Sr. Director:
La presencia de cuerpos extraños en el tubo digestivo es un problema común; sin embargo, en la mayoría de las ocasiones son eliminados espontáneamente1,2. En muy pocas ocasiones producen complicaciones y son excepcionales las perforaciones de colon. Presentamos un caso de perforación de colon secundaria a una espina de pescado.
Paciente varón de 73 años que acudió a urgencias por disnea y temperatura de 38 °C. Entre sus antecedentes personales destacaban neumonía a los 69 años, obstrucción crónica al flujo aéreo leve, hiperplasia prostática grado III/IV (pendiente de intervención quirúrgica) e hiperlipemia. Ex fumador de 40 cigarrillos/día desde hacía 10 años y bebedor de 160 g de alcohol al día. En la exploración física se objetivó fiebre de 38,5 °C, deshidratación leve y palidez de piel y mucosas. En la auscultación pulmonar, el murmullo vesicular estaba disminuido en el lóbulo inferior izquierdo. En la gasometría se apreció una pO2 de 56 mmHg (VN = 75-100) y en la analítica leucocitos de 12.400 µ l con desviación izquierda. El resto de parámetros del hemograma, gasometría, urea, creatinina, glucosa, ALT, sodio, potasio y coagulación estaban dentro de los límites de la normalidad. En la radiografía de tórax se apreció una imagen de condensación en el lóbulo inferior izquierdo, por lo que fue tratado con amoxicilina-ácido clavulánico. Al tercer día del ingreso comenzó de forma brusca con un cuadro de dolor abdominal intenso en el hipogastrio irradiado a ambas fosas ilíacas y de carácter continuo. En la exploración física presentaba dolor y defensa muscular en todo el hemiabdomen inferior, por lo que se realizó una radiografía de tórax y abdomen en las que destacó la presencia de neumoperitoneo. En la analítica practicada en ese momento de urgencia no se encontraron alteraciones significativas. Se decidió realizar intervención quirúrgica de urgencia en la que se observó un plastrón en sigma con múltiples divertículos y una espina que asomaba en pared de colón en el borde mesentérico. Se realizó resección segmentaria de sigma según técnica de Hartmann. La anatomía patológica puso de manifiesto una espina de pescado y una perforación parietal. En el postoperatorio sufrió evisceración de la herida quirúrgica, por lo que fue reintervenido en dos ocasiones. Tras 4 meses de seguimiento, el paciente fue dado de alta y actualmente se encuentra asintomático.
Las complicaciones más frecuentes producidas por los cuerpos extraños en el intestino son las obstrucciones, las hemorragias y las perforaciones. Las perforaciones intestinales por cuerpos extraños son raras. Entre los cuerpos extraños más frecuentes están los huesos de pollo, palillos y las espinas de pescado2-4. Las localizaciones más frecuentes son colon, íleon y, más raramente, duodeno y yeyuno2,5. La presencia de complicaciones está en función de las características del cuerpo extraño. Así, por ejemplo, las espinas poseen una morfología delgada, alargada y acabada en punta que facilita la impactación en la mucosa intestinal y, de este modo, favorecen el desarrollo de complicaciones (abscesos, perforaciones y peritonitis)6,7. Otros factores que pueden influir en la producción de lesiones son aquellas situaciones que cursan con alteración del peristaltismo abdominal (bridas y adherencias posquirúrgicas), de la morfología anatómica (compresiones extrínsecas) y de la ingestión enzimática (hipoclorhidria), así como aquellos que facilitan la ingestión de cuerpos extraños. Entre estos últimos se encuentra la edad avanzada, el retraso mental, prótesis dentales y todas aquellas situaciones que impliquen una disminución de conciencia y una incorrecta masticación5. Sin embargo, en muchas ocasiones es imposible identificar factores de riesgo ni el antecedente de la ingestión de cuerpo extraño. En nuestro caso, tampoco se pudo objetivar ni recordar la toma previa de la espina de pescado, pero sí factores de riesgo como la edad avanzada y el etilismo crónico. La clínica secundaria a la perforación colónica por cuerpo extraño es similar a la producida por cualquier otra causa que curse con abdomen agudo, destacando radiológicamente la presencia de neumoperitoneo, niveles hidroaéreos o un efecto masa.
La perforación intestinal por cuerpo extraño es una afección de extrema gravedad que en la mayoría de las ocasiones requiere una intervención quirúrgica de urgencia; en algunos casos, el tratamiento endoscópico puede resolver la situación mediante la extracción de cuerpo extraño4,7,8.