Sr. Director:
Queremos llamar la atención de un hecho que, aun siendo raro, tiene su importancia. No hace mucho tiempo hemos tenido la oportunidad, que no la suerte, de asistir a la intervención de 2 casos similares, con un intervalo de tiempo de escasos meses. Se trataba de un paciente de 29 años (en el caso 1) de nacionalidad británica, que estando de vacaciones en nuestro país presentó un cuadro de dolor abdominal de varias horas de evolución referido a la zona periumbilical y posteriormente a FID y tras los estudios preoperatorios habituales y con la sospecha de una apendicitis aguda se decidió intervenir quirúrgicamente. Hasta aquí todo transcurrió dentro de lo que podría parecer normal, pero en la intervención se comprobó, después de un minucioso estudio del ciego, que no sólo no presentaba una apendicitis aguda sino que ni siquiera presentaba apéndice. El otro paciente (caso 2) de 63 años refería una historia similar y resultado igualmente desconcertante, con la diferencia de que el recuerdo del primero hizo menos angustiosa la búsqueda del apéndice. Una vez terminada la intervención en el primer caso, se comunicó al paciente esta circunstancia, quien no parecía darle demasiada importancia. No así su familia, que alarmada nos llamó desde Inglaterra tras enterarse por los acompañantes de viaje del paciente, de que se le estaba interviniendo de apendicitis. Puestos al habla con ellos nos confirmaron la ausencia de apéndice en su hijo debido a que cuando sólo tenía unos meses de edad se le intervino de hernia inguinal derecha, y dado que tenía en el saco el apéndice se le extirpó en la misma intervención. Curiosamente, el paciente no sólo no sabía que le habían extirpado el apéndice, sino tampoco el hecho de que le hubieran operado de pequeño. En el segundo caso, conociendo este primero, se interrogó a posteriori sobre si fue intervenido de hernia, reconociendo el paciente que sus padres le contaron que así fue, pero desconocía que le hubieran extirpado el apéndice.
Así pues, esta carta quiere ser un mensaje para los cirujanos que intervienen de hernia a los recién nacidos. Teniendo en cuenta que la intervención de hernia debe hacerse lo más precozmente posible1,2, debería evitarse realizar una apendicectomía asociada, ya que luego en la memoria de ese futuro paciente puede que no quede ni rastro de este hecho y se produzcan casos como los relatados. Así como a la apendicitis que no lo es se la conoce tradicionalmente como "francesa", a la que ni siquiera tiene apéndice la hemos bautizado humorísticamente como "inglesa" en honor al paciente del caso 1.