Introducción. El tabaquismo es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de cardiopatía isquémica y cáncer de pulmón1. En los últimos años, en diversos protocolos y guías de práctica clínica el consejo antitabaco se está instaurando como una intervención más en el ámbito de la atención primaria. La detección de los pacientes susceptibles de recibir apoyo para el abandono del hábito pasa por la realización previa del consejo antitabaco2. No obstante, parece que esta medida para facilitar el cese del hábito tabáquico todavía no constituye una práctica habitual en nuestro quehacer diario como médicos de familia.
Objetivos. Conocer la motivación principal de la población ex fumadora para el abandono del hábito, las características relacionadas con dicho abandono y el grado de participación médica en dicho proceso.
Diseño. Estudio observacional transversal.
Emplazamiento. Atención Primaria de Salud (ABS urbana).
Participantes. Muestra consecutiva de 120 pacientes mayores de 15 años registrados como ex fumadores con más de un año de abstinencia, reclutados por muestreo sistemático de historias clínicas (riesgo α, 0,05; precisión, 0,09).
Mediciones. Cuestionario telefónico de elaboración propia que consta de tres bloques: características del hábito; papel del médico en el proceso del abandono (reiteración del consejo médico antitabaco [CMAT]), y características del cese del hábito (tentativas previas negativas [TPN]) y método utilizado en la tentativa definitivamente exitosa. Valoramos la fiabilidad del cuestionario por test-retest, excluyendo los ítems con coeficiente kappa < 0,5. Se llevó a cabo un análisis estadístico mediante intervalos de confianza del 95% (IC) y prueba de la χ2, considerando diferencias significativas (DS) si p < 0,05.
Resultados. Respondió al cuestionario un total de 84 sujetos (tasa de no respuesta del 31%) que tenían una edad media de 50,2 años (DE, 16,3), siendo el 58,3% varones y el 41,7% mujeres.
El principal motivo aducido por los ex fumadores como determinante del cese definitivo del hábito fue: autoconvencimiento por problemas de salud percibidos (47,6%; IC, 36,7-58,5), para prevenir problemas fetales durante un embarazo normal (13%; IC, 5,7-20,3), por consejo médico explícito (17,3%; IC, 9,8-24,8) y otros motivos (22,1%).
El 19% de los encuestados (IC, 10,4-27,6) había recibido CMAT en bastantes ocasiones, el 20,2% (IC, 11,44-28,96) en alguna ocasión y el 57,1% (IC, 46,3-67,9) decía no haber recibido nunca CMAT explícito.
Un 57,1% había realizado TPN (un 21,4% [IC, 12,45-30,35] muchas, y un 35,7% [IC, 25,25-46,15] alguna), y un 42,9% (IC, 32,1-53,7) declaró haber abandonado el tabaco en su primer intento.
El método utilizado en la tentativa definitivamente exitosa fue en el 91,7% de los casos «sin ayuda», mientras que el 8,3% utilizó sustitutivos (esta proporción se incrementa hasta un 19,4% considerando únicamente ex fumadores de menos de 5 años).
Encontramos diferencias estadísticamente significativas (p < 0,01) entre el uso de sustitutivos y la insistencia de CMAT explícito.
Discusión y conclusiones. Sorprende el escaso papel del médico en el cese del hábito, lo que pone de manifiesto una carencia de intervención respecto a uno de los mayores problemas de salud pública3. Por otro lado, destaca el escaso uso de sustitutivos para ayudar a los pacientes en sus intentos de abandono.
En este estudio también se confirma que el desencadenante fundamental para dejar de fumar es el autoconvencimiento por problemas de salud percibidos secundarios al tabaco, así como el hecho de que la mayoría de los pacientes lo logra sin ayuda alguna, con algún intento previo fracasado.
Probablemente una actuación más selectiva (fumadores disonantes y con puntuación en el test de Fagerström superior a 4) y más reiterada (implementación de protocolos que incorporen más visitas de seguimiento y refuerzo) podría incrementar el número de abandonos en el consumo de tabaco4.