El objetivo del estudio es comprobar si el uso de doble arteria mamaria esqueletizada aumenta la incidencia de patología esternal en el grupo de alto riesgo.
Pacientes y métodosSe revisaron los pacientes intervenidos entre mayo de 2003 -diciembre de 2011 y se delimitaron pacientes coronarios aislados con criterios de alto riesgo de Oakley. Se revisaron historias clínicas hospitalarias y de atención primaria.
En el grupo I (pacientes con una arteria mamaria) se encontraron 433 pacientes, con edad media de 68,7±8,4 años, de los cuales 122 (28%) mujeres, 283 (65,4%) diabetes mellitus (DM), 99 (22,9%) EPOC y 46,9% obesos (índice de masa corporal [IMC] > 30) y en el grupo II (dos arterias mamarias) 101 pacientes con una edad media de 65,0±8,7 años, con 12 (11,9%) mujeres, 59 (58,4%) DM, 18 (17,8%) EPOC, 55,5% obesos.
En el grupo I se realizaron 2,2±0,8 anastomosis por paciente con revascularización completa 62,8% de los casos. En el grupo II se realizaron 2,8±0,8 anastomosis por paciente con uso de AMID en 103 anastomosis y revascularización completa en 72,3%.
ResultadosSe detectaron 9 infecciones superficiales y 5 profundas en grupo I y 1 infecciones superficiales y 2 profundas en grupo II. Analizados globalmente no hubo diferencias significativas entre ambos grupos (p=0,89) y por separado superficiales y profundas tampoco alcanzaron significación (p=0,51 y p=0,47).
ConclusionesEl uso rutinario de doble arteria mamaria no incrementó las complicaciones esternales en nuestra serie de pacientes de alto riesgo.