Sres. Directores: Agradezco el interés suscitado por el editorial Hacia un nuevo modelo de relación: médicos de familia/industria farmacéutica. Las aportaciones realizadas por su carta son muy interesantes e inician un deseado debate entre los médicos de familia sobre cuáles deben ser las relaciones entre los profesionales sanitarios y los laboratorios farmacéuticos. La firma como vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) pretende reflejar que la junta directiva de la Sociedad ha interiorizado como problema las relaciones con la industria farmacéutica, aunque las opiniones vertidas en la editorial son exclusivas del firmante.
Estoy de acuerdo con los comentarios acerca de algunas perversiones en las relaciones con la industria farmacéutica, así como con el indeseable carácter lúdico-festivo que está consolidándose en nuestros congresos.
Actualmente no es razonable utilizar locales o sedes de empresas farmacéuticas como espacios de sociedades científicas. De ello se deriva una mala imagen y una falta de clarificación de límites entre entidades con objetivos bien diferenciados.
Los congresos semFYC se han convertido en acontecimientos multitudinarios de difícil control. Uno de los elementos que más ha contribuido a agravar esta situación ha sido la presencia masiva de la industria farmacéutica, fundamentalmente en cuanto al incremento del llamémosle «programa social». Es necesario un autocontrol y una contención de la espiral de costes; estoy seguro que futuros comités organizadores ya se plantean invertir el desequilibrio actual primando el componente científico que deben poseer nuestros congresos. La austeridad y la independencia serán una consecuencia de poner límites estrictos a la presencia de la industria farmacéutica.
El papel de la semFYC será aquel que le quieran otorgar sus socios. El debate no ha hecho más que comenzar, y sería bueno incorporar muchas opiniones.