Agradecemos las aportaciones realizadas por Simó Miñana et al. para intentar aclarar el verdadero consumo de antibióticos en España.
Una de las conclusiones de nuestro trabajo es el elevado uso de antibióticos en la Región Sanitaria de Lleida en el año 2007, con 23,52 DHD. Valor que supone un 19% más que en España (19,8 DHD)1 y un 25% más que en Cataluña (18,78 DHD) en el mismo año2. Por lo tanto, consideramos que, comparativamente, la diferencia en DHD es suficientemente relevante como para afirmar que el consumo en nuestra región es alto.
Tal y como apunta en su carta, al igual que se expone en nuestro artículo, este cálculo no incluye la dispensación sin receta, ni la dispensación con receta derivada de la prescripción privada y de las mutuas de los funcionarios. Esta limitación produce tanto una infraestimación en los valores de la DHD de nuestra región sanitaria como de Cataluña y España, que son los que hemos utilizado para compararnos.
Aunque se mencionan valores de DHD de otros países, se ha evitado hacer comparaciones directas, ya que somos conscientes que la dispensación de antibióticos puede ser diferente dependiendo del territorio. En un estudio3 donde se comparan los datos de antibióticos facturados al Sistema Nacional de Salud español con los de venta total en oficina de farmacia, se estima que aproximadamente un 30% de los antibióticos se dispensan sin receta oficial. En un estudio similar en una región del norte de Italia4 este porcentaje fue del 19%. Este dato podría apuntar a una mayor dispensación de antibióticos sin receta en España comparado con otros países europeos.
El proyecto European Surveillance of Antimicrobial Consumption (ESAC) se creó con el objetivo de conocer la cantidad y el tipo de antimicrobianos que se utilizan en los 34 países participantes.
Los datos de uso de antibióticos publicados por este grupo se obtienen de forma diferente dependiendo de cada país5. Algunos proporcionan datos de distribución (de laboratorios farmacéuticos, mayoristas, farmacias o compañías de estudio de mercados), mientras que otros de facturación de antibióticos con cargo al sistema de salud público. Los datos españoles son de facturación5.
Si suponemos que un 30% del consumo real en nuestra zona no está incluido dentro de los datos de facturación, tal y como dice la literatura médica3, la DHD de antibióticos en Lleida sería de 33,60, en Cataluña de 26,83 y en España de 28,29. En nuestro artículo2 ya comentamos que era de esperar que el consumo real de antibióticos fuera superior a los datos que publicábamos.
Si queremos ser estrictos y comparar estos valores de DHD con los de otros países europeos que forman parte del ESAC, deberíamos escoger aquellos que cifran su consumo de antibióticos basándose en datos de distribución de farmacias. Estos países son Holanda, Suecia y Dinamarca5, cuyas DHD en 2007 fueron de 11,05, 15,49 y 16,11 respectivamente6.
La comparación de la DHD de estos países con la de nuestra región (ajustada o no por el 30%) confirma lo que ya decía el título de nuestro artículo «Alta exposición a antibióticos en la población y sus diferencias por género y edad».