Introducción. La deficiencia de vitamina B12, que encontramos en nuestras consultas con cierta frecuencia, puede deberse a causas diversas, encontrándose entre las más frecuentes la gastrectomía, la anemia perniciosa, un déficit en la dieta y el consumo de algunos medicamentos1. Muchos de los pacientes con estos procesos son seguidos en atención primaria durante su tratamiento que, a menudo, es de por vida. Durante años se sostuvo que la falta de factor intrínseco gástrico, por cualquier causa, obligaba a la administración de vitamina B12 por vía parenteral. Desde los años cincuenta se han publicado diversos estudios que demuestran que, en ausencia de factor intrínseco, altas dosis de vitamina B12 por vía oral consiguen una absorción suficiente para alcanzar valores normales2,3 pero, en contra de la evidencia disponible, los pacientes siguen recibiendo tratamiento inyectable indefinido.
Objetivo. Conocer las características de los pacientes tratados en consultas de atención primaria por déficit de vitamina B12 y el tipo de tratamiento administrado.
Emplazamiento. Los 5 cupos de adultos de un equipo de atención primaria perteneciente al Área 10 de Madrid.
Participantes. Todos los pacientes con prescripción de vitamina B12.
Mediciones principales. Todas las prescripciones realizadas entre 1 de abril de 2001 y de 2002, registradas mediante el programa informático OMI-AP, de presentaciones farmacéuticas de vitamina B12, sola o asociada a otras vitaminas. De cada prescripción se obtuvieron las características demográficas de los pacientes tratados y los episodios origen del tratamiento.
Resultados. Las prescripciones de vitamina B12 parenteral correspondieron a un total de 29 pacientes (52% varones), con una edad media de 73 años (rango, 42-95 años), un 60% mayores de 64 años. Los procesos por los que se les prescribió el tratamiento (mayoritariamente en inyección mensual) fueron, en primer lugar, anemia por déficit de vitamina B12 (56%) y gastrectomía por cáncer gástrico (22%) o por ulcus (3%). Ninguna prescripción se asociaba a enfermedades neurológicas. Del total de prescripciones de vitamina B12 oral registradas, sólo las de 2 pacientes, ambos con gastrectomía por ulcus, correspondían a prevención o tratamiento de la deficiencia de esta vitamina.
Discusión y conclusiones. Los resultados muestran que el 93% de los pacientes, en su mayoría ancianos, con tratamiento por deficiencia de vitamina B12 lo reciben en forma parenteral. La evidencia confirma que esta deficiencia se puede tratar o prevenir por vía oral con dosis elevadas de vitamina B12 (1.000-2.000 µg)4, aun en ausencia absoluta de factor intrínseco, y con un coste económico menor5. Pese a ello, los médicos (de cualquier nivel: todas las indicaciones procedentes de atención especializada fueron de tratamiento parenteral) continuamos sometiendo a estos pacientes, mayoritariamente ancianos, a visitas mensuales con carácter indefinido, a procedimientos dolorosos que entrañan riesgos, y consumiendo un tiempo que podríamos aprovechar mejor. El tratamiento oral, precedido o no, según la situación, de una «recarga» parenteral, parece la opción más adecuada en la mayoría de los casos, exceptuando por prudencia, ante la falta de evidencia específica en que apoyarse, las situaciones que requieran una corrección sin de la deficiencia demora, como en presencia de alteraciones neurológicas secundarias al déficit de vitamina B12, no presentes en ninguno de nuestros pacientes. Todos ellos eran susceptibles de cambio a tratamiento oral. Conviene señalar que este cambio exige, como en toda terapia medicamentosa, asegurar la adherencia, al desaparecer el teórico seguro de cumplimiento de las visitas mensuales.
Puede concluirse que existe una insuficiente aplicación de la evidencia disponible a favor del tratamiento de la deficiencia de vitamina B12 por vía oral, necesariamente mejorable en beneficio de nuestros pacientes.