Sr. Director: En la revisión publicada en la revista1, en la que entre otras cosas se valoran las tablas calibradas por los investigadores del estudio REGICOR (Registre Gironí del Cor) para la población española2, se alude a las «poco relevantes» limitaciones metodológicas de dicha calibración. Sin embargo, se llega a la desconcertante recomendación de usar las tablas de Anderson. Uno de los motivos aducidos para mantener las tablas de Anderson es que permiten utilizar los valores del colesterol-HDL en el cálculo, lo que también puede hacerse en las calibradas.
Los propios investigadores del Framingham Heart Study (origen de las tablas de Anderson) han colaborado en la calibración realizada por los investigadores del estudio REGICOR, y apoyan su uso sustituyendo a las primeras. Otro argumento que apoya la utilización es la demostrada validez del procedimiento de validación3, cuya utilidad reconocen los propios autores de la revisión1,2,4. No parece muy razonable, en suma, proponer el uso de una tabla que sobrestima el riesgo en España4 y de la que existe una versión calibrada aceptable2.
Recientemente se ha mostrado que, con el uso de las tablas calibradas, la proporción de pacientes en tratamiento farmacológico sería similar a la actual, pero estaría mejor adaptada al riesgo real de cada paciente5. Si el interés prioritario es la salud de nuestros pacientes, queda patente que el sobretratamiento derivado del uso de las tablas sin calibrar expone a muchos pacientes a los riesgos derivados de la administración innecesaria de fármacos, e incrementa el coste sanitario de la prevención primaria.
Si bien es cierto que no se ha realizado una validación de las tablas calibradas, también lo es que nadie se ha alarmado hasta ahora porque tampoco se hiciera para la ecuación de Framingham original.
La Guía de Práctica Clínica sobre Hipertensión Arterial editada por Osakidetza-Servicio Vasco de Salud (www. osatzen.com/gphtension.asp) recomienda el uso de las tablas adaptadas. Esta guía sigue las directrices estandarizadas del AGREE (http://www.agreecollaboration.org/) y de las revisiones sistemáticas de la Fundación Cochrane de evaluación objetiva de la evidencia científica. Nos consta que otras comunidades autónomas están preparando acciones similares.
Creemos que es mejor incrementar la evidencia científica disponible en lugar de seguir discutiendo opiniones. Se está completando el estudio VERIFICA (Validez de la Ecuación de Riesgo Individual de Framingham de Incidentes Coronarios Adaptada), en el que participan más de 200 médicos de atención primaria de toda España, que permitirá analizar la validez del conjunto de las ecuaciones usadas en la estimación del riesgo coronario y cardiovascular en nuestro medio.