En estos últimos años el mundo estuvo en una situación crítica generada por la pandemia de la COVID-19, la cual afectó en muchos aspectos a la sociedad, tanto en lo económico como en la salud física, paralelamente trajo consigo la pérdida de vidas humanas, repercutiendo negativamente en la población en general1. A raíz de los primeros casos de SARS-CoV-2 detectados en el mundo, los distintos gobiernos optaron por medidas de prevención para contrarrestar la expansión de este virus, sin embargo, lo que no se pudo prever fue el efecto que tuvo en la salud mental. Como sabemos, la enfermedad provocó diferentes cambios en la sociedad, causando incertidumbre en las personas, por ende, el bienestar emocional se vio afectado2.
En la población adolescente, la afectación emocional principal se debió a problemas familiares, baja autoestima, la muerte de un pariente, por disfunción familiar o por la pobreza en la que viven., Asimismo, el aislamiento social influyó en la salud mental de estos jóvenes3. Los problemas como el estrés postraumático, los trastornos afectivos y la atención con ansiedad, afectan tanto a los varones como a las mujeres. En algunos casos los hombres externalizan su estrés con actos de violencia, mientras que las adolescentes lo reprimen. En consecuencia, se deben de brindar alternativas o medidas que ayuden a afrontar el estrés producido por la cuarentena.
En ese sentido, es válido seguir las siguientes recomendaciones: primero, un cambio en la alimentación a base de proteínas y carbohidratos, asimismo, actividades deportivas y ejercicios de relajación como la RMP de Jacobson; segundo, la comunicación con familiares cercanos que permitan tener una sostenibilidad emocional, con ayuda profesional y las escuelas de padres; tercero, las entidades educativas y universitarias deben realizar investigaciones que permitan identificar los problemas de ansiedad y de salud mental en los adolescentes mediante instrumentos como el MINI-KID, la escala orientada al DSM del Child Behavior Checklist (CBCL), entre otros; finalmente, el uso de las TIC para el tratamiento de la ansiedad con la finalidad de reemplazar a los medios de comunicación tradicionales (televisión y radio)4,5.
En conclusión, se infiere que en situaciones de fallecimiento de un pariente, pobreza o problemas familiares, los jóvenes que reciben charlas y orientaciones logran mejorar su autorreconocimiento y, por ende, su autoestima. Por lo tanto, la salud mental está vinculada con el bienestar emocional, la satisfacción por la vida, y el poder resolver problemas.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
FinanciaciónNo existen fuentes de financiación públicas ni privadas.