El hemangioma es el tumor hepático sólido benigno más frecuente en hígado y bazo1–5. Habitualmente son tumores únicos presentes en un solo órgano. La existencia de hemangiomas múltiples en bazo e hígado es excepcional. Presentamos un nuevo caso y debatimos las opciones terapéuticas.
Mujer de 50 años consulta por leve dolor abdominal en epigastrio. La exploración abdominal es normal. Las analíticas realizadas: hemograma, perfil hepático y marcadores tumorales (CEA y CA19-9) son normales. En la ecografía abdominal, se aprecian 3 imágenes redondeadas, bien definidas e hiperecogénicas, 2 en segmento viii de 41 y 37mm respectivamente y otra en segmento vii de 11mm. Estas imágenes son compatibles con hemangiomas. Se visualizan varias lesiones en el parénquima esplénico de hasta 2,5cm de similares características e igual significación patológica a las descritas a nivel del parénquima hepático.
En la TAC, el hígado es de tamaño y morfología normales. Se evidencian varias lesiones dispersas por ambos lóbulos hepáticos. Las de mayor tamaño se localizan en segmento viii y presentan unas medidas de 50 y 40mm respectivamente. Estas lesiones son hipodensas y presentan una captación periférica y globulosa del material de contraste siendo compatibles con hemangiomas (fig. 1). Se identifican otras lesiones hepáticas de morfología redondeada e hipodensas que presentan unos diámetros inferiores al centímetro. Se localizan en el segmento ii (2), iv (1), vi (3) y vii (1). Esta última parece corresponder con la visualizada en la ecografía como hiperecogénica. Una de las lesiones del segmento vi presenta captación periférica del material de contraste. Todas las lesiones corresponden a hemangiomas (fig. 2).
El bazo mide 10cm. Se evidencian 7 lesiones en el parénquima esplénico de morfología redondeada y contornos bien delimitados. Estas lesiones son de distintos tamaños presentando la mayor un diámetro máximo de 3,5cm y la menor un diámetro máximo de 0,5cm. Dichas lesiones son hipodensas y presentan una captación hetereogénea del material de contraste. Estos hallazgos, junto con los ecográficos anteriomente descritos, las hacen compatibles con hemangiomas.
Con el diagnóstico de hemangiomas múltiples hepáticos y esplénicos paucisintomáticos se recomendó a la paciente observación périodica.
El hemangioma es el tumor benigno sólido más frecuente en hígado1,2,4. Son lesiones vasculares congénitas que ocurren por una proliferación hamartomatosa de células vasculares endoteliales que no tienen potencial maligno1. Hay 2 subtipos: cavernoso (80%) que puede crecer y dar síntomas, o capilar: hemangiomas más pequeños, más frecuentemente múltiples y habitualmente asintomáticos1. Su diagnóstico es habitualmente incidental4. La TAC y la RM son los métodos diagnósticos más eficientes4,6,7. Los hemangiomas hepáticos solo se deben resecar si hay duda diagnóstica, son sintomáticos o presentan complicaciones1,4. En los pacientes complicados o muy sintomáticos con lesiones múltiples, la cirugía resectiva puede ser extremadamente compleja. Otra opción terapéutica ocasionalmente utilizada en esos pacientes es la embolización percutánea de la arteria hepática2,4.
Los hemangiomas son la neoplasia primaria esplénica benigna más frecuente3,5–7. Su prevalencia en autopsias oscila entre el 0,03 y el 14%3,5. Hodge describió la primera extirpación quirúrgica en 1895. Desde entonces solo se han descrito 100 casos5. Son habitualmente lesiones únicas, pequeñas y asintomáticas, y son 9 veces más frecuentes en mujeres3. Su diagnóstico es habitualmente incidental y el punto clave es llegar a un diagnóstico correcto para tomar una decisión terapéutica correcta5. El tratamiento adecuado para el hemangioma esplénico no está clarificado5. Ciertos autores abogan por la esplenectomía por el posible riesgo de malignización a angiosarcoma, afirmándose que esta ocurre con mayor frecuencia en los hemangiomas grandes o cuando hay una afectación difusa esplénica. Pero la posibilidad real de malignización parece remota y no está bien definida5. Otros autores defienden la esplenectomía por la posible rotura espontánea especialmente en los grandes, o si son sintomáticos5,8. La serie de Willcox et al., que es la más grande publicada con 32 hemangiomas esplénicos, recomienda el seguimiento de las lesiones pequeñas asintomáticas pero no opina en caso de hemangiomas múltiples5. Las opciones quirúrgicas efectuadas son la esplenectomía parcial o total3. La embolización percutánea es una opción terapéutica también empleada3. Múltiples tratamientos médicos utilizados para producir la regresión de los hemangiomas hepáticos o esplénicos no han demostrado utilidad alguna3.
La presencia de hemangiomas múltiples en hígado y bazo en adultos es excepcional. Pueden aparecer como hemangiomatosis difusa en los llamados síndromes angiomatosos6,7. Solo 2 casos similares al que presentamos hemos encontrado en la literatura tras una búsqueda bibliográfica (Pubmed) incluyendo los términos hemangioma, bazo e hígado2,3. El tratamiento empleado en esos casos fue embolización percutánea de los hemangiomas hepáticos y esplénicos y esplenectomía posterior; y esplenectomía y observación de los hemangiomas hepáticos en el otro paciente2,3. Nosotros decidimos ya que la paciente estaba asintomática y no existía duda diagnóstica seguir el criterio postulado por Willcox en hemagiomas esplénicos y aceptado en los hepáticos efectuando observaciones periódicas de los hemangiomas hepáticos y esplénicos5.