Introduccion: La endocarditis infecciosa (EI) es una enfermedad potencialmente mortal, que actualmente alcanza una mortalidad hospitalaria del 15–30%. El 40–50% de pacientes con EI son sometidos a intervención quirúrgica, siendo la mortalidad de los mismos dependiente de la indicación, presencia de comorbilidades y complicaciones asociadas.
Objetivos: Determinar la incidencia de endocarditis subsidiarias a tratamiento quirúrgico. Determinar los factores de riesgo y complicaciones tras el tratamiento quirúrgico.
Material y métodos: Se llevó a cabo un estudio descriptivo de los casos quirúrgicos de pacientes diagnosticados de endocarditis entre los años 2016 y 2018
Resultados: Se recogieron un total de 43 casos con una media de edad de 62 años, de los cuales el 76% fueron hombres. El motivo de interevención quirúrgica fue de valvulopatía severa en el 46%, seguido de invasión miocárdica en el 16% y infección sobre material protésico en el11%. El 65% de paciente llevaban el tratamiento antibiótico dirigido al momento del ingreso en UCI. El gérmen más frecuente fue el estreptococo (48%). Un 76% de paciente presentaron infección sobre válvula nativa. La Válvula Aórtica fue la más afectada con un 37%, seguida de la Válvula Mitral en un 34%, la afectación del ambas fue de 20% y la afectación sobre electrodos de un 4%. Dentro de los factores de riesgo el 69% presentó hipertensión arterial, el 36% ACV previo, el 33% diabetes mellitus y el 18% enfermedad renal previa. En el 18% de casos se observó la presencia de absceso como complicación grave en el ecocardiograma previo a la cirugía. La mediana de EUROSCORE II fue de 6. El ingreso en UCI fue de una mediana de 7 días. Se realizó sustitución valvular en el total de endocarditis sobre válvula (41 casos) y extracción de cables en 2 casos.
Dentro de las complicaciones postoperatorias, el 69% presentó insuficiencia renal, el 54% Fibrilación Auricular y el 42% Sd. respuesta inflamatoria sistémica (SIRS). La mortalidad total en UCI fue del 11%. Se encontró relación entre la presencia SIRS y el uso de terapia de remplazo renal continuo (TRRC) en el postoperatorio respecto a mortalidad en UCI (p<0.05).
Conclusión: En nuestro hospital la mortalidad de los pacientes con EI sometidos a tratamiento quirúrgico es baja en comparación a las estadísticas generales, probablemente porque registramos sólo los que se sometieron a tratamiento quirúrgico. En nuestros pacientes la válvula nativa fue la más frecuentemente afectada, siendo la válvula aórtica la de mayor indicación quirúrgica. Sobre los factores de mal pronóstico se encontró sólo relación con SIRS y TRRC, probablemente en relación al número de casos.significativas en cuanto a mortalidad frente a un abordaje más invasivo, refleja la importancia de un abordaje multidisciplinar de estos pacientes.