El trabajo de los Dres. Trias y Targarona nos muestra la experiencia y los resultados de uno de los grupos con mayor experiencia mundial en este campo, como su serie nos demuestra, con unos resultados excelentes. El artículo pasa revista a todos los pormenores con los que se enfrenta un cirujano que utiliza esta técnica de abordaje. Compartimos los diversos aspectos técnicos discutidos. Simplemente aportaremos algunos detalles o comentarios.
En primer lugar, es una técnica que requiere experiencia en cirugía laparoscópica, pero que puede incorporarse relativamente pronto a los grupos que hacen cirugía laparoscópica, ya que como toda la cirugía de exéresis, requiere cierta habilidad pero no exige una habilidad especial que no se pueda adquirir rápidamente.
El abordaje lateral es la técnica de elección para la mayoría de los grupos que realizan esta técnica. Los pasos técnicos se describen de forma detallada; añadiremos que la reconversión debe ser obligada si se produce una rotura capsular del bazo, ya que el neumoperitoneo aumenta entonces el riesgo de esplenosis.
Las mejores indicaciones para la esplenectomía laparoscópica son la PTI y la esferocitosis, y deben ser los casos a elegir en cualquier curva de aprendizaje, que en esta técnica se estima en unos 25 casos.
La problemática del bazo accesorio y la esplenomegalia aún no está resuelta con el abordaje laparoscópico. Su resolución vendrá probablemente por el desarrollo de nuevas tecnologías como, por ejemplo, un detector de radiactividad laparoscópico sobre tejido esplénico marcado con radioisótopos para localizar los bazos accesorios, similar a las técnicas desarrolladas para el "ganglio centinela". En el caso de esplenomegalia, los dispositivos para cirugía asistida con la mano pueden ser útiles.
El tratamiento de las roturas del bazo es un campo en el que se puede progresar, ya que el abordaje laparoscópico puede tener un lugar en el manejo conservador de las lesiones esplénicas permitiendo un esquema terapéutico probablemente más seguro.
En cuanto a las perspectivas de futuro, señalar que se avanza en tres campos: el primero la telerrobótica, que permitirá unos instrumentos más fáciles de manejar, el segundo, la miniaturización del instrumental y los dispositivos de cirugía asistida con la mano, y en tercer lugar, la mejora de los sistemas de control de la hemostasia, como las endograpadoras, los bisturís armónicos o los sistemas de sellado de vasos con electrocoagulación bipolar.
Por último, deseamos felicitar a los autores por ser pioneros en este campo, por sus resultados y por el magnífico trabajo de revisión sobre el tema que han elaborado.