La inserción del catéter en la arteria gastroduodenal permite conseguir altas dosis de quimioterapia en el parénquima hepático en pacientes con metástasis hepáticas irresecables, minimizando toxicidad sistémica. El abordaje laparoscópico permite una rápida recuperación y un inicio precoz del tratamiento sistémico.
Caso clínico: varón de 67 años con adenocarcinoma de sigma tratado mediante sigmoidectomía y tratamiento adyuvante. Durante el seguimiento presenta metástasis hepáticas bilobares. Tras 2 líneas de quimioterapia, presenta estabilización de la enfermedad hepática y se propone resección hepática.
La ecografía intraoperatoria detecta nuevas metástasis hepáticas irresecables, decidiéndose colocación de catéter en arteria gastroduodenal y colecistectomía (figura 1).