Objetivo. Valorar la satisfacción ponderal, definida como la conformidad con el propio peso1-3 y relacionar con dicha variable medidas antropométricas, en relación con la edad y con factores de riesgo cardiovascular.
Diseño. Estudio transversal, aleatorizado.
Participantes. Muestreo consecutivo de 240 usuarios de 3 consultas diferentes de un centro de salud4 de ámbito urbano.
Intervenciones. Encuesta de satisfacción ponderal, evaluación de medidas antropométricas, esfingomanometría y analítica. Se han analizado las diferencias entre variables, tras comprobación de la distribución normal, por la prueba de la t de Student o por análisis de la varianza, mediante el programa informático SPSS-PC. Además se ha estudiado la correlación entre variables mediante el estadístico de Pearson.
Resultados. La proporción de pacientes masculinos satisfechos con su propio peso fue superior a la de las participantes femeninas (57,47% frente al 51,63%). Globalmente, los pacientes no satisfechos presentaban mayores deseos de pérdida ponderal, índice cintura/cadera e IMC (tabla 1). En el análisis según la edad se observó que en mujeres < 50 años la satisfacción con el peso se asociaba a menor consumo tabáquico, menor tensión arterial sistólica y diastólica, IMC, diferencias entre el peso real y estimado y pérdida ponderal deseada (p < 0,002 en todos los casos, datos no mostrados). A partir de los 50 años, la satisfacción con el peso sólo se asociaba a diferencias en las tres últimas variables (p < 0,01). También las mujeres insatisfechas de cualquier edad presentaban mayor riesgo cardiovascular. En los varones, la satisfacción sólo se relacionaba con las cifras de colesterol (p < 0,01), y no había diferencias entre edades.
Discusión. Se constató que sólo la mitad de la población (53,8%) describía su peso como adecuado, expresando su satisfacción con él, datos similares a los de otros países5. Por otro lado se destacó la elevada media de kg (4,26 ± 7,63) que la población deseaba perder, aunque dicha media era superior en otros medios6. El deseo de pérdida ponderal era mayor en la población femenina, seguramente debido a una mayor preocupación por su peso. Cabe destacar que los pacientes insatisfechos presentaban mayor riesgo cardiovascular. Se observó también que el sexo determina la concienciación sobre el propio peso y las consecuencias relacionadas con un exceso de éste. En conclusión, la satisfacción con el propio peso puede ser considerada como una variable de interés en atención primaria para las medidas destinadas a una mejor educación sanitaria de la población.
Presentado parcialmente en las III Jornades de Salut de les Terres de Ponent, Lleida, octubre 2000 y premio al mejor póster.