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Vol. 43. Núm. 12.
Páginas 629-636 (diciembre 2011)
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Vol. 43. Núm. 12.
Páginas 629-636 (diciembre 2011)
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Qué revistas médicas españolas leen y cómo se informan los médicos de atención primaria
Which Spanish journals are read and how primary care doctors keep informed
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Javier González de Diosa, Ángeles Flores Canourab, Josep Jiménez Villac, José Antonio Gutiérrez Fuentesd,
Autor para correspondencia
j_a_gutierrez@lilly.com

Autor para correspondencia.
, en representación del Comité Técnico de la Iniciativa MEDES (MEDicina en ESpañol)
a Servicio de Pediatría, Hospital General Universitario de Alicante, Universidad Miguel Hernández, Alicante, España
b Servicio de Documentación, Departamento Médico, Lilly S.A., Madrid, España
c División de Evaluación de Servicios, Servei Català de la Salut, Barcelona, España
d Fundación Lilly, Madrid, España
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Aten Primaria. 2011;43:636-710.1016/j.aprim.2011.07.005
Jesús López-Torres Hidalgo
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Tablas (3)
Tabla 1. Principales preferencias de los médicos de atención primaria en la lectura de revistas biomédicas en español
Tabla 2. Opiniones sobre la utilidad de los artículos biomédicos escritos en español frente a los escritos en inglés
Tabla 3. Valoración de la utilidad de los artículos publicados en revistas en español para el ejercicio de la medicina
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Material adicional (1)
Figuras (1)
Resumen
Objetivo

Conocer los hábitos de lectura de revistas médicas, preferencias de idioma y formato, y vías de acceso a las mismas de los médicos de atención primaria.

Diseño

Entrevista telefónica.

Ámbito geográfico

Todas las comunidades autónomas de España.

Participantes

300 médicos de atención primaria seleccionados mediante un muestreo estratificado proporcional por comunidad autónoma y tipo de profesional (médicos de familia y pediatras).

Mediciones

Cuestionario estructurado precodificado de 18 preguntas, administrado telefónicamente mediante técnica asistida por ordenador.

Resultados principales

los encuestados declaran leer preferentemente las revistas de su especialidad y se inclinan por el formato impreso; aunque el electrónico es el preferido por los jóvenes y pediatras. Los médicos de familia están más interesados por los casos clínicos (73%), y los pediatras por las revisiones (74%). El 48% leen de 1 a 4 artículos semanales. Para la búsqueda de los artículos, el 70% utilizan Google y Yahoo, y sólo el 29% bases de datos. El 88% estaría interesado en disponer de un servicio gratuito en línea para consultar revistas españolas de calidad. Al 80% les resulta más útil leer artículos en español que en inglés y el 70% considera que no existen diferencias de calidad entre ellos. El 67% no ha publicado ningún artículo en los pasados 5 años, y la mayoría lo hicieron en español (92%).

Conclusiones

Las publicaciones que contienen artículos en español son utilizadas como fuente de información preferente por un alto porcentaje de los médicos de atención primaria. Estos profesionales consideran que las bases de datos en español facilitan el acceso a dichas publicaciones y les son útiles y necesarias para su práctica profesional.

Palabras clave:
Servicios de información
Necesidades de información
Atención primaria
Médicos generales
Pediatras
Hábitos de lectura
Revistas médicas
Abstract
Objective

To determine which medical journals are read by Primary Care doctors, their language preferences, publication format and the ways of accessing them.

Design

Telephone interview.

Location

All the autonomous communities of Spain.

Participants

A total of 300 Primary Care physicians selected by proportional stratified sampling by autonomous community and type of professional (general practitioners and paediatricians).

Measures

A structured 18-question survey on reading habits administered by telephone using computer-assisted techniques.

Results

Respondents declared they preferably read specialty journals and are inclined to the printed format, although the online version is the option of younger doctors and paediatricians. The general practitioners prefer to read case studies (73%) and paediatricians opt for the reviews (74%). Overall, 48% read 1 to 4 articles per week. The search tools preferred by 70% of respondents were Google and Yahoo, followed by databases (29%). Eighty eight per cent stated an interest in having a free online service to find quality Spanish journals. As regards language, 80% find it more useful to read articles in Spanish than in English, and 70% believe that there are no quality differences between the publications in both languages.

Conclusions

The publications in Spanish are used as the preferred sources of information by a high percentage of Primary Care physicians. These professionals believe that Spanish-language databases make it easier to access these publications, and are useful and necessary for professional practice.

Keywords:
Information services I
Information needs
Primary Health care
Primary Care physicians
Paediatricians
Reading habits
Medical journals
Texto completo
Introducción

El objetivo principal del quehacer médico es ofrecer una buena atención sanitaria a la población, a ser posible con un modelo de medicina cercana, científica y humana, que intente ofrecer la máxima calidad con la mínima cantidad de intervenciones y en el lugar más próximo al paciente1. Este modelo de medicina no se puede improvisar y requiere disponer de unos profesionales adecuadamente formados.

La formación médica debe contemplarse como un continuum que se inicia en el pregrado y se prolonga durante el posgrado y el ejercicio profesional a través de la formación médica continuada. Los aspectos relacionados con cada una de estas etapas son motivo de permanente debate y cambios, surgidos del análisis de sus fortalezas, debilidades y oportunidades en cada momento2.

Es evidente que la formación continuada es una obligación moral y ética, dado el continuo y rápido progreso de los conocimientos, de manera que el nivel alcanzado al finalizar la formación básica o posgraduada muy pronto deja de corresponderse con los avances más recientes. Desde que la revolución informática facilitó el acceso a la información, la semivida de los conocimientos biomédicos es aún más corta y la gestión de la información más complicada, de manera que es cada vez más difícil estar al día en cualquier tema sólo con lecturas o suscripciones personales. El médico ha dejado de ser un acumulador de conocimientos para convertirse en un buscador de fuentes de información, cuyo reto es conseguir gestionar adecuadamente su formación ante el exceso de información médica disponible3, en un entorno de «infoxicación» (intoxicación por exceso de información).

Las revistas biomédicas son la fuente de información tradicionalmente más utilizada para la actualización de los conocimientos. Incluyen una enorme cantidad de documentos al año (con aportaciones a veces redundantes, cuando no contrapuestas y de calidad desigual) ante la que el clínico, incluso el más cualificado, tiene dificultad para determinar su utilidad intrínseca real. Además, al intentar recuperar la información original, los artículos no siempre se encuentran disponibles donde resultan necesarios y en el momento oportuno, esto es, just in time y just in case3,4.

Las revistas biomédicas están en un proceso de evolución, y debemos enfrentarnos, entre otras, a cuestiones del tipo: ¿publicación en papel o electrónica?; ¿publicación de pago o de acceso libre (Open Access)?; ¿publicación en forma de números de revistas o de artículos científicos individuales?; o ¿publicación en español o en inglés?5

Se conocen estudios sobre los hábitos de lectura y formación en distintas especialidades, como cirugía6, dermatología7, medicina interna8 o psiquiatría9, entre otros. En Atención Primaria (AP), esta cuestión también cuenta con un cierto cuerpo bibliográfico, desde los trabajos pioneros de Ely et al10–13 pasando por otros de nuestro entorno como el ENIGMA14 o el más reciente de Louro et al15. Se reconocen al menos 3 estudios de revisión y síntesis: el de Haug16 de 1997, el de Dawes et al17 de 2003 y el de Coumou et al18 de 2006. Los estudios primarios incluidos en ellos, aunque muy variables en su ejecución y metodología, permiten obtener resultados y conclusiones sobre el número y tipología de las dudas o preguntas que aparecen durante la consulta, el porcentaje de ellas que quedan sin respuesta, y las fuentes de información utilizadas para resolverlas.

Nuestro estudio tenía por objetivo principal conocer la relación de los médicos de AP españoles con las revistas biomédicas en español (como lectores y autores de artículos científicos) y con las bases de datos bibliográficas, y secundariamente conocer sus preferencias hacia la lectura y publicación de artículos científicos en español o en inglés.

Material y métodos

Se trata de un estudio sociológico mediante encuesta telefónica asistida por ordenador (CATI) a una muestra representativa de los médicos de AP de España, realizado por Metroscopia®, para la Fundación Lilly en el contexto de la iniciativa MEDES (MEDicina en ESpañol).

Se utilizó un cuestionario estructurado precodificado (disponible en la versión electrónica), que consta de 18 preguntas sobre los hábitos de lectura de revistas científicas y de consulta de publicaciones, así como sobre las preferencias idiomáticas (en español y/o inglés) de la lectura y publicación de artículos. Para las preguntas sobre la opinión de los profesionales se utilizaron escalas numéricas (de 0 a 10) dadas sus ventajas de facilitar las comparaciones y minimizar el riesgo de posibles malentendidos semánticos.

Se realizaron 300 entrevistas, seleccionadas mediante un muestreo aleatorio estratificado por comunidades autónomas, proporcional al universo de médicos de AP (médicos generales y pediatras) de cada comunidad. Para un nivel de confianza del 95% y en la hipótesis más desfavorable de máxima indeterminación (p=q=0,5), el margen de error de los datos referidos al total de la muestra es de±5,8%. El trabajo de campo se realizó entre el 2 y el 23 de junio de 2009.

El tratamiento de la información se realizó mediante tabulaciones cruzadas por el sistema STAR. Los porcentajes se presentan sin decimales, lo que puede dar lugar a que su suma no coincida exactamente con 100. Tan sólo los datos referidos a puntuaciones medias aparecen con un decimal. Se realizó un análisis global de los datos, y por subgrupos de sexo, edad (25 a 34 años; 35 a 54 años; y ≥ 65 años) y tipo de facultativo (médico general y pediatra). Para el cálculo de la dependencia o independencia entre 2 variables cualitativas se utilizó la prueba ji cuadrado (χ2).

Resultados

El cuestionario fue contestado por 300 médicos de AP (192 médicos de familia [64%] y 108 pediatras [36%]), representativos de forma estratificada y proporcional de las 17 comunidades autónomas. Su distribución por sexo (54,7% hombres y 45,3% mujeres) y edad (25 a 34 años: 7%; 35 a 54 años: 70%; y mayores de 55 años: 21%) también fue proporcional al universo de médicos de familia y pediatras de AP.

Lectura de revistas científicas

Con relación a las revistas médicas en español, los médicos de AP distribuyen sus preferencias en 2 bloques (tabla 1): publicaciones científicas de información específica de cada especialidad (medicina de familia o pediatría) y, en menor proporción, revistas de información médica general (salvo Jano, Medicina y Humanidades, que es globalmente la más leída).

Tabla 1.

Principales preferencias de los médicos de atención primaria en la lectura de revistas biomédicas en español

    Tipo de facultativo
  Total médicos de atención primaria n=300Médico general n=192Pediatra n=108
Revista  IC 95%  IC 95%  IC 95% 
Jano  42  36-48  58  51-65  12  6-18 
Anales de Pediatría  24  19-29  1-7  61  52-70 
Atención Primaria  16  12-20  20  14-26  3-13 
Pediatrics (español)  14  10-18  1-5  32  23-41 
Semergen  13  9-17  16  11-21  2-12 
Medicina Clínica  12  8-16  17  12-22  0-8 
AMF  12  8-16  18  13-23  0-5 
Acta Pediátrica Española  11  7-15  0-0  32  23-41 
Medicine  6-12  12  7-17  2-10 
Revista Española de Pediatría  5-11  0-0  21  13-29 
7 días  5-11  10  6-14  0-6 
El médico  4-10  10  6-14  0-3 
Medicina General  3-9  3-11  1-9 
Diario médico  3-9  4-12  0-5 
Información Terapéutica del SNS  1-5  2-8  0-3 
Evidencias en pediatría  1-5  0-0  3-13 
Tiempos médicos  1-5  2-8  0-0 
FMC  1-5  1-7  0-3 
Salud rural  1-5  1-7  0-3 
Revista Pediatría de Atención Primaria  0-4  0-2  1-9 
Medicina rural  0-4  1-5  0-3 
Medifam  0-0  0-2  0-0 
Otras  22  17-27  22  16-28  21  13-29 
Leo también revistas en inglés  3-9  1-7  10  4-16 
Ninguna  0-0  0-0  0-3 
No contesta  0-2  0-2  0-0 

AMF: Actualizaciones en Medicina de Familia; FMC: Formación Médica Continuada.

Los médicos de familia consultan preferiblemente Jano (58%), Atención Primaria (20%), AMF (18%), Medicina Clínica (17%) y Semergen (16%); y los pediatras Anales de Pediatría (60%), Pediatrics en español (32%), Acta Pediátrica Española (31%), Revista Española de Pediatría (21%) y Jano (12%).

La forma de lectura predominante es el formato tradicional en papel (85%), si bien el 57% también utiliza el electrónico. Este último es más utilizado por los médicos más jóvenes (76% en el grupo de 25 a 34 años, frente al 51% en los mayores de 55 años; χ2=4,15; p<0,05), y por los pediatras (69% frente al 49% de médicos de familia; χ2=11,22; p<0,001).

En cuanto al tipo de artículos, las preferencias de los médicos de familia son: casos clínicos (73%), puesta al día (70%), artículos originales (49%), revisiones (48%) y editoriales (12%). Por su parte, los pediatras prefieren leer revisiones (74%), casos clínicos (66%), puesta al día (59%), artículos originales (50%) y editoriales (7%).

El 48% de los médicos de AP declara leer semanalmente, por término medio, de 1 a 4 artículos, el 33% entre 5 y 10, el 14% más de 10, y sólo el 5% lee alguno eventualmente, sin diferencias significativas entre médicos de familia y pediatras. A medida que se incrementa la edad, mayor es la predisposición a la lectura de artículos científicos (leen más de 5 artículos semanales el 56% de los mayores de 55 años frente al 24% del grupo entre 25 a 34 años; χ2=6,36; p<0,05).

Algo más de la mitad de los médicos de AP (56%) está suscrito a alguna revista científica. Las diferencias por edad o sexo son de escasa relevancia. El número de suscriptores es algo mayor entre los pediatras (62 frente al 52% de los médicos de familia; χ2=2,77; p<0,10).

Recursos en línea y bases de datos más utilizados

El 70% de los médicos de AP utiliza principalmente buscadores generales como Google o Yahoo, el 29% bases de datos especializadas y el 3% otros recursos, como las bibliotecas virtuales en línea. Un 11% de los encuestados dicen no utilizar ningún recurso de Internet para la consulta de revistas científicas.

Las bases de datos bibliográficas son algo más utilizadas por los pediatras (35 frente a 26% de los médicos de familia; χ2=2,79, p<0,10), y, de forma evidente, por los médicos más jóvenes (el 62% en el grupo de 25 a 34 años, frente al 24% en los mayores de 55 años; χ2=10,29; p<0,001).

Existe una gran dispersión con respecto a las bases de datos de publicaciones en español más consultadas en la red. Así, consultan el Índice Médico Español (IME) un 15%, y en menor medida IBECS el 8%, Fisterra el 5% y Scielo el 4%. Un 37% dicen no consultar ninguna base de datos.

Los médicos consultan información especializada tanto desde el centro de trabajo (67%) como desde el propio hogar (72%), resultando excepcional hacerlo desde centros de información y documentación (1%).

Existe un amplio grado de consenso con respecto a la facilidad de acceso a las publicaciones en español (7,6; DE:1,6), tanto a las editadas en papel (7,2; DE: 1,8) como a las disponibles en formato electrónico (7,3; DE: 1,9). La mayoría (88%) se declara a favor de la implantación de un servicio on line gratuito para consultar revistas españolas de calidad.

¿Es más útil leer artículos en inglés o en español?

A la mayoría de los médicos (80%) les resulta más útil leer información técnica en español que en inglés (tabla 2). La mayoría (70%) considera que no existen diferencias de nivel científico y técnico entre los artículos publicados en ambos idiomas, mientras que un 14% considera mejores los escritos en español y sólo un 2% cree que son peores.

Tabla 2.

Opiniones sobre la utilidad de los artículos biomédicos escritos en español frente a los escritos en inglés

    Tipo de facultativo
  Total médicos de atención primaria n=300Médico general n=192Pediatra n=108
  IC 95%  IC 95%  IC 95% 
Leer artículos en español, respecto a acerlo en inglés, es:
Mucho más útil  41  35-47  43  36-50  37  28-46 
Bastante más útil  39  33-45  39  32-46  38  29-47 
Poco más útil  4,1-9,9  2,6-9,4  2,9-13 
Indiferente  13  9,2-17  12  7,4-17  17  9,9-24 

IC 95%: intervalo de confianza del 95%.

La imagen que proyectan las publicaciones de medicina en español entre la profesión médica es ampliamente favorable: todos los aspectos valorados (toma de decisiones en la práctica clínica, formación continuada, preparación de congresos y desarrollo profesional) obtienen puntuaciones próximas o superiores a 7 (tabla 3), con independencia del sexo, la edad o el tipo de facultativo.

Tabla 3.

Valoración de la utilidad de los artículos publicados en revistas en español para el ejercicio de la medicina

    Tipo de facultativo
  Total médicos de atención primaria  Médico general  Pediatra 
Valoración de la utilidad paraa:
Desarrollo profesional (estar al día)  7,5 (DE: 1,5)  7,6 (DE: 1,3)  7,4 (DE: 1,7) 
Formación continuada  7,5 (DE: 1,4)  7.6 (DE: 1,3)  7,4 (DE: 1,5) 
Toma de decisiones en la práctica clínica  7,1 (DE: 1,7)  7,1 (DE: 1,5)  7,0 (DE: 1,9) 
Preparación de ponencias, congresos, etc.  6,5 (DE: 2,2)  6,4 (DE: 23)  6,8 (DE: 2,1) 
a

Puntuaciones medias en una escala de 0 a 10, en la que 0 equivale a «no tienen ninguna utilidad» y 10 a «tiene mucha utilidad». DE: desviación estándar.

Publicación de artículos científicos

Un 67% de los médicos españoles de AP declaran no haber publicado ningún artículo científico en los últimos 5 años. Entre los que sí lo han hecho, han publicado más de 5 artículos el 7%, entre 3 y 5 el 15%, y entre uno y 2 el 11%, siendo el promedio de 1,7 artículos (0,8 en los últimos 3 años). La práctica totalidad de los médicos que han publicado alguna vez, lo ha hecho en español (92%), y sólo un 23% alguna vez en inglés. Los médicos afirman que prefieren, en proporción de 3 a 1 (77 frente a 23%), divulgar sus artículos en revistas en español.

Discusión

Las principales fortalezas de este estudio son que la muestra es representativa del universo de médicos de AP que ejercen en España, y que ha sido coordinado por expertos (Comité Técnico de MEDES) y ejecutado por una empresa independiente y con experiencia en estudios sociológicos. Sus limitaciones son las propias de una encuesta telefónica y del hecho de que la situación está cambiando muy rápidamente, por lo que los datos reflejan únicamente la situación a mediados de 2009.

Las revistas médicas en español más leídas son las específicas de cada especialidad, y, con menor frecuencia, revistas de información médica general (principalmente Jano). De nuestros resultados se puede concluir que los médicos de AP en España leen poco y que los artículos que clásicamente se consideran los más relevantes (artículos originales y editoriales) no son los tipos de documentos más apreciados. Aunque el artículo original es el patrón oro de la publicación científica, no siempre aporta la relevancia clínica y aplicabilidad en la práctica médica que el médico de AP busca, y que parece encontrar mejor en secciones como las de casos clínicos o revisiones. De hecho, las unidades de información preferidas por los profesionales asistenciales suelen ser el producto del resumen y síntesis de varios estudios en forma de valoraciones críticas, revisiones sistemáticas, metanálisis o guías de práctica clínica, que los transforma en herramientas para la acción (lo que se ha venido en llamar «unidades de información de alto valor añadido»)3–5.

Los 2 medios de difusión de las revistas biomédicas (papel y electrónico) son compatibles y complementarios. Las revistas en papel siguen siendo las preferidas, aunque el formato electrónico predomina entre los médicos más jóvenes y los pediatras. Sin embargo, la situación está cambiando rápidamente, y la disponibilidad de bibliotecas virtuales en algunas comunidades autónomas está modificando el uso que se está realizando actualmente de las revistas científicas. Así, por ejemplo, durante el primer semestre de 2010, en la Biblioteca Virtual de Galicia (BiblioSaúde) se bajaron 45.000 artículos de las 38 revistas españolas disponibles, lo que numéricamente supone un uso mucho mayor con relación a las revistas extranjeras. Probablemente la situación sea similar en otras comunidades autónomas. Sin duda, la accesibilidad supone un importante cambio en el uso y consulta de los recursos.

En conjunto, la publicación de trabajos biomédicos en Internet es una evolución inevitable del proceso editorial que redunda en beneficio de todos los implicados19,20: el investigador puede ver su trabajo publicado en menor tiempo, y se enriquece del debate pre y pospublicación, la editorial encuentra un mercado potencial de lectores mucho mayor y reduce los costes de producción, y el suscriptor paga por obtener sólo los artículos que precisa. Además, las bibliotecas disminuyen su problema de espacio y pueden ser más eficaces en la recuperación de la información.

Un dato destacable es que los médicos de AP utilizan principalmente buscadores generales, a pesar de que la mejor estrategia no suele ser una búsqueda indiscriminada o «salvaje» como la que suele proporcionar un buscador general (googlear), sino que se recomienda comenzar con una búsqueda más o menos sistematizada en fuentes de información terciaria (bases de datos de medicina basada en pruebas: guías de práctica clínica, revisiones sistemáticas, etc.), secundaria (bases de datos tradicionales, nacionales como IME, IBECS, MEDES, etc., o internacionales como PubMed/Medline, Embase, etc.) y/o primaria (revistas biomédicas y libros de texto)21,22. Con el tiempo es posible que las estrategias de búsqueda cambien e Internet contribuya al desarrollo de sistemas de ayuda adaptados a la consulta, que den respuesta a las necesidades de información y formación, y contribuyan a mejorar la calidad de la actuación médica. Las Bibliotecas Virtuales de Salud, que ya son una realidad en algunas comunidades autónomas, tendrán un papel fundamental.

Es evidente que Internet se está conformando como una herramienta imprescindible de información (y también de formación), lo que es ya una realidad apreciable en AP23,24, y debe promoverse y facilitarse su uso en las consultas médicas, ya que se está configurando como una herramienta tan necesaria como el propio fonendoscopio.

Parece indiscutible que el idioma de la ciencia es el inglés y que esta hegemonía idiomática propicia que los autores publiquen principalmente en este idioma. No obstante, en nuestro país subsiste una realidad bien distinta e impera, incluso entre la profesión médica, una barrera idiomática todavía difícil de rebasar. Aunque en algunos países importantes en ciencia, tecnología y economía (como Francia, Alemania o Japón) se plantean difundir sus revistas en inglés (y no en sus respectivas lenguas), el español parece poder pervivir en biomedicina por disponer de un amplio «mercado» común (es hablado por cerca de 500 millones de personas y es la lengua oficial de 23 países). Las publicaciones médicas españolas y en español deben establecer una estrecha colaboración entre ambas orillas del Atlántico y ganar una posición destacada por su calidad científica. Evidentemente, los autores buscan la mayor difusión e impacto de sus trabajos, lo que se consigue a través de las publicaciones incluidas en el Science Citation Index-Journal Citation Reports. Sin embargo, mayor impacto bibliográfico no significa necesariamente mayor impacto social, a veces ni tan sólo mayor difusión, ni el idioma se equipara a la utilidad en la práctica clínica5. De nuestro estudio se concluye que, para los médicos de AP españoles, las publicaciones biomédicas y las bases de datos de revistas en español son útiles y necesarias. Estudios realizados en otros países también demuestran que los médicos retienen mejor la información cuando la leen en su lengua materna25.

La toma de decisiones en medicina es un proceso complejo, uno de cuyos elementos esenciales es la información utilizada. En España, los médicos de AP se plantean un promedio de 1,7 preguntas por cada 10 pacientes, mientras que estudios realizados en otros países encuentran que el número de preguntas nuevas oscila entre 2 preguntas por cada 3 pacientes y 3 preguntas por cada 10 pacientes15,26. Para que se desarrolle un sistema ágil y eficiente de respuesta a estas preguntas, se necesita, no sólo más conocimientos fruto de investigaciones, sino también la promoción del acceso a las fuentes documentales (principalmente a las revistas científicas, y con preferencia, en nuestro medio, a las escritas en español), y que éstas se adapten, actualicen y den respuesta a las necesidades de información de los médicos asistenciales. El debate sobre las «revoluciones» pendientes de las revistas biomédicas sigue abierto4.

Sobre cómo responden los médicos de AP a sus interrogantes clínicas, Coumou et al18 observaron que: 1) solamente encuentran respuesta a un limitado número de preguntas; 2) la respuesta la obtienen principalmente de la consulta a otros colegas y de revistas científicas; 3) esta práctica no ha cambiado con el tiempo, pese al enorme incremento y accesibilidad de las fuentes de información electrónicas, y 4) el principal obstáculo argüido es la falta de tiempo y, en menor medida, las dificultades para formular buenas preguntas clínicas susceptibles de respuesta, y las existentes para conocer estrategias eficientes de búsqueda de información e interpretación correcta de los artículos científicos encontrados, lo que entronca con los pasos de la medicina basada en pruebas27–29.

Nuestro estudio informa sobre los hábitos de lectura e información de los médicos de AP en España, complementando estudios previos realizados en otros países, tanto en el entorno de los médicos de familia30–32 como de los pediatras33–35.

Lo conocido sobre el tema

  • El nivel de conocimientos alcanzado al finalizar la formación básica o posgraduada muy pronto deja de corresponderse con los avances más recientes.

  • El médico ha dejado de ser un acumulador de conocimientos para convertirse en un buscador de fuentes de información.

  • Las revistas biomédicas son la fuente de información tradicionalmente más utilizada para la actualización de los conocimientos.

Qué aporta este estudio

  • Las revistas médicas en español más leídas son las específicas de cada especialidad y, con menor frecuencia, las de información médica general.

  • Las revistas biomédicas en papel siguen siendo las preferidas. El formato electrónico es preferido por los médicos más jóvenes y por pediatras.

  • Los casos clínicos, puesta al día y revisiones son preferidos sobre los originales o editoriales.

  • Los médicos de atención primaria utilizan principalmente buscadores generales (destaca Google) y, en mucha menor medida, bases de datos bibliográficas.

  • Los médicos de atención primaria prefieren leer y publicar en español.

Conflicto de intereses

Los autores son miembros del Comité Técnico MEDES (MEDicina en Español) de la Fundación Lilly.

Agradecimientos

Los autores agradecen la colaboración en las labores de coordinación y elaboración del trabajo de Silvia Bravo, diplomada en Ciencias Empresariales y directora de Proyectos de Metroscopia®.

Anexo A
Comité Técnico de la Iniciativa MEDES (MEDicina en ESpañol)

Comité Técnico de la Iniciativa MEDES (MEDicina en ESpañol) Ángeles Flores Canoura, Sonia Gil Cidoncha, Javier González de Dios, Carlos González Guitián, José A Gutiérrez Fuentes, M. Concepción Martín Arribas, Fernando A. Navarro, José María Recalde Manrique y Josep Jiménez Villa.

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