Objetivo: En pacientes con sospecha de infección asociada al dispositivo intracardiaco (DIC) es fundamental diferenciar si se limita al bolsillo (local) o constituye endocarditis infecciosa (EI). Nuestro objetivo fue analizar la aportación del PET/TC al diagnóstico de extensión de infecciones asociadas al DIC.
Métodos: Analizamos retrospectivamente los PET/TC realizados por sospecha de infección asociada al DIC desde 2011 a enero de 2017. Los resultados se clasificaron como negativos (ausencia de focos patológicos asociados al DIC), positivos para infección local (captación limitada al bolsillo del DIC) o positivos para EI (captación en cables, válvulas o superficie endocárdica). Se calculó el rendimiento diagnóstico comparando los resultados con el gold standard (GS), que se consideró como el resultado del cultivo de material explantado o la decisión final del comité de endocarditis. Asimismo se valoró el impacto del PET/TC en el manejo del paciente (IMP) teniendo en cuenta la decisión terapéutica planeada inicialmente y la llevada a cabo tras conocer el resultado del PET/TC.
Resultados: Se incluyeron 39 pacientes (17 desfibriladores/22 marcapasos). El tiempo medio entre la última manipulación del DIC y la realización del PET/TC fue de 23,4meses (0,5-120meses). Dieciocho pacientes mostraron exclusivamente signos de infección local en el momento del estudio. El GS estableció el diagnóstico de EI en 17 pacientes (43,6%) y descartó infección asociada al DIC en 20. En el resto (3 pacientes) el diagnóstico definitivo fue de infección local. Se realizó explante en 15 pacientes y manejo conservador en 24. La sensibilidad (S) y la especificidad (E) de ETT/ETE fue de 0,5 y 0,61. Los criterios Duke alcanzaron una S de 0,81 y una E de 0,39. El PET/TC resultó positivo para EI en 16 pacientes, para infección local en 3 y negativo en 20, obteniendo valores de S comparable a los criterios Duke (0,81) pero con elevada E (0,91). El IMP del PET/TC fue del 38,9% en el grupo de pacientes con sospecha inicial de infección local (fundamentalmente por contribuir a la decisión de explante) y del 42,8% en el grupo de pacientes con sospecha inicial de infección profunda, especialmente en aquellos clasificados a priori como EI «posible» (sobre todo por contribuir a decidir un manejo conservador). En 7 pacientes se detectaron fenómenos embólicos y en el 15,4%, enfermedad neoplásica concomitante.
Conclusiones: El 18F-FDG-PET/TC mejora la S del ETT/ETE y E de los criterios Duke. El resultado del PET conduce a la modificación de la decisión terapéutica en más de un tercio de los casos. El mayor IMP se obtiene en el grupo de «EI posible». El PET mejora el diagnóstico de extensión del proceso infeccioso y detecta patología concomitante.