Introducción. Aunque la luxación escapulohumeral anterior es un cuadro frecuente en los servicios de urgencias, su presentación bilateral constituye un hecho infrecuente1. Suele asociarse a traumatismos de gran intensidad2, deportistas que trabajan con grandes pesos3, contracturas musculares extremas, como las producidas en crisis convulsivas de diversos orígenes como cuadros de hipoglucemia4, epilepsia5, síncopes, descargas eléctricas6 o terapia de electroshock, pacientes con enfermedades neuromusculares7 y alteraciones psiquiátricas8.
Las luxaciones bilaterales debidas a contracciones musculares violentas con más frecuencia suelen ser de localización posterior y acostumbran asociarse a fractura ósea1.
Caso clínico. Presentamos un caso de luxación bilateral de localización anterior tras una crisis convulsiva tónico-clónica.
Se trata de un varón de 29 años, con epilepsia conocida, que tras varios años de tratamiento con fenobarbital, y por indicación de su neurólogo, cesa el tratamiento.
Entre sus antecedentes sólo destaca la historia de una luxación traumática del hombro derecho.
Aproximadamente un mes después de la interrrupción del tratamiento, su familia demanda atención domiciliaria tras haber sufrido el paciente una convulsión.
A nuestra llegada el paciente está ligeramente poscrítico, consciente y algo desorientado, y se queja de dolores generalizados, los cuales son más intensos en ambos hombros.
Refieren que al presentar las convulsiones el paciente cayó al suelo, dándose un gran golpe.
En la exploración física se observan dolor e impotencia funcional, hombro «en charretera» y escápula plana, cabeza humeral palpable en hueco deltopectoral, signo del hachazo (región subacromial vacía) y brazo fijo en ligera abducción y en rotación interna.
No se observa compromiso sensitivo (pérdida parcial o total de la sensibilidad cutánea a lo largo de la cara posteroexterna de la región deltoidea y mitad superior del brazo), el compromiso motor no es valorable debido al dolor y no se advierte compromiso vascular.
No queda claro si el mecanismo que ha producido la luxación es la contracción muscular intensa debida a la convulsión o la posterior caída al suelo.
Se intenta reducir con la maniobra de Kocher pero, dada la gran contractura muscular presente, no se consigue, por lo que se le traslada a su hospital de referencia, con el diagnóstico de luxación anterior de ambos hombros.
En el servicio de urgencias hospitalario la radiografía simple (fig. 1) objetiva la citada luxación sin apreciarse lesión ósea añadida. Se hace una proyección, no habitual, que abarca ambos hombros para apreciar mejor la bilateralidad de la lesión.
Figura 1
Se vuelve a intentar la reducción con la maniobra de Kocher, siendo esta vez efectiva, sin ser precisa la utilización de sedorrelajación farmacológica.
Se coloca un vendaje de Velpeau bilateral y se le cita para revisión por su traumatólogo en tres semanas.
Conclusiones. Aunque sea infrecuente, esporádicamente se presentan casos de luxaciones uni o bilaterales, solas o asociadas a fracturas tras cuadros convulsivos. Por ello sería importante tener en cuenta esa posible complicación en la valoración inicial de este tipo de pacientes, para descartar su presencia, ya que a veces puede pasar inadvertida8, y lo que puede ser una complicación más o menos leve puede transformarse en algo más complicado, simplemente por el paso del tiempo.