profesionales de la salud necesitan desarrollar la introspección, que consiste en poder darse cuenta de los pensamientos y sentimientos que nos produce el paciente y de cómo nuestra conducta se ve, a menudo, afectada por ellos. No existen sistemas sencillos para desarrollar estas habilidades y actitudes, aunque se consideran imprescindibles11.
Existen estudios en profesionales sanitarios12-14 que confirman que las técnicas de meditación sirven para mejorar el afrontamiento ante el estrés y la empatía. Especialmente interesante fue observar el hecho de que «estar atento» disminuía la tendencia a cargar con las emociones negativas de otros13. Pero la mindfulness no sólo mejora el funcionamiento y la calidad de vida del profesional sanitario, sino que consigue mejorar el pronóstico de los enfermos en aspectos evaluados por el profesional (impresión clínica global) o por el propio paciente (ansiedad, somatización, ira/hostilidad, fobias y obsesividad)14,15.
Para el paciente Existen varios metaanálisis sobre la influencia del «estar atento» en las enfermedades psiquiátricas. Los resultados son, a veces, contradictorios. Así, mientras que una revisión16 llega a la conclusión de que el efecto de la MREBEA en la depresión y en la ansiedad es inapreciable, son más los estudios17,18 que confirman su eficacia en múltiples afecciones (depresión, ansiedad y dolor), con una magnitud del efecto de alrededor del 0,5.
En la tabla 4 se resumen las principales enfermedades sobre las que se han llevado a cabo estudios que confirman la eficacia de la MREBEA. Analizando los datos de los estudios podemos comprobar los siguientes hechos:
Enfermedades en las que se ha utilizado. Se ha demostrado la eficacia del «estar atento» en afecciones como ansiedad generalizada19, depresión20,21, suicidio22, cáncer23, adicciones24, agresividad25,26, dolor27,28,artritis29 y fibromialgia30,31.
Entornos aplicados. Los entornos sanitarios en los que se ha empleado la MREBEA son variados: individuos sanos de la comunidad28, atención primaria21, consultas psiquiátricas especializadas19,20,22, hospitalización psiquiátrica25,26, hospital general23,27,29-32 e, incluso, instituciones penitenciarias24.
Características de los pacientes. La MREBEA se ha aplicado a individuos sanos para mejorar su aceptación del dolor28,y a pacientes con cualquier característica sociodemográfica. Cabe destacar que esta psicoterapia funciona perfectamente en ancianos. Por ejemplo, uno de los estudios se realizó con un grupo de pacientes cuya edad media era 74,9 años33.
Características de la intervención psicológica. La psicoterapia MREBEA consiste en 8 sesiones semanales de 120-150 minutos en las que se explican sus fundamentos y práctica, se solucionan dudas y se facilita la comunicación en el grupo. La media de asistencia suele ser de 6-7 sesiones para la mayoría de los participantes. En las intervenciones que se realizan con éxito, los participantes meditan 3-4 días por semana en períodos de 30 minutos de media, durante unos 3 meses (aunque muchos de los individuos se mantienen practicando durante meses o años). De hecho, hay estudios de seguimiento a 3 años en casos de fibromialgia30 o a 4 años en el ámbito de la agresividad25. Por desgracia, uno de los problemas de estas técnicas es que suelen abandonarse con el tiempo.
Modo de actuación de la terapia. El modo de actuación de la MREBEA tiene que ver con la aceptación sin confrontación de los pensamientos, y no con su supresión. La eficacia de este método es especialmente evidente en las adicciones24, ya que los pacientes que utilizaron esta terapia describieron un menor número de pensamientos evitativos en relación con la sustancia de abuso32. También es llamativa su eficacia en la impulsividad en presidiarios24 o en la agresividad de los enfermos psiquiátricos graves25,26, utilizando un método sencillo como distraer la atención desde los pensamientos/sentimientos de ira o agresividad a un objeto neutro como las plantas de los pies.
Función coadyuvante de la terapia. Se ha descrito que esta técnica, utilizada como coadyuvante4,7, mejora la eficacia de la psicoterapia individual, ya que los pacientes que la utilizan alcanzan las metas terapéuticas antes y pueden finalizar la terapia más rápidamente33. También se ha descrito su asociación con la terapia cognitiva, específicamente para el tratamiento de la depresión y de las adicciones asociadas34.
Desarrollo de nuevos estudios. Aunque la técnica fue descrita en 19904, existe en este momento una auténtica fiebre investigadora, ya que 9 estudios19,20,22,26-31, es decir, el 69,2% de los existentes sobre el tema, han sido publicados en el año 2007.
Conclusiones
La MREBEA es una técnica de psicoterapia milenaria, sencilla, breve, fácil de aprender y aplicar, que puede utilizarse tanto en formato grupal como individualmente, y que ha demostrado su eficacia en múltiples enfermedades y entornos sanitarios, y resulta especialmente aceptable en atención primaria21. Como ocurre en las psicoterapias, y a diferencia de los psicofármacos, su eficacia se mantiene años después de la intervención porque el individuo aprende habilidades que incorpora a su vida diaria. La MREBEA parece más eficaz que otras terapias físicas como el tai-chi, que no ha demostrado su utilidad en enfermedades que cursan con dolor35,36, y el yoga, que no es eficaz en enfermedades psiquiátricas como los trastornos de ansiedad37.
Además, la MREBEA cuenta con más estudios y mejor diseñados que otras técnicas psicofísicas como la relajación, las técnicas de imaginación o la hipnosis38.
Por tanto, la psicoterapia del «estar atento» representa una clara alternativa terapéutica y preventiva, aunque requiere un compromiso activo del paciente de practicar con una frecuencia semanal. Por último, la MREBEA parece también una herramienta clave para desarrollar la empatía y los aspectos más humanistas del profesional sanitario39, por lo que también podría ser recomendable su oferta dentro de los sistemas de formación de los profesionales sanitarios40.
No hay fuente de financiación.
No hay conflicto de interés. Correspondencia: J. García Campayo.
Avda. Gómez Laguna, 52, 4.º D. 50009 Zaragoza. España.
Correo electrónico: jgarcamp@arrakis.es
Manuscrito recibido el 10 de diciembre de 2007.
Manuscrito aceptado para su publicación el 23 de enero de 2008.