Objetivo. Conocer la prevalencia de la infección por el virus de la hepatitis C.
Diseño. Estudio transversal.
Emplazamiento. Escolares de la Comunidad Autónoma de Madrid.
Pacientes u otros participantes. Escolares de 4 a 17 años (560).
Mediciones y resultados principales. Test de enzimoinmunoanálisis de segunda generación (ELISA II), con una prevalencia del 0,36% de positivos.
Conclusiones. La prevalencia encontrada está acorde con los resultados publicados y podemos concluir que no hay factores que hagan a nuestra comunidad diferente de otras con una prevalencia en adultos similar.
Objective. To find the prevalence of hepatitis C virus infection.
Design. Cross sectional study.
Setting. School children of the Autonomom Community of Madrid.
Patients and other participants. 560 school children of 4 and 17 years-old.
Measurements and main results. ELISA II the anti-HCV appared in 0,36% of population.
Conclusions. Our prevalence is the same a other studes and we think that it haven't differents factors in our community different of others with a similar prevalence in adults population.
Introducción
Estudios recientes hablan de cerca de cien millones de personas infectadas y/o portadores crónicos del virus de la hepatitis C (VHC) en todo el mundo1. Más aún, se admite además que el VHC es responsable del 75-90% de todas las hepatitis no A no B2. Aunque el VHC es ubicuo, la tasa de infección varía ampliamente de unas regiones a otras: del 0,3% en países de baja endemicidad de Norteamérica3 y Europa Occidental4 a más del 12-20% en zonas altamente endémicas de África5,6.
Los trabajos más fiables realizados en nuestro país7 muestran una prevalencia general de infección por VHC de 1,2% en una población adulta de donantes de sangre. Esta cifra puede considerarse como una estimación aproximada de la prevalencia en la población general, y pertenece al rango de prevalencias de regiones moderadamente endémicas, como países desarrollados del Mediterráneo y Sur de Europa y Japón.
Sin embargo, la comunicación específica de cada tipo de hepatitis viral sería de utilidad para una comprensión global del estado y evolución de la infección en nuestro país, mediante la elaboración de una medida de riesgo.
Una notable cantidad de trabajos se han realizado en diferentes países con el fin de estudiar tanto las tasas de infección en diferentes grupos de riesgo como, indirectamente, los principales mecanismos de transmisión involucrados en la difusión de la enfermedad. Análogamente a lo que se ha referido en el extranjero, los principales grupos de riesgo en España son usuarios de drogas por vía parenteral (48% de prevalencia de infección por VHC)7, y hemofílicos y personas con fallo renal terminal sujetas a hemodiálisis (prevalencia de infección: 20%)7. Hasta la fecha ningún estudio ha reflejado en España la prevalencia en otros grupos de riesgo, tales como personas sometidas a trasplante de órganos, varones homosexuales, parejas de personas infectadas o contactos domésticos de casos índice.
En consecuencia, mecanismos distintos de los parenterales tienen aún que ser confirmados o refutados en nuestro medio, como forma de demostrar el acuerdo con los resultados de otras regiones y de averiguar que otras vías de transmisión pudieran ser responsables de la alta proporción de casos «esporádicos» (es decir, no relacionados con transfusión) entre el total de la población infectada.
Concentrándonos en nuestro objetivo central, es decir, el estado de la infección en niños, debemos considerar dos aspectos:
Que los trabajos que tratan de la prevalencia en diferentes grupos de edad concluyen que la prevalencia de infección se incrementa con la edad: en Europa meridional oscila entre el 0,8% en menores de 50 años y el 2,3% en personas mayores de esta edad7; en Japón, la diferencia es aún mayor, variando desde un 0,36% en el grupo de edad de 16-20 años hasta un 2,78% del grupo de 60-64 años8.
Que son muy escasos los estudios de prevalencia realizados en niños. Hemos revisado la literatura internacional hasta junio de 1994 y tan sólo hemos encontrado tres trabajos referidos específicamente a prevalencia en la infancia y juventud. Sólo uno de ellos se refiere a una población escolar de todas las edades y fue incapaz de demostrar un solo caso de entre 1.442 escolares menores de 14 años en Japón en 19929. El otro estudio referido a población escolar da una prevalencia del 0,40% entre 1.015 escolares de 14 años en un área urbana de Veneto (Italia) en 199310. Finalmente, como parte de un estudio en población general en Japón en 1993, se informó de una prevalencia del 0,36% en el grupo de edad de 16-20 años8.
Material y método
Se muestrearon 560 individuos de edades comprendidas entre 4 y 17 años, pertenecientes a diferentes escuelas públicas de Madrid y su área metropolitana: se logró una muestra aleatorizada y estratificada (40 niños por cada uno de los 14 grupos de edad).
Se realizó el test ELISA de segunda generación de Abbott a todos los sueros, y se aplicó un test confirmatorio adicional de tipo immunoblot (Deciscan Sanofi Pasteur) a los sueros reactivos al ELISA-II y a algunos sueros control negativos con el ELISA, en relación de 2 controles por cada caso.
Resultados
Dos de los 560 sueros fueron reactivos al test ELISA-II. Ambos fueron confirmados como verdaderos positivos mediante el immunoblot, mientras que ninguno de los controles negativos en el ELISA resultó positivo con el immunoblot. La prevalencia global para la infección por VHC fue, por tanto, de un 0,36%, con un intervalo de confianza de 0,06-1,43%.
Discusión
Aunque la precisión de la medida de prevalencia no es muy alta (intervalo de confianza amplio) es la primera aproximación a lo que sucede en la infancia en nuestro país.
Esta prevalencia del 0,36% parece estar acorde con las prevalencias encontradas en Italia y en Japón en los mismos grupos de edad. Esto es especialmente interesante si se tiene en cuenta que la prevalencia de adultos en ambos países (1,12% en Japón y 1,1% en Italia) es muy similar a la prevalencia en adultos en el nuestro (1,2%).
Más aún, podemos concluir que no hay factores que hagan a nuestra comunidad diferente de otras con una prevalencia en adultos similar. Podemos suponer que no existe ni una menor edad de infección ni una mayor tasa de seroconversión anual.
Aunque no era un objetivo de este trabajo determinar la sensibilidad y especificidad de los tests, el ensayo inmunoenzimático de segunda generación parece cumplir los criterios de fiabilidad requeribles para estudios de base poblacional.
Finalmente, consideramos que la realización de otros estudios transversales más adelante que tengan estos resultados como punto de partida podrían ayudar a conocer la evolución de la infección por VHC en nuestra comunidad.