Las enfermedades son una realidad desagradable a la que tenemos que enfrentarnos, pero un infante por su momento evolutivo todavía no llega a la comprensión cognitiva de lo que supone una enfermedad ni es capaz de percibir la amenaza, el miedo y la incertidumbre en su propio cuerpo, expresándolo de un modo distinto a las palabras que aún le faltan1.
En algunas ocasiones, los adultos protegen a los niños de información peligrosa para evitarles tristezas o angustias, pero los niños son capaces de percibir cuando algo malo sucede, demostrando un alto grado de hipersensibilidad. Informarse no solo significa disponer de una información veraz, sino que esta debe estar adaptada a la edad y a la madurez del niño para facilitar su comprensión y comprender razonablemente lo que les ocurre, igual que los adultos, ya que al ocultar información no se consigue que el problema desaparezca, necesitan ser conscientes de la misma2.
Con el fin de conectar con los niños se deben emplear estrategias comunicativas; una de las formas más comunes es la utilización de juego de voces, títeres e incluso clowns que permitan al pediatra, con mucho ingenio y bastante entusiasmo, señalar qué es exactamente lo que está mal3. Por otra parte, se presenta como recurso fácil y accesible para la población infantil, el empleo de un dibujo animado que se muestra como medio de expresión y comunicación de un diálogo donde no solo se interviene a través de las palabras. La producción gráfica ofrece una vía de acceso a un significado profundo al que de otro modo sería difícil de llegar para transmitir una serie de conocimientos sobre la enfermedad4.
Un elemento importante de los dibujos animados es la utilización de los personajes favoritos, y es importante que el pediatra conozca la historia y su función, de tal manera que al momento de realizar la explicación permita que sea totalmente creíble por similitud. Por ejemplo, la adaptación de dibujos animados como Caillou, que narre las vivencias de un niño de 4 años que padece cáncer, relacionado a la calvicie del personaje, la idea es transmitir una historia donde puedan llegar a identificarse, además de normalizar la enfermedad entre los más pequeños.
Es importante que el niño sea parte de la realidad con este tipo de información, debido a que ellos, además de prestar atención a las recomendaciones del pediatra, podrán tomar conciencia de que siguiendo las indicaciones pueden mejorar su calidad de vida, recuperar su salud e incluso la prevención de enfermedades.
En conclusión, se debe presentar a un niño los dibujos animados como alternativa de enseñanza-aprendizaje en la que pueda aprender conceptos, procedimientos, actitudes, además de sentirse identificado con su personaje favorito, de esta manera contextualizará de manera eficiente el mensaje y cuyo fin es el de tranquilizar al niño y que se sienta acompañado durante el proceso de aceptación y asimilación.
FinanciamientoNo existen fuentes de financiación públicas ni privadas.
Conflicto de interesesLos autores declaran que no existe conflicto de intereses.
