Sr. Director: En relación con el excelente artículo sobre «Vacunación antigripal en atención primaria: análisis del proceso para aumentar las tasas de cobertura» recientemente publicado en su revista1 nos gustaría realizar algunos comentarios y comunicar experiencias propias2,3. Así, en nuestro ámbito, después de comprobar en un estudio2 inicial con personas mayores de 89 años una escasa cumplimentación de la vacunación antigripal (28%), realizamos un trabajo3 posterior con el objetivo de comprobar la posible mejora de la cumplimentación, en dicho colectivo de sujetos, muy frágiles4, ya sólo por el criterio de edad5.
En el estudio se incluyó a 305 habitantes mayores de 89 años de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona). Se realizó durante el período octubre-noviembre de 2003 coincidiendo con la campaña de vacunación antigripal anual. Se consideró la baja incidencia descrita previamente de vacunación antigripal en nonagenarios y se estimuló especialmente a dicho colectivo, tanto a los propios pacientes como a sus cuidadores, por parte del personal médico y de enfermería del centro. Durante el período febrero-abril de 2004, acabada la campaña de vacunación, se realizó un control para evaluar el porcentaje de pacientes nonagenarios que había recibido la vacunación antigripal durante el último año, preguntando al paciente y al cuidador principal. Se comprobó dicha información en los registros sanitarios.
Se trataba de 143 mujeres (77%) y 43 varones, el 72% vivía en la comunidad y el resto en residencias. La mayoría, 166 pacientes (89%), habían recibo vacunación antigripal en la última campaña. No había diferencias estadísticamente significativas respecto al porcentaje de vacunación según la edad (p = 0,9) o el sexo (p = 0,8). El porcentaje de vacunación en los 49 pacientes institucionalizados era del 100%, con diferencias estadísticamente significativas con respecto al porcentaje de vacunación de los pacientes no institucionalizados (85%; p = 0,001).
La aceptación de la vacunación está influida por factores personales que pueden impedirla y que hay que saber resolver. Además, es importante destacar, en relación con este grupo de riesgo de pacientes nonagenarios, que es básico evitar que sean víctimas de una discriminación (ageísmo), tanto en el plano social (su propios familiares frecuentemente ya no lo creen necesario) como por parte del sistema sanitario2,6. No obstante, con nuestro estudio se comprueba que con un correcto seguimiento de los pacientes en atención primaria se pueden conseguir tasas de vacunación muy aceptables. Una alta cumplimentación de la vacunación antigripal después de una campaña de vacunación es posible en determinados grupos de riesgo, intensificando el seguimiento en dicho grupo poblacional de acuerdo con lo expresado en el trabajo de Schwarz et al1.