Sr. Director: Existe una necesidad de propiciar hábitos y estilos de vida sanos en los jóvenes en todas sus etapas del desarrollo, sin descuidar el abordaje preventivo y de promoción de la salud en la etapa universitaria, de modo que la universidad fomente la adquisición del conocimiento junto a la promoción de estilos de vida saludables que mejoren la salud cardiovascular futura1-3. Con el objetivo de conocer el grado de información sobre los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) que poseen los universitarios, realizamos un estudio observacional, descriptivo y transversal de base institucional mediante cuestionario en la Universidad Católica de Murcia. Se seleccionó aleatoriamente una muestra de 1.179 estudiantes universitarios. Confeccionamos un cuestionario autocumplimentado y anónimo, de 64 preguntas, que fue objeto de validación4 y analizamos la escala que versa sobre el grado de información sanitaria sobre FRCV (14 preguntas). Recogimos y analizamos un total de 1.161 encuestas, 607 (52,4%) de varones y 551 (47,6%) de mujeres. A la pregunta sobre si conocían la causa más frecuente de mortalidad, sólo el 31,3% de los alumnos o estudiantes universitarios encuestados responde acertadamente que son las enfermedades cardiovasculares, correspondiendo la mayor frecuencia a la respuesta de «los accidentes de tráfico», con 448 alumnos (38,1%). De los alumnos restantes, el 16,8% de los estudiantes universitarios encuestados considera el cáncer la causa más frecuente de mortalidad, el 6,0% el sida y el 7,8% restante responde no saber. Podemos observar que son los alumnos que proceden de estudios «sanitarios» los que presentan la mayor frecuencia de respuestas acertadas, 182 alumnos (37,8%), seguidos por los alumnos de la licenciatura de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFD), con un 31,3% de aciertos; la menor frecuencia de aciertos corresponde al grupo de enseñanzas agrupadas como «humanidades», con sólo un 19,7% de aciertos, grupo donde casi la mitad de los alumnos, el 43,3%, consideran que la mayor causa de mortalidad son los accidentes de tráfico. Las diferencias de frecuencias encontradas en las repuestas son significativas (p < 0,001) entre los diferentes grupos de estudios.
A la pregunta sobre la causa que considera más perjudicial para la salud cardiovascular, en la que la respuesta correcta era el tabaco, siendo otras respuestas posibles el alcohol, el estrés y la inactividad física, observamos que menos de la mitad de los universitarios responde que es el tabaco, el 41,8%, seguido por la inactividad física, 22,0%, y el estrés, con el 19,95% de las respuestas. Las menores frecuencias corresponden a la respuesta alcohol, con el 5,0%, y el 11,2% responde no saber la respuesta.
En la encuesta realizada existen 8 preguntas medidas en escala de Likert sobre distintos factores de riesgo (estrés, sedentarismo, alcohol, obesidad, diabetes, tabaco, colesterol e hipertensión arterial) asociado a las enfermedades cardiovasculares, con las que se pretende medir la influencia que tiene cada factor en estas enfermedades. Existe una tendencia muy mayoritaria a contestar que el aumento del colesterol influye en el riesgo cardiovascular; el 85,7% considera que influye entre mucho y muchísimo, y sólo el 1,2% del total de los encuestados considera que no influye o influye poco. Esta identificación no es tan clara para otros FRCV, siendo el que obtiene menos consideración la influencia de la diabetes sobre el RCV, con el 38% (fig. 1).
FIGURA 1 Proporción de estudiantes universitarios que consideran que influye mucho o muchísimo cada factor de riesgo sobre el riesgo cardiovascular.
Pese a que las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de mortalidad en los países desarrollados, la información sanitaria de los jóvenes relacionada con los factores y la enfermedad cardiovascular es limitada y sería deseable que fuese más amplia, dada la trascendencia de las enfermedades cardiovasculares en la salud de la población5,6.
Se precisarían intervenciones a diversos niveles, no sólo sobre la información sanitaria, al menos en los jóvenes en esta etapa del ciclo vital, si se quiere modificar todos los estilos de vida que potencialmente pueden influir en la salud cardiovascular.