La sustitución valvular pulmonar (SVP) tras la cirugía del tracto de salida de ventrículo derecho (TSVD) ha aumentado en los servicios de cardiopatías congénitas. Desde 2003, utilizamos mayoritariamente como SVP la prótesis de Carpentier-Edwards. Analizamos los resultados clínicos y hemodinámicos.
MétodosDesde 2003 hasta diciembre de 2009 se implantaron 38 prótesis. Se analizaron las características de los pacientes y los resultados quirúrgicos, ecocardiográficos y resonancia magnética (RM).
ResultadosLa edad media fue de 20,56 (desviación estándar [DE] 7,49) años. El 63,2% varones. El 92,1% con cirugías previas (entre 1-3 esternotomías). La enfermedad más común fue la tetralogía de Fallot (52,6%). El tiempo medio entre la cirugía de corrección de la enfermedad congénita del TSVD y la SVP fue de 16,21 años (4,7-39,7). El 23,7% de los pacientes precisaron otra cirugía asociada. En el 73,7% de los pacientes se utilizó circulación extracorpórea sin oclusión aórtica. La supervivencia a los 30 días y al final del seguimiento fue del 92,1 y 89,5%, respectivamente. El ecocardiograma de seguimiento mostró función correcta del xenoinjerto en todos los casos con una media de gradiente transvalvular pico de 26mmHg. Hubo un caso en el postoperatorio inmediato de trombosis aguda de la prótesis que obligó a su recambio. No existieron otros eventos en el seguimiento.
ConclusionesLa prótesis Carpentier-Edwards presenta una buena hemodinámica en posición pulmonar. El uso de esta válvula permite el intervencionismo sobre las arterias pulmonares.
Siguen siendo motivo de controversia el momento óptimo de la cirugía y en qué pacientes podría estar contraindicada.