Sres. Directores: Tras leer con detenimiento el artículo «Estudio de la prevalencia de infección por el virus de la hepatitis C y estudio de contactos convivientes»1, quisiéramos hacer algunos comentarios.
En el artículo se destaca el bajo porcentaje hallado por los autores de pacientes con virus de la hepatitis C (VHC) en los que no se detecta ningún factor de riesgo (3,4%) y se compara «con otros estudios en los que el porcentaje de ausencia de antecedentes de interés es superior2». En el artículo utilizado como referencia2 y en otros estudios3-5 la ausencia de factores de riesgo es descrita en, aproximadamente, un tercio del total de los pacientes con VHC. Probablemente la explicación de esta diferencia sustancial se encuentre en el hecho de que ninguno de estos estudios de prevalencia considera la cirugía previa como un antecedente sospechoso, mientras que López Expósito et al sí lo tienen en cuenta, estando presente en un 82% de los casos. Como argumento, baste citar 2 estudios recientes llevados a cabo en nuestro país5,6 en los que no se ha encontrado asociación estadísticamente significativa entre ser portador de VHC y antecedente de cirugía mayor.
Para poder llegar a la conclusión de que la convivencia con una persona con serología positiva para el VHC es un factor de riesgo para adquirir dicha infección, deben estudiarse convivientes que no posean otros factores de riesgo propios. Así, se puede afirmar que la prevalencia en el grupo de familiares es mayor que en la población general3, sobre todo si hablamos de parejas sexuales con un tiempo prolongado de relación7. En el estudio de López Expósito et al parece ser que todos los familiares seropositivos tenían sus propios factores de riesgo para adquirir la infección incluidos los antecedentes de cirugía, por lo que es difícil extraer conclusiones sobre este punto. En cualquier caso, con el objeto de valorar la importancia de una posible vía de transmisión sexual del VHC, sería interesante conocer los datos sobre el sexo, los factores de riesgo propios y el tiempo de relación de las parejas convivientes que resultaron seropositivas en comparación con las que eran seronegativas, que han encontrado los autores en su trabajo.
No queremos dejar de señalar el error existente en las referencias bibliográficas de la tabla 1, que será debido sin duda a un error de transcripción del original.
Por último, indicar que estamos completamente de acuerdo con los autores en que, desde atención primaria, tenemos la oportunidad de establecer estrategias de prevención de la infección, basadas en la información de la población, haciendo especial hincapié en los grupos de riesgo para contraer el VHC, dentro de los cuales se incluyen, sin ningún género de dudas, los convivientes de portadores del virus.