Analizar los resultados de nuestra experiencia en el tratamiento quirúrgico de la endocarditis infecciosa (EI).
Material y métodosNoventa y tres pacientes (111 válvulas) sometidos a cirugía valvular por EI activa (2001–2011). Variables pre/intraoperatorias y morbimortalidad perioperatoria.
ResultadosEdad media 57,63±3,18 años, 22,5% diabéticos. Afectación por EI: mitral (49,5%), aórtica (43,2%), tricúspide (4,5%) y pulmonar (2,7%). Afectación de válvula nativa (72,9%) frente a prótesis (27,0%) (p<0,001). Corrección de valvulopatía concomitante (17,2%) más frecuente tricúspide (48,7%). Microorganismo más frecuentemente estafilococo (62,4%); 70,7% (p<0,001) meticilinarresistentes.
La sustitución protésica predominó sobre reparación (64,8 vs 35,1%; p<0,001). En válvulas nativas, no existieron diferencias significativas entre ambos procedimientos. Implante de prótesis biológicas +8,3% superior a mecánicas (p=0,043). En válvulas nativas, en posición aórtica predominó sustitución (71,9%), incluyendo 6 casos con implante de homoinjerto/operación de Ross; en posición mitral, reparación (63,4%) (p<0,05). En la corrección de valvulopatía concomitante, predominó la reparación (71,4%) (p<0,001).
Aunque la aplicación completa de antibioterapia preoperatoria fue la primera elección de manejo mientras persistiese la estabilidad clínica, sólo tuvo lugar en 51,7%, negativizándose los hemocultivos en 95,5% (p<0,001). La mortalidad precoz fue 8,6% (8). Morbilidad perioperatoria más frecuentemente: deterioro función renal (20,4%); respiratoria (11,8%); implante de marcapasos (8,6%); accidente cerebrovascular (ACV) (6,5%) y reintervención previo al alta (sangrado/fallo técnica) (17,2%). La mortalidad incrementada se asoció con necesidad de tratamiento quirúrgico previo a la antibioterapia completa (p=0,003), reintervención previo al alta (p<0,000) y deterioro de función renal (p=0,026) y ACV perioperatorios (p=0,046).
ConclusionesSegún nuestra experiencia, la reparación valvular ha progresado como alternativa terapéutica en el tratamiento de la EI (Fig. 1). No obstante, continúa siendo una entidad con elevadas tasas de morbimortalidad precoz.