Sres. Directores: Como responsables técnicos en la Subdirección General de Atención Primaria del Insalud de la puesta en marcha del Programa del Uso Racional del Medicamento con la pretensión de extender y enriquecer las primeras experiencias realizadas por farmacéuticos en 19911, podemos ampliar la información aportada en la Carta al director de Rodríguez Moreno en enero de 1996 bajo el título: «¿Es necesaria la farmacología clínica en atención primaria?: la experiencia de Mallorca»2.
Coincidimos en que las actividades que describe la tabla incluida en la citada carta, constituyen la estrategia global en la promoción del Uso Racional del Medicamento y en que son las adecuadas para tal fin. Prueba de ello es que son las actividades que desde el año 1993 vienen desarrollándose en las áreas sanitarias del ámbito del Insalud con carácter generalizado3. En este momento, todas y cada una de las áreas de salud del Insalud (57) y entre ellas la de Mallorca, tienen funcionando una comisión, donde se tratan los aspectos relacionados con el Uso Racional del Medicamento en Atención Primaria, constituida básicamente por médicos y farmacéuticos, y en todas las áreas trabajan en selección e información de medicamentos. Así en 1995 se han elaborado 161 protocolos sobre enfermedades de especial interés en las áreas sanitarias, seleccionando el tratamiento farmacológico preciso; las 57 áreas han editado 291 boletines farmacoterapéuticos realizados con amplia participación de profesionales sanitarios y que proporcionan a los médicos una información contrastada y objetiva sobre los medicamentos; igualmente se han impartido 1.747 sesiones farmacoterapéuticas en los centros de atención primaria, siendo este uno de los principales puntos de encuentro entre los médicos y los asesores del medicamento; se han elaborado, con amplio consenso, 55 guías farmacoterapéuticas y 57 guías de medicación de urgencia. También se efectúan análisis de perfiles de prescripción en todo el ámbito del Insalud; se llevan a cabo estudios de utilización de medicamentos en 41 áreas, se colabora con la red de farmacovigilancia en 44 áreas y se asesora en ensayos clínicos como miembros del comité ético. Deben añadirse a lo comentado otras actividades que pueden completar la tabla que acompaña a la carta y que actualmente se llevan a cabo en el resto de las áreas sanitarias. Entre ellas, la educación sanitaria a la población, la gestión de la medicación de urgencia, actividades docentes, etc.
Lo importante es que el desarrollo de estas actividades se lleva de forma coordinada y cotidiana y que existe un amplio consenso y participación activa de médicos y farmacéuticos, tal y como indica Rodríguez Moreno. Pensamos, pues, que efectuar análisis comparativos sobre las capacidades de los distintos profesionales en el papel de asesores de medicamentos carece de sentido por no existir una metodología y resultados diferentes en la promoción del uso racional en el área sanitaria de Mallorca y el resto del ámbito del Insalud, donde trabajan 70 profesionales farmacéuticos desarrollando las citadas actividades.
Por ello huimos de las polémicas profesionales y preferimos aclarar y divulgar la realidad4 y la finalidad primordial del Programa del Uso Racional del Medicamento, que no es otra que la de proporcionar información precisa para mejorar la calidad de la prescripción.