El cáncer de mama en el varón (CMV) es una enfermedad infrecuente que representa menos del 1% de todos los carcinomas de mama y menos del 1% de todas las neoplasias malignas del varón1. La edad en el momento del diagnóstico suele ser de 60 a 70 años2.
Presentamos el caso de un paciente con un tumor de mama intraquístico bilateral. Se trata de un paciente de 70 años de edad sin antecedentes patológicos de interés ni historia familiar de cáncer de mama. Ocho meses antes de la intervención quirúrgica, el médico de cabecera estudió al paciente por una tumoración de mama bilateral. En la ecografía no se observó ningún signo de malignidad. Como las tumoraciones aumentaron de tamaño, se envió al paciente a nuestra Unidad de Mama. En la exploración física se palpó una tumoración retroareolar bilateral con probable contenido quístico, sin que se detectaran adenopatías axilares. La mamografia reveló unos nódulos retroareolares bien definidos, y la ecografia mostró unas tumoraciones quísticas habitadas bilaterales de 45mm (derecha) y 25mm (izquierda) de diámetro (fig. 1). La punción con aguja fina de la mama derecha dio como resultado anatomopatológico una proliferación papilar con discreta atipia. La biopsia con aguja gruesa de la mama izquierda mostró fibrosis sin ningún signo de malignidad. Los marcadores tumorales CEA y CA 15/3 no estaban aumentados. Se indicó tratamiento quirúrgico y se llevó a cabo una mastectomía subcutánea bilateral. En el espécimen quirúrgico de la mama derecha se observó un nódulo fibroso adyacente a la tumoración. El examen histológico diagnosticó en la mama izquierda un carcinoma papilar intraquístico (CPI) con invasión capsular y de la grasa (fig. 2), y en la mama derecha un CPI con invasión capsular y de la grasa, con un foco de carcinoma ductal infiltrante (CDI) y carcinoma ductal in situ (CDIS) de alto grado, cribiforme en el nódulo fibroso (lo que significa 3 variantes histológicas en la misma mama).
Los receptores de estrógenos (55%) y de progesterona (90%) fueron positivos. La actividad proliferativa era baja (el 5% de proteína Ki67), y la expresión de la proteína c-erB2 fue negativa.
Con este resultado anatomopatológico se indicó una nueva intervención para biopsia de ganglio centinela del lado derecho, que fue negativa. Como tratamiento adyuvante sólo se consideró necesario un tratamiento hormonal con tamoxifeno. El paciente sigue controles periódicos y en la actualidad, 4 años después de la intervención, se encuentra libre de enfermedad.
El cáncer de mama en el varón y en la mujer tiene un pronóstico y un índice de supervivencia similares1. El CDI es el CMV más frecuente (92%), seguido por el papilar (2%) y el mucinoso (2%)3.
El CDIS, que sólo representa el 5% de todos los CMV4, es una lesión infrecuente con diferencias morfológicas del CDIS de mama femenino5. El CDIS puede aparecer sólo o asociado a un CDI. La variante histológica más frecuente del CDIS es la papilar (74%), a menudo con superposición de un patrón cribiforme5. El CPI de mama en el varón es una enfermedad muy rara6–8. Se supone que este carcinoma se origina en los ductos más anchos y de situación más central, y que su crecimiento y secreción causan dilatación del conducto, lo que origina la formación de un quiste9. Molecularmente, el CPI muestra pérdida de la heterocigosidad del cromosoma 16q, mientras que el papiloma intraductal no10. A pesar de la ausencia inicial de signos de malignidad en el caso que presentamos, el rápido crecimiento tumoral y la proliferación papilar intraquística condujeron a la sospecha de malignidad y al subsiguiente tratamiento quirúrgico.