Sr. Director: Tras la lectura del editorial titulado: «¿Investigación en atención primaria?»1, de Fernández, nos gustaría felicitar a la Revista y a su autora por las reflexiones que surgen de este magnífico artículo.
Creemos que es muy importante partir de las afirmaciones del editorial de que «nadie debería dudar de que la investigación es imprescindible en todos los niveles asistenciales y para todos los profesionales sanitarios» y de que «la presencia de la investigación en la APS y de la APS en la investigación es débil (...) y que permanece en unos niveles insuficientes e inaceptablemente bajos»1. De todas formas es necesario destacar que en el editorial se apuntan dificultades, fortalezas y sobre todo esperanzas.
Tal como plantea la autora, es necesario generar y gestionar el conocimiento, a partir de fomentar la cultura de la investigación, promocionar y difundir la investigación. Para ello creemos fundamental desarrollar planes de formación reconociendo el tiempo investigado, facilitando tiempos en el día a día y apoyando la presentación, desarrollo y publicación de proyectos. Ya en 1992, en una revisión de la investigación en atención primaria se hablaba de que ésta carece de una tradición que haya convertido el hecho de investigar en una costumbre o en parte del trabajo de los profesionales, aunque existe una clara progresión en el número de investigaciones y en su nivel de cualificación. Asimismo se planteaba en el artículo una serie de medidas para favorecer la investigación de calidad en atención primaria, tales como generar un clima y una cultura favorables al estilo de investigación necesario en atención primaria, clarificar y promocionar las líneas prioritarias de la investigación en atención primaria, posibilitar que se creen «masas críticas» de investigadores, hacer accesibles los recursos materiales y de asesoría, facilitar la financiación, mejorar la formación en metodología de investigación, estimular e incentivar la investigación y crear las condiciones en atención primaria que permitan investigar2-4.
Añadiendo algunos datos, encontramos que el FIS, entre los años 1998 y 2000, aprobó 552 proyectos en las comisiones de epidemiología y salud pública, y de servicios de salud (planificación, gestión y evaluación) y de educación, sociología de la salud y bioética2. Del conjunto de proyectos, 260 son proyectos hospitalarios, muy por encima de los 63 proyectos concedidos en atención primaria, aunque a ellos podríamos añadir 23 proyectos que abordan los servicios de atención primaria desde otros campos; por tanto, existe una relación de 3 a 1, de hospitales respecto a atención primaria.
Analizando en profundidad algunos aspectos de los proyectos aprobados, encontramos que hay 43 proyectos de más de 48.080, 97 e., 19 son de hospitales y 4 de áreas de salud, direcciones de atención primaria o delegaciones de salud. Pasamos de 5 a 1.
Con respecto a la investigación cualitativa, de reciente expansión en el mundo de la investigación, haciendo un análisis de las bases de datos MEDLINE, IME, Psycoinfo y CUIDEN entre 1991 y 2001 (hasta junio), encontramos 130 artículos, 24 entre 1991 y 1995, y 95 entre 1996 y 2000. Las publicaciones de enfermería abarcan el 40,7% de los estudios, seguida de atención primaria, con un 28,5%. Andalucía, la Comunidad Valenciana y Madrid son el origen de los investigadores de los estudios analizados, que provienen en un 28% de la universidad, seguido por atención primaria en un 25% y los hospitales con un 18%.
A todo ello queremos añadir un par de preguntas que pensamos no están contestadas: ¿por qué en algunas comunidades autónomas, o en algunas unidades de investigación, el peso de la investigación en la atención primaria es mayor?, ¿qué pasa en Cataluña, en Mallorca o en el País Vasco que no ocurre en otras comunidades a la hora de investigar? Creemos que, para poder responder a estas preguntas, es necesario profundizar en los análisis mediante un diseño cualitativo que ahonde en el porqué del éxito y del fracaso de algunas unidades, así como en el porqué de la implicación y falta de motivación, por otra parte, de determinados profesionales.