Con el objetivo de determinar si la asistencia a una sola sesión clínica en la que se presentan las recomendaciones de las guías de práctica clínica sobre utilización de antibióticos (Atb) en infecciones respiratorias agudas de vías superiores (IRAVS) es útil para cambiar los hábitos prescriptores, se realizó un estudio de intervención con evaluación de resultados antes y después sobre el personal médico de un centro de salud (7 médicos de familia y 5 residentes).
La intervención consistió en una sesión clínica, en la que se mostraron los resultados de la evaluación del hábito de prescripción individualizado para cada uno de los facultativos durante el mes anterior, y se expuso y se entregó un documento resumen de las guías de práctica clínica sobre indicaciones de Atb en los cuadros de IRAVS. Previamente, se pidió que cumplimentaran un cuestionario sobre casos clínicos de IRAVS.
Los diagnósticos incluidos fueron nasofaringitis aguda (código 460 de la Clasificación Internacional de las Enfermedades [CIE] 9), amigdalitis aguda (código 463 de la CIE9), otitis media aguda (código 381 de la CIE9), sinusitis aguda (código 461 de la CIE9), faringitis aguda (código 462 de la CIE9), laringotraqueítis aguda (código 464 de la CIE9) y bronquitis aguda (código 466 de la CIE9).
Se evaluó la utilización de Atb en los cuadros de IRAVS un mes antes y un mes después de la intervención. Se calculó el tamaño de la muestra necesario para obtener un cambio en ésta del 10%: se incluyeron 386 casos en el grupo anterior a la intervención y 408 en el grupo postintervención, que eran comparables en edad, sexo y distribución de diagnósticos. En la tabla 1 se muestran los resultados.
Comparación de variables antes y después de la intervención
Antes | Después | p | |
Edad: media (DE) | 48,3 (20,6) | 45,6 (20,5) | 0,06 |
Sexo (porcentaje de mujeres) | 66,6% | 63,7% | 0,40 |
Días de evolución: media (DE) | 7,2 (10,8) | 5,7 (10,8) | 0,16 |
Cambio de diagnóstico | 3,1% | 3,7% | 0,66 |
Enfermedad crónica | 12,7% | 12,0% | 0,83 |
Datos de anamnesis | 68,1% | 73,8% | 0,08 |
Datos de exploración | 47,1% | 51,5% | 0,48 |
Número de fármacos no Atb indicados (media) | 1,64 | 1,67 | 0,64 |
Se indica Atb en la 1.a consulta* | 33,7% | 18,6% | <0,0001 |
Se indica Atb posteriormente* | 3,4% | 5,4% | 0,17 |
Indicación global de Atb | 36,3% | 23,5% | <0,0001 |
Consultas adicionales* media (DE) | 0,23 (0,62) | 0,34 (0,76) | 0,02 |
Atb: antibióticos; DE: desviación estándar.
La indicación de Atb se ha reducido del 36,3% de los casos al 23,5%, sin variar el número de fármacos no Atb indicados ni aumentar la indicación de Atb en las consultas ulteriores. El número de consultas adicionales necesarias para resolver el proceso aumentó de 0,23 a 0,34.
Antes de la intervención, la tasa de utilización de Atb era del 36,3%, cifra que no parece muy elevada si tenemos en cuenta otros estudios. En un estudio polaco realizado en el ámbito de atención primaria1 se indicaron Atb en el 61,1% de los casos, pero el diagnóstico se orientaba a enfermedades de causa bacteriana. En estudios realizados en atención primaria con criterios de inclusión parecidos a los de este estudio, se indicaron Atb en entre el 562 y el 63%3 de los casos. Se estima que casi el 50% de estas prescripciones podrían no ajustarse a las recomendaciones de la guías4. En un estudio norteamericano, los médicos de familia indicaban tratamiento Atb en el 44,5% de los casos de IRAVS, el doble de lo previsto en las guías5.
Dado que se han descrito diferencias geográficas3 e influencia de la especialidad médica en el hábito prescriptor de Atb6, quizá los datos de uso de Atb no sean extrapolables al conjunto de centros de salud.
Puede concluirse que una sesión clínica en el centro de salud es capaz de cambiar los hábitos de prescripción de Atb en cuadros de IRAVS y disminuir su utilización.